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martes, 23 de mayo de 2017

Entrenando conforme a tu personalidad: El sistema de Neuro tipo

Por Christian Thibaudeau

Por qué tu rutina de entrenamiento no funciona

¿Has terminado alguna vez un programa de entrenamiento sin ver resultados? ¿Era una rutina inteligente diseñada por un respetado entrenador? ¿Tus amigos hicieron la rutina y obtuvieron grandes resultados pero tú no?

¿Alguna vez te has visto forzado a completar un plan de entrenamiento porque simplemente no te motivaba? Quizás hasta te sentiste culpable por ello. O quizás no viste ningún beneficio, sino que asumiste que era debido a tu “mala genética”. ¿O pensaste que el programa simplemente era malo, a pesar de que a otras personas parecía encantarle?

Esto es algo común. Y el problema no es el programa, tu ética de trabajo, o tu genética. El problema es que el programa de entranamiento no encajaba con tu perfil psicológico y neurológico, es decir, con tu tipo de personalidad.

Esto no es psicología popular sin valor. Tu perfil de personalidad está genéticamente deteerminado por el equilibrio de tus neurotransmisores. Y tus neurotransmisores lo controlan todo.

El sistema nervioso es el jefe

El sistema nervioso es el responsable del reclutamiento de tus fibras musculares, determina cúantas fibras puedes estimular para que crezcan. También es responsable de la coordinación y ejecución de los levantamientos grandes.

Eso lo sabes, pero he aquí algo que puede que no sepas: tu sistema nervioso también es el centro de control de la motivación. Incluso juego un gran papel en tu respuesta al estrés, y a cuanta energía, enfoque, y capacidad de trabajo tienes en una sesión de entrenamiento.

La clave para el éxito en el entrenamiento es simplemente esta: entrenar duro y de manera enfocada. Y eso no se puede hacer durante mucho tiempo si no estás motivado por tu plan de entrenamiento. Y para estar motivado por tu programa de entrenamiento, tiene que encajar con tu perfil neurológico. Entrenar tomando ventaja de tu naturaleza neurológica también hará que te sientas mejor en general, y te hará alguien más productivo en otros aspectos de la vida.

El equilibrio de los neurotransmisores y tu personalidad 

Tu personalidad te da pistas acerca del equilibrio de tus neurotransmisores, de cuales neurotransmisores están altos y cuales bajos. Tu comportamiento se ve fuertemente influenciado por esos niveles, ya sea que seas consciente o no.

Es por eso que evaluo el perfil de personalidad de cada culturista, atleta, o crosfitero que entreno. Esta evaluación me da una idea muy buena de su equilibrio de neurotransmisores. Luego utilizo esa información para planear su entrenamiento de acuerdo a ello.

Si el entrenamiento no encaja bien con tu tipo de perfil, puede generar fatiga, caídas en la motivación, y una respuesta al estrés más alta, incluso conduciendo a lesiones. Y, desde luego, lleva a una falta de progreso. Es por eso que puedes estar en “la mejor rutina del mundo” y no conseguir resultados. Para tener resultados óptimos, debes entrenar bien de acuerdo a tu tipo.

En el sistema de neurotipos, explicaré los tres tipos de personalidad principales, qué neurotransmisores están altos para cada uno de ellos, y cómo eso debería influenciar tu entrenamiento, nutrición, y elección de suplementos.

Los 3 neuro tipos

He experimentado con varios tests de personalidad y valoraciones a lo largo de los años. También he consultado con psicólogos y otros expertos para hallar el mejor método. El Inventario de temperamento y carácter Cloninger (TCI) es el más ampliamente aceptado en la comunidad científica, y lo he probado en cientos de levantadores y atletas.

El TCI es un inventario para características de la personalidad basado en un modelo psicobiológico. Dicho de manera simple, la gente tiene distintos tipos de personalidad porque tienen distintos niveles genéticos de ciertos neurotransmisores: dopamina, serotonina, y norepinefrina. Cuando los científicos midieron los niveles de neurotransmisores y los compararon con los tipos de personalidad, encontraron que, de hecho, coincidían.

Existen tres tipos principales de perfiles:

Tipo 1: Este tipo tiene bajos niveles de dopamina, así que él o ella busca la novedad, o nuevas cosas para estimular su nivel de dopamina, que es bajo de manera natural. Son, en cierto modo, adictos a la adrenalina. En psicobiología, lo llaman el tipo que busca novedades.

Tipo 2: Estos tipos tienen niveles bajos de norepinefrina. Como este neurotransmisor se asocia con la confianza y un sentimiento de bienestar, estas personas buscan recompensas para aumentar sus niveles de norepinefrina. Desde respuestas sociales (como ser alguien que agrada a las personas) a lograr objetivos. En la ciencia se le llama tipo dependiente de la recompensa.

Tipo 3: Este tipo se asocia con una serotonina baja. No les gusta el cambio, sino que les gusta dominar una actividad repetitiva. “Los fanáticos de la técnica” encajan con este perfil. En psicobiología, llaman a este tipo “el que evita riesgos”.

No tienes que hacer una prueba formal para tener una buena idea de que tipo eres. Abajo tienes un desglose de los mismos.


Tipo 1: El buscador de novedades

Este tipo se asocia con una baja actividad de la dopamina. Eso significa que la toma de decisiones está dominada en su mayor parte por la necesidad de aumentar la dopamina. La dopamina base es baja y los receptores son sensibles. Bajo las circunstancias correctas, estos receptores pueden producir emisiones de dopamina.

Como los receptores son tan sensibles, te puedes convertir en “adicto”. Estás siempre buscando un emisión fuerte de dopamina. Si estás en esta categoría, necesitas emociones y actividades altas en adrenalina. También te aburres con facilidad, eres de naturaleza curiosa, y puede que tengas un temperamento irritable.


Este tipo requiere una variedad de estímulos y desafíos. Se ven atraídos de manera natural por actividades no repetitivas. Se aburren con eventos repetitivos como el entrenamiento de resistencia o rutinas de levantamiento que se repiten una y otra vez. No son buenos en competiciones de resistencia, más que todo debido al aburrimiento, pero también porque tienden a tener altos niveles en serotonina. Cuando los niveles de dopamina son proporcionalmente más bajos que los de serotonina, la capacidad de trabajo disminuye.
Los buscadores de novedades son extrovertidos y se manejan bien en situaciones sociales. Son también muy competitivos. Les gustan los desafíos y les encanta aprender habilidades nuevas. Este tipo se emociona por aprender un ejercicio o levantamiento nuevo, incluso si es difícil para ellos. Es “nuevo” y estimulante, y eso es todo lo que importa.

Deportes 

Cuando se trata de deportes, se ven más atraídos por deportes extremos, deportes de contacto como el fútbol americano y los deportes de lucha. Lo hacen muy bien en deportes individuales, especialmente los que son de corta duración (esprints, lanzamientos, saltos, etc.)

Levantamiento 

Se sienten más atraídos por deportes de rendimiento que en competiciones físicas como el culturismo. Son los que se convierten en buenos atletas de crossfit. Los powerlifters de elite pueden también entrar en esta categoría, especialmente aquellos que se ven atraídos de forma natural por el sistema de entrenamiento Westside, que contiene un montón de variedad.

Dieta

Les va bien con una dieta baja en carbohidratos, normalmente tomando carbos solo alrededor de los entrenamientos, pero necesitan rellenar con más frecuencia, cada tercer o cuarto día. A estos tipos también les va bien con un consumo de proteína más alto.


Tipo 2: El dependiente de las recompensas

Este tipo se asocia con niveles bajos de norepinefrina. Este neurotransmisor, junto con la motivación, crea un sentimiento de bienestar general y confianza. Niveles bajos de norepinefrina llevan a un estado depresivo, falta de ánimo, y baja motivación. Para contrarestar esto, este tipo de perfil busca “recompensas” que aumenten los niveles de norepinefrina, pero esto puede hacer que tengan un riesgo alto de adicción.

Son los típicos que les gusta “agradar a las personas”, cuya autoestima está basada en cómo otros los perciben. Para estos individuos es muy importante gustar, ser respetados, e incluso admirados.

Están listos para hacerlo bien en situaciones sociales porque necesitan sentirse apreciados. Son sociables, empáticoos, y tienen una gran sensibilidad a las pistas sociales que les ayuda a hacer amigos, los cuales necesitan. Se preocupan de verdad por otros. Pero debido a su afecto por otros y el deseo de agradarles, es fácil aprovecharse de ellos.

Este tipo de personalidad hará lo que sea por ayudar a otros, incluso privándose de cosas ellos mismos. Están motivados por querer verse bien a ojos de otros y por gustar a la gente. Nada es para ellos peor que desagradar a alguien. Debido a esta actitud, llegarán a grandes extremos para alcanzar sus metas.

Deportes

Tienden a ahogarse en eventos individuales, porque ponen mucha presión sobre ellos mismos. Al ser así, rara vez lo hacen bien en deportes individuales, pero lo hacen genial como parte de un equipo. Rara vez son las “superestrellas” pero están dispuestos a hacer lo que sea por ayudar al equipo y ganar respeto.

Levantamiento

Se ven atraídos por el culturismo y los deportes de físico porque “verse increíble” es una forma de ganar la admiración de otros y construir autoestima. Sin embargo, cuando se trata de competiciones (culturismo, figura, etc.) pueden tenerlo muy difícil a la hora de llegar al pico de forma debido a que el estrés de sentirse juzgados puede elevar sus niveles de cortisol, lo cual aumenta la retención de líquidos y hace que sea más difícil llenar los músculos con glucógeno.

Dieta 

Normalmente son buenos cumpliendo con una dieta si se les hace responsables. Lo hacen bien porque quieren agradar a su entrenador. Pero a causa de que la caomida puede verse como una recompensa, pueden convertirse en adictos a las comidas trampa. Son gente que deben prohibir la “mala” comida en sus dietas y hacer recargas solo con comidas que ya se encuentran en su dieta regular.


Tipo 3: El que evita daños

La evitación de daños se asocia con un bajo nivel de serotonina, lo cual afecta a la forma de actuar y sentir. La baja serotonina pueda hacer que te canses más fácilmente o tengas un bajo nivel de energía. Si encajas con este perfil, querrás evitar situaciones desagradables, castigos, y conflictos, mucho más de lo que lo hacen otras personas. Estás más cómodo con situaciones familiares que puedes controlar.

Estas personas tienden a ser más tímidas e introvertidas. Tienen una alta vulnerabilidad a la crítica, e incluso las críticas constructivas les generan ansiedad. Su nivel más alto de ansiedad general los lleva a producir más cortisol de la cuenta, lo cual afecta negativamente a sus ganancias de músculo.

Los cambios de planes inesperados les molestan sobremanera y les producen una alta respuesta al estrés. Son planificadores cuidadosos, especialmente cuando una situación representa un riesgo o daño potencial. Debido a esto, son muy organizados. Pero bajo estrés pueden sentirse inhibidos por la ansiedad, lo cual les lleva a la procastinación o a que les sea difícil tomar decisiones.

La fuerza que dirige a los evitadores de daños es alejarse del estrés y las lesiones. Cuando se trata del entrenamiento, eso les hace sentirse atraídos por actividades más repetitivas que ya han dominado. Al contrario que el que busca novedades, a este tipo no le gusta la variedad y las cosas nuevas en el gimnasio. Se estresan cuando aprenden un nuevo levantamiento, por ejemplo.

Pero se enfocan muy bien cuando entrenan. Son perfeccionistas y a menudo “expertos en técnica”. Sin embargo, tienden a ser más conservadores con su selección de pesos. Son muy buenos en ceñirse a un plan, a veces rozando el transtorno obsesivo compulsivo en el entrenamiento.

Deportes

Este tipo se ve más atraído por deportes en los que sucedan pocas cosas que no pueden predecirse, y que tengan un menor factor de riesgo. No les gustan los deportes de contacto, en los que sucesos aleatorios forman una parte importante del juego.

Levantamiento 

Lo hacen mejor con un programa “estático” en el que los ejercicios no cambian, y otras variables (métodos, esquemas de cargas e intervalos de descanso) cambian solo gradualmente. Un buen ejemplo sería el sistema 5/3/1 de Jim Wendler.

Tienen una rspuesta de cortisol más alta al estrés que otras personas debido a su alto nivel de ansiedad. Así que, aunque tienen una capacidad de trabajo alta, hacer demasiado volumen puede de hecho limitar sus ganancias debido a la producción más alta de cortisol.

Dieta
No lo hacen muy bien con una dieta en la que se restrinjan los carbohidratos. Necesitan al menos una pequeña cantidad de carbos en cada comida principal, tanto para bajar los niveles de cortisol como para evitar que la serotonina baje todavía más. Los carbos pre-entreno (para bajar la salida de cortisol) y por la noche (para aumentar la serotonina) son especialmente importantes.

¿Cuál es tu tipo? 

¿Cuál es tu tipo neurológico? ¿Y qué significa cuando se trata de tu plan de entrenamiento y nutrición? Eso es lo que cubrirá el resto de esta serie de artículos. Al final, sabrás exactamente cómo deberías estar entrenando y comiendo para alcanzar tus objetivos.



 Fuente:

http://www.masfuertequeelhierro.com/blog/2017/05/entrenando-conforme-a-tu-personalidad-el-sistema-de-neuro-tipo/


Nota: El enfoque dado al entrenar y lo demás es muy simplista. Veánse los comentarios en el artículo original en el enlace.



lunes, 18 de agosto de 2014

Yo Debí Haber Ganado Ese Certamen


Por Michael Wetmore

Un vistazo entre bastidores a lo que sucede en realidad en una prueba física desde el punto de vista de los jueces y también del competidor. Si alguna vez has participado en una prueba culturista, tendrás que ver con este artículo.

El culturismo es uno de los deportes más subjetivos del mundo y juzgar una competición es una tarea muy difícil ya que no hay un patrón exacto para valorar todos los tipos de cuerpos. Aunque hay unas líneas de guía para el jurado,en el análisis final, a menudo acaba valorándose lo que personalmente les gusta o no les gusta a los jueces en lo que se refiere a tipos de físico, especialmente en las decisiones muy igualadas. Comprensiblemente, entre los concursantes las reacciones ante un físico son siempre muy variadas.

Los ganadores están seguros de que se hizo justicia. Los perdedores pueden darse cuenta de que necesitan trabajar más y convertir la derrota en una victoria a su experiencia de aprendizaje.

Pero con más frecuencia, se sienten menospreciados e incluso discriminados por lo que ellos creen una pobre actuación oficial.

Michael Wetmore ha enfocado el tema desde ambos lados del escenario. Él es un culturista competitivo y juez nacional de la NPC. Durante diez años Michael actuó como vicepresidente del Cómite Nacional de USA.

En su artículo conocerás lo que los jueces buscan. Wetmore te familiazará con los misterios del arte de ganar un certamen -¡lo que conecta y lo que desconecta el papel del jurado!

Wetmore nos muestra lo que es un competidor de primera en un certamen y examina «la agonía de la derrota» con una inteligente conclusión filosófica. ¡Esta es una historia que tenéis que ver muchos de los que habéis estado allí!



El olor a aceite de coco y almendra mezclado con un sudor fresco pesa en el ambiente tanto como un press de banca de ocho discos grandes. El ruido metálico del hierro y las explosiones de una agitad respiración llenaban mis oídos. Algunos estaban sentados tan inmóviles como estatuas romanas. Como en un estado de trance, sólo el movimiento de sus ojos traicionaba su serenidad.

Rápidas miradas de reojo buscaban en sus oponentes la tan-esperada-debilidad. Otros eran una confusión de movimiento paseándose y congestionando y posando y rezando-. Rezando para que ocurra el milagro en esta última hora. 

«Cinco minutos» gritó el presentador dando la tercera llamada de los últimos quince minutos. Yo terminé lo que de verdad esperaba que fuera mi última congestión. Ya sentía el sabor de langostas de sudor en mis labios. Mejor dicho su falta de sabor. Había desaparecido el fuerte sabor salado de los duros entrenamientos del gimnasio.
Sólo quedaba un ligero sabor a aceite, lo que suavemente me recordaba que «llegó la hora de la prueba». Me siento bien. Creo que puedo ganar esta vez. Midiendo a los competidores, sólo hay en realidad un chico que me preocupa. No... ni siquiera él me preocupa.

Mire a mi alrededor y me hacía preguntas sobre los otros competidores. ¿No les había dicho nadie el aspecto que tenían? La mayoría tenían un buen aspecto aunque yo no habría competido si hubiera tenido un cuerpo como el de ellos. Ellos habían venido a competir, no a ganar. Había varios que habían venido a ganar, pero pude ver por la mirada de sus rostros cuando me vieron que ellos sabía que no era su día. Excepto aquel chico... Él es un presumido S.O.B... Admito que parece preparado pero no es tan grande como yo. Y creo que también estoy en mejor forma.

«¡Alinéense!» Gritó el presentador haciendo estallar mis pensamientos en mil pedazos.
Caminamos sobre el escenario y nos ponemos de cara a los jueces. Yo intento no mirar hacia la cruel iluminación del escenario, esa iluminación que pondrá de relieve todos los defectos. La grandeza o casi grandeza ,de los que competimos también se pondrá de relieve bajo esas mismas luces.
Yo me esfuerzo por mantener una posición de frente en la alineación.

Espero que todos estas semanas de régimen y horas de duro entrenamiento tengan su recompensa. Veo los ojos de los jueces moverse de un lado a otro de la fila. Se detienen un momento y toman notas en sus hojas de puntuación. Yo intento leer algún tipo de aprobación en sus miradas, en vano. Siento el dolor de mis dorsales. Me concentro para mantenerlos tan abiertos como puedo. Aguanto también mis abdominales. Permaneced tensos, pienso. ¡Mis cuadríceps están ardiendo! ¡Los flexiono con la dureza de una vaca! Los mantengo así hasta que... «un cuarto de giro a la izquierda», dice el juez. Tomo rápidamente un trago de aire fresco mientras paso a una postura de costado. Mantengo el pecho erguido. La caja torácica totalmente ensanchada.

Estoy frente a frente con un competidor. Uno de nosotros ha girado en sentido equivocado. Por un segundo dudo de mí; entonces el juez dice al número 17 que gire hacia el otro lado. Los dos comprobamos nuestros números. Rápidamente un compañero gira para colocarse en la posición correcta.

El jefe del jurado continúa con la alineación de espalda, del otro lado, y vuelta a la posición de frente.

No puedo creer lo cansado que me encuentro. Salimos del escenario. No puedo explicar mi sensación de cansancio. Empiezo a congestionar otra vez, preparando mi rutina de pose individual. Sesenta segundos... años de duro entrenamiento me han llevado hasta aquí. Este es mi momento de posar solo.Todos los ojos estarán puestos en mí. Entro al escenario. Hago mi primera pose, un duro doble bíceps. «Nadie me va a ganar en esta pose me digo a mí mismo. Paso a un imponente lado de pecho total. Intento visualizar la famosa pose de espalda de Arnold mientras ejecuto la mía. Oigo a una multitud empezando a interesarse. Oigo a mis compañeros de entreno gritar "despacio". Mi madre dice "¡Ese es mi hijo!" "Gracias mamá" pienso para mí. "Diez segundos", advierte el jefe de jurado. "Voy bien de tiempo" me digo a mí mismo. "Tiempo" anuncia el jefe de jueces. Ataco con entusiasmo una pose super musculada y la congestiono con todas mis fuerzas. "Gracias" dice el juez secamente, haciéndome saber que había usado todo el tiempo que me correspondía»

Estoy de nuevo entre bastidores. Empiezo otra rápida congestión. Acepto modestamente unos cuantos cumplidos de algunos competidores. Volvemos al escenario. Ahora tienen lugar las comparaciones. Los jueces comparan primero los grupos del final y del medio. Yo tengo buen cuidado de colocarme bien enfocado. «Ponte bien prieto», me digo a mí mismo una y otra vez.

Finalmente llaman al mejor grupo. Se nos compara con cinco o seis poses. Los jueces nos mueven de un lugar a otro. Ahora estoy colocado junto al chico que es mi más estrecho competidor. Estoy contento; ahora verán los jueces que yo soy el mejor. Ataco cada pose dándole todo. La multitud se vuelve loca. El jefe del jurado les dice que «¡se calmen!» porque no podemos oír cuando anuncia la siguiente pose. Pose tras pose, vamos luchando. Ya no queda nada. 

¡Esto es todo! Mi boca está tan seca como una toalla caliente. Mi lengua la siento de un modo parecido. Ahora les toca el turno a las aspiraciones y expiraciones profundas. Estoy preparado para luchar hasta el final, sin embargo, finalmente dice el jefe del jurado "Gracias señores, tengan la bondad de volver a colocarse por orden numérico».
Los jueces echarán un último vistazo para comprobar los números. El jefe anuncia «Los veremos esta noche a las siete».

El tiempo que transcurre entre el pre campeonato y la prueba de la noche es el limbo del culturista. Me alegro de que el pre campeonato haya terminado. Estoy deseando que llegue la exhibición de la noche. La rutina que he estado preparando seguro que va a gustar a los espectadores. La música comienza de forma suave y va creciendo hasta llegar a un intenso final. He pasado horas perfeccionando mis evoluciones y ejecutando mis poses para sacar ventaja de los acordes musicales.

Aunque estoy tan seguro de que he ganado, todavía bailan en mi mente pequeñas dudas. Yo las ahuyento considerándolas simple flaqueza humana. Decido concentrarme en el lado positivo. Tengo que ser positivo. Creo que he ganado la prueba; sin embargo, nunca se sabe «hasta que cante la dama gorda».

MÁS TARDE

Esto fue todo, la gran prueba. Mi rutina había salido precisa como un reloj. Recibí una ovación de la multitud en pie -decididamente la mejor respuesta de los fans. Los jueces tenían la palabra.

Yo estaba en pie junto a los otros finalistas. Estábamos esperando que el maestro de ceremonias anunciara el fallo. Yo veía las bonitas chicas escudriñando la mesa de los trofeos. Se estaban asegurando que tenían el trofeo correcto para el puesto correcto. El maestro de ceremonias esperó anunciando el quinto puesto. Yo estaba seguro de que había ganado, pero en cierto modo uno contiene la respiración por la incertidumbre de que pudiera prevalecer la insensatez.

Respiré con alivio cuando anunciaron el quinto puesto. Repetí el mismo proceso, un poco más intensamente según iban subiendo las calificaciones -4º puesto... 3º puesto. Ahora habíamos llegado a los dos finalistas.

La victoria estaba tan cerca que podía saborearla. ¡Qué gran sensación! Las luces brillantes, el murmullo de la multitud -merecía la pena. Yo sabía que saborearía este momento para siempre. 

Oí al maestro de ceremonias comenzar su último y dramático anuncio «...El ganador... del Best Bodybuilder Contest... de 1988 en la categoría de pesos pesados ligeros... es... (parecía durar una eternidad) el número 22 Joe.....».

¡Unnghh! Fue como la coz de una mula. Sabía bien donde se sentaban los burros que habían lanzado las coces. Se sentaban en la mesa del jurado. ¡No puedo haber perdido este certamen! ¡¡No puede ser!!
Sentí náuseas; mi cabeza flotaba. La multitud estaba todavía abucheando la decisión
La chica del trofeo me estaba ofreciendo el trofeo del 2º puesto. "Voy a hacer pedazos este trofeo. ¡Esto es una aberración! ¡Esto es una locura! ¡Yo no entrené para ser el segundo! No puedo creer que esto me suceda a mí... Tengo que controlarme. Tengo que controlar mi disgusto. No quiero parecerme a otros tontos que he visto a veces. ¡Yo tengo más clase que todo eso, pero ahora sé como se sienten!» El ganador Joe se vuelve hacia mí, me tiende la mano y sonríe.

¡Eso es todo! ¡¡Aquí termina todo!! El brillo de la sonrisa de Joe se desvanece un poco cuando las piernas de plástico de mi trofeo crujen bajo el enfurecido apretón de mi mano. ¡¡Wheeeco!!

«Contente» pensé mientras daba la mano a Joe. Luché por por mantener el trofeo intacto con mi otra mano. En realidad no es culpa de Joe, han sido los malditos jueces.

Ahora estaba saliendo entre bastidores. Mi familia y mis amigos se me acercaron. Todos hablaban a la vez. «Te han robado. Debiste haber ganado ese concurso».

«Es todo política» «Está todo arreglado».
Había ruido y furor por todas partes. Mi madre dijo que iba a »decir un par de cosas a los jueces». Yo miraba ferozmente a los jueces según iban pasando por mi lado.
Ellos miraban al suelo o a otro lado. Estaban evitando mi mirada deliberadamente.
Eso lo confirmaba. Sabía que me habían robado.
Ni siquiera pude dormir aquella noche.
Todo el mundo me decía lo mismo. «Tenías que haber ganado este certamen».


LA SEMANA SIGUIENTE

Fui al gimnasio una semana después. Todavía estaba resentido por haber perdido un certamen que debería haber ganado.

No me apetecía hablar de ello, pero lo primero que me decían los demás era «debiste haber ganado este certamen».

Parece ser que todos lo sabían menos los jueces.

Entonces vi a uno que estaba en la máquina de piernas. «Miren quien está aquí», «el juez número tres». Hasta la semana anterior yo había creído que este chico era un juez bastante bueno. Decidí tener unas palabras con él. Y me descolgué con un «yo debí haber ganado este certamen».

El respondió: «Hablemos de ello»,mientras me alejaba de la gente que estaba empezando a amontonarse. El juez número tres dijo «estoy de acuerdo, tú debiste haber ganado aquel certamen». «Bien, entonces ¿por qué no lo hice?» dije bruscamente. «Yo voté por ti así como otros dos jueces» dijo el juez número tres.

«Desgraciadamente para ti los otros cuatro jueces votaron por Joe, el número 22».

Yo me sentía tan ultrajado con la conclusión del certamen que no había comprobado los resultados finales. Me sentí un poco mejor al saber que al menos tres jueces tenían algo de sentido.

«Siéntate», dijo el juez número tres.
«Aquella exhibición estuvo muy reñida», el juez continuó, «especialmente durante el precampeonato. Tú eres más grande y estabas en mejor forma. Tu torso es mejor. Las piernas de Joe son mejores que las tuyas, así como sus abdominales».

«Un momento» protesté. «Los abdominales de Joe puede que sean un poco mejores pero sus piernas no».

«Espera», dijo el juez número tres, «¡En mi opinión tus piernas son más voluminosas pero las de Joe tienen más detalle y definición; las inserciones de Joe también son mejores!».

El juez continuó, «yo no te puse a ti en primer lugar hasta el final del precampeonato. La cosa estaba entre tu superior forma y tamaño y el físico de Joe ligeramente más pequeño pero más recortado. Tú empezaste a destacar según el precampeonato iba avanzando»

«Otra cosa que puede haber estado en contra tuya», dijo el juez, «es que Joe ha ganado los dos últimos concursos en que ha participado. Se le considera un ganador. El culturismo es un deporte subjetivo; hay un elemento precedente de inclinarse a favor del campeón en las decisiones más reñidas. Yo no digo que esté bien», siguió el juez, «pero esa es la verdad».

El juez continuó, «ahora llega llega la exhibición de la noche. Ha desaparecido todo el agua de tu piel. Tienes un aspecto estupendo. Joe ha pasado ahora su apogeo. Su definición está ligeramente borrosa. Joe tiene que esforzarse para tener su mejor aspecto. La multitud reacciona según lo que ven; tú estás mejor. Lo que vi como casi un triunfo para ti en el pre campeonato, es ahora un claro triunfo en la prueba de la noche. ¡Pero es demasiado tarde! Para entonces las puntuaciones ya se han contado».

Yo tuve que preguntar al juez: «¿Y qué hay del hecho de que los jueces ni siquiera me mirasen después del concurso?» Yo pensé que pasaba algo.

El juez respondió:« Tú estabas decepcionado después de la prueba -visiblemente agitado-. No creo que nadie quisiera hablar contigo después del incidente del trofeo. Sí», continuó el juez. «Yo vi la expresión de la estatuilla. Me alegro que no fueras más lejos».

«Después de la prueba de la noche« dijo el juez, «Yo hablé con algunos de los otros jueces. Me dijeron que ellos hubieran votado por ti; si hubieras tenido tan buen aspecto durante el pre campeonato».

«Ya sé lo que quieres decir» dije yo, «pero todos mis amigos piensan que yo debería haber ganado. Ellos estuvieron en el pre campeonato».

El juez respondió: «Yo nunca he oído un incidente donde la gente se acercara a un competidor en una exhibición reñida y dijera:«tú deberías haber perdido ese concurso». Esto sencillamente no sucede. Tus amigos y tu familia tienden a ser parciales».

El juez continuó: «tu potencial es ilimitado; me gustaría verte sacarle partido. Mejora tus piernas y preséntate más recortado la próxima vez».

Me sentí un poco mejor después de hablar con el juez. Todavía me gustaría haber ganado ese concurso tan reñido.

Dos meses después miré algunas fotos del pre campeonato. Vi donde podía haber estado mejor. La próxima vez no voy a dejar ni una sombra de duda en las mentes de los jueces. Voy a presentarme en mi mejor forma. Lo voy a hacer por mí en primer lugar y por los jueces en el segundo. De todos modos no hay garantía de que mi idea de un físico perfecto sea igual que el concepto de los jueces.

Todavía puedo oír lo último que el juez me dijo. «Si compites en este deporte el tiempo suficiente, te van a suceder dos cosas. ¡Vas a ganar un certamen que tal vez no deberías haber ganado. Y vas a perder un certamen que tal vez deberías haber ganado!».


Revista Musclemag nº 4, marzo, páginas 89-92.