Mostrando las entradas con la etiqueta Apolo 11. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Apolo 11. Mostrar todas las entradas

miércoles, 24 de julio de 2024

Un Día como Hoy en un Libro

1823

Venezuela
Entre tanto, restaurada la monarquía española bajo Fernando VII, éste había enviado al general Pablo Morillo,  “el Pacificador”, con 10.000 veteranos del as guerras napoleónicas a consolidar el dominio hispano.
Bolívar desembarcó en la isla Margarita y pasó al continente. En los años 1817-18 batió a los realistas con la ayuda del general José Antonio Páez y sus “llaneros”, libertando nuevamente la mayor parte de Venezuela, cuya capital se estableció provisionalmente en Angostura (hoy Ciudad Bolívar). Comprendiendo que estos triunfos serían  también efímeros mientras los españoles dominaran la Nueva Granada, llevó a cabo una audaz campaña en la que, atravesó la Cordillera de los Andes y derrotó decisivamente a los realistas en el Puente de Boyacá (7 de agosto, 1819). En diciembre de ese año el Congreso de Angostura proclamó la constitución de la Gran Colombia, según la cual los antiguos Virreinato de la Nueva Granada y Capitanía General de Venezuela constituyeron un solo estado, al que se incorporó la actual presidencia de Quito.
En junio 24, 1821, los patriotas ganaron la batalla de Carabobo, con la cual se consolidó la libertad de Venezuela, y el 24 de julio, 1823 ganaron la batalla naval del Lago de Maracaibo, librada entre la escuadra republicana mandada por el Contralmirante José Padilla y la realista mandada por el Capitán de Navío Ángel Laborde.
 
Almanaque Mundial 1981
 

 

1895

Tras muchas penalidades, divisaron tierra el 24 de julio. Contaron que tardarían tres días en alcanzarla, pero tardaron trece, durante los cuales viose Nansen paralizado por un fortísimo ataque de lumbago. Pero, ¡al fin!, llegaron ante la superficie del mar y quedaron atrás todas las penalidades. Ataron los dos kayaks y colocaron los trineos atravesados sobre ellos, una vez todo arreglado, se deslizaron hacia tierra y llegaron a una pequeña isla que Nansen bautizó con el nombre de Eva, en recuerdo de su esposa. Después de dejar atrás varias islas del grupo de  la Tierra de Hvidten, bordearon otras de la Tierra de Zichy, finalmente decidieron invernar en la Tierra de Francisco José. Excavaron un hoyo y plantaron un recio tronco que sostenía algunas pieles de morsa que hacían las veces de tejado; la grasa de morsa les proporcionaba luz y calor.
Pasaron la larga noche polar procurando dormir lo más posible ―días hubo en que durmieron 20 horas—, y cuando legó el mes de marzo se prepararon para partir, recomponiendo su vestuario, reparando los objetos esenciales para el viaje y repasando el abrigo y la comida.

La Conquista de la Tierra, de Juan Maluquer de Motes et al




1911

Hiram Bingham
Viajero norteamericano (1875-1956). Antropólogo de la Universidad de Yale, Estados Unidos. Descubrió ayudado por guías lugareños, en 1911, Vilcapampa la Vieja, la ciudad perdida e ignorada por los exploradores y arqueólogos, y cuyo emplazamiento fue desconocido por siglos. La bautizó con  el nombre de Machu Picchu (“pico viejo”) denominación antigua de la cumbre en que se encontró al lado de otra  (conocida como Huayna Picchu “pico joven”). Exploró toda la  región en sucesivas expediciones de 1911, 1912 y 1915.


¿Cómo  descubrí Machu Picchu?

Se recordará que en julio de 1911 comencé la búsqueda de la última capital incaica. Acompañado por un querido amigo, el profesor Harry Ward Foote, de la Universidad de Yale que era nuestro naturalista, y de mi compañero de clases el Dr. Wm. G. Erving, cirujano de la expedición, entré en el maravilloso cañón del Urubamba bajo la fortaleza de Torontoy. (…)

El amanecer del 24 de julio fue de una helada llovizna. Arteaga tiritaba y se mostraba inclinado a permanecer en su choza. Le ofrecí remunerarle bien si me mostraba las ruinas a lo cual objetó que era muy pesado el trayecto ascendente en un día tan húmedo. Pero cuando descubrió que yo estaba dispuesto a pagarle un sol, o sea, tres o cuatro veces el salario que se pagaba en las vecindades, consintió finalmente venir. Cuando le preguntamos dónde estaban las ruinas, señaló rectamente hacia lo alto de la montaña. Nadie supuso que serían especialmente interesantes, ni tampoco alguno mostró interés en acompañarme. El naturalista dijo que había… “¡más mariposas cerca del río!” y que tenía la razonable certeza de poder coleccionar algunas nuevas variedades. El cirujano declaró que iba a lavar y a remendar su ropa. En todo caso, era mi trabajo investigar cualquier informe sobre ruinas y tratar de encontrar la capital incaica.
Por eso acompañado del sargento Carrasco,  dejé la tienda a la diez de la mañana. Arteaga nos llevó por alguna distancia corriente arriba. (…)
Después de una caminata de tres cuartos de hora, Arteaga abandonó el camino principal y se internó en la selva hasta la ribera del río. Aquí había un puente primitivo que cruzaba la corriente rugidora en su parte más angosta, en donde el arroyo se veía obligado a deslizarse entre dos peñascos. (…)

Dejando el arroyo, luchamos por abrirnos camino a través de una densa espesura, y a los pocos minutos llegamos hasta la base de una ladera muy abrupta. Durante una hora  y veinte minutos tuvimos una dificultosa ascensión, buena parte de la cual hubimos de hacerla a gatas y  a veces sosteniéndonos con las uñas. (…)

Poco después de mediodía, cuando estábamos completamente agotados, llegamos a un pequeño cobertizo cubierto de nieve a dos mil pies  sobre el río, en donde varios bondadosos indios, agradablemente sorprendidos con nuestro inesperado arribo, nos recibieron con goteantes calabazas llenas de agua fresca. En seguida nos sirvieron unos cuantos camotes* cocinados. Parece que dos hacendados indios, Richarte y Álvarez, habían escogido estos nidos de águila para instalar sus reales. Encontraban aquí bastantes terrazas para sus cosechas. Admitieron riendo que disfrutaban al sentirse libres de visitas inoportunas, funcionarios que buscaban “voluntarios” para el ejército y cobradores de  impuestos (…)

Nos hablaron de dos sendas hacia el mundo exterior, una de las cuales era la que habíamos recorrido; la otra, “todavía más difícil” consistía en un peligroso sendero hacia la ladera exterior de un rocoso precipicio, en el  otro lado de la cadena. Eran las únicas vías de salida durante la época húmeda, en la que el primitivo puente sobre el cual cruzamos nosotros no se podía transitar. (…)

Sin la más leve esperanza de encontrar algo más interesante que las ruinas de dos o tres casas tales como las que vimos en distintos sitios a lo largo del camino entre Ollantaytambo y Torontoy, abandoné finalmente la fresca sombra de la choza y trepé hacia la cresta en torno a un pequeño promontorio. Melchor Arteaga había estado allí una vez, así es que decidió quedarse para descansar y chismorrear con Richarte y Álvarez.  Conmigo fue un muchacho pequeño para que me sirviera de “guía”. El sargento estaba obligado a seguirme, pero creo que debe haber sentido muy poca curiosidad por lo que había que ver.

Apenas abandonamos la cabaña y dimos vuelta al promontorio, nos encontramos con un inesperado espectáculo: un gran trecho escalonado de terrazas hermosamente construidas con sostenes de piedra. Había quizás un ciento de ellas, cada una de unos cien de largo por diez de alto. Se veían recientemente rescatadas de la selva por los indios.  Un verdadero bosque de grandes árboles que crecieron en las terrazas durante siglos fueron derribados y en gran parte quemados para despejarlas con propósitos agrícolas. La tarea resultó demasiado grande para los dos indios, de modo que los árboles quedaron como habían caído y sólo se les pudo despojar de algunas ramas. Pero el antiguo suelo, cuidadosamente cultivado por los incas, era capaz todavía de producir ricas cosechas de maíz y de papas.
No existía, sin embargo, nada que pudiera entusiasmarnos. Conjunto similares de terrazas bien construidas se pueden ver en la parte superior del valle del Urubamba en Pisac y Ollantaytambo, como también en un sitio tan opuesto como Torontoy. Por eso seguimos pacientemente al menudo guía a lo largo  de una de las terrazas más anchas, en la cual una vez hubo un pequeño conducto para el agua, y nos abrimos camino al interior de una selva virgen que seguía inmediatamente. De pronto me encontré ante los muros de casas en ruinas construidas con el trabajo de piedra más fino que hicieran los incas. Era difícil verlas, porque estaban en parte cubiertas por árboles y musgo, crecimiento de siglos, pero en la densa sombra, escondidos entre espesuras de bambúes y lianas enredadas, aparecían aquí y allá muros de bloques de granito cuidadosamente cortados y exquisitamente encajados. Nos arrastramos a través de la espesura trepando las paredes de las terrazas y rompiendo los velos de los bambúes, en lo que nuestro guía se desempeñaba más fácilmente que yo. De repente, sin ninguna advertencia, bajo una enorme saliente colgante, el muchacho me mostró una cueva forrada con la más fina piedra, que, sin duda, habría sido un mausoleo real. En lo alto de esta saliente se encontraba un edificio semicircular, cuya pared externa, en suave pendiente y ligeramente curva, mostraba un parecido sorprendente con el Templo del Sol en el Cuzco. Este podía ser otro. Seguía la curvatura natural de la roca y estaba empotrado en ella por uno de los más finos ejemplos de albañilería que yo hubiese visto. Además, amarraba en otra hermosa muralla hecha de bloques de muy cuidadosamente aparejados de puro granito blanco que habían sido escogidos por su fina apariencia. (…) Por la belleza  del blanco granito esta estructura sobrepasaba en atractivo a los mejores muros del Cuzco que habían maravillado a los viajeros durante cuatros siglos. (…)

Realmente me quedé sin aliento. ¿Cuál podía ser este lugar? ¿Por qué nadie nos dio idea alguna de él? Hasta Melchor Arteaga se mostró sólo moderadamente interesado y no apreció la importancia de las ruinas que Richarte y Álvarez habían adoptado como terrenos para su hacienda. (…)

Esta podía ser la “ciudad principal” de Manco y sus hijos, esa Vilcapampa en que estaba la Universidad de la Idolatría, a la cual Fray Marcos y Fray Diego trataron de llegar.
Pero a esas ruinas se les llamó Machu Picchu, porque cuando las descubrimos nadie sabía en qué otra forma nombrarlas y ese nombre se aceptó y se continuará usando, aunque nadie discute que este era el nombre de la antigua Vilcapampa.

(Tomado de Hiram Bingham, La Ciudad Perdida de los Incas, Santiago de Chile, Editorial Zig Zag, 1949)



El Perú Visto Por Viajeros, Tomo II La Sierra  ― La Selva, prólogo, recopilación, y selección de Estuardo Núñez, Ediciones Peisa, Lima, págs. 100-108

*Camote: tubérculo también llamado apichu, batata, papa o patata dulce, boniato, chaco.

Nota.- El lugar que Bingham bautizó como Machu Picchu no era Vilcabamba la Vieja como se creyó durante un tiempo, sino que este último nombre corresponde a otro sitio dentro del mismo departamento del Cuzco.
He puesto sólo una parte del texto porque es más entendible cuando tantos detalles pueden hallarse dentro de  un libro y a su vez no es tan práctico cuando se colocan en Internet.




 

1969

16/24 julio, 1969. Apolo 11. Primera exploración humana de la Luna. Armstrong y Aldrin permanecieron 2 horas 30 minutos fuera del módulo lunar antes de reunirse con Collins, que permaneció en órbita en el módulo de mando, y regresar a la Tierra.

Almanaque Mundial 1980



 

1974

Julio
24. El Tribunal Supremo de Estados Unidos decide que el presidente Nixon no puede invocar los privilegios del poder ejecutivo y debe obedecer el mandato judicial que le conmina a entregar diversos documentos y grabaciones relacionados con el caso Watergate.

Almanaque Mundial 1976


sábado, 20 de julio de 2024

Un Día como Hoy en un Libro

1810

Colombia
La Independencia
La primera revuelta contra las autoridades coloniales —llamada de los Comuneros, en la que fue héroe José Antonio Galán—, estalló en el  Socorro en 1781. Aunque frustrada, fue el   preludio de la lucha emancipadora.
En 1794 Antonio Nariño, el Precursor, publicó una traducción del francés de los “Derechos del Hombre”, y fue condenado a 10 años de presidio en África.
El 20 de julio de 1810, una junta rebelde depuso al virrey Antonio Amar y Borbón, y se apoderó del mando en Bogotá en nombre de Fernando VII (entonces  prisionero de Napoleón en Bayona). Fue éste el principio de la guerra de Independencia, que se libró con fortuna para los patriotas hasta 1815 cuando, caído Napoleón, España mandó a Pablo Morillo al frente de 10.000 veteranos, con los cuales tomó a Cartagena (la Ciudad Heroica) después de un enconado sitio de 106 días, y subió a Bogotá. La “pacificación” de Morillo fue sangrienta: centenares de mártires fueron inmolados en sus cadalsos en 1816 durante el “régimen de terror”: entre ellos Camilo Torres, el primer presidente de las Provincias Unidas, el sabio Francisco José de Caldas, Liborio Mejía, Custodio García Rovira, Manuel Rodríguez Torices, la heroína Policarpa Salavarrieta, y los próceres del 20 de julio, Antonio Baraya, Miguel Pombo, Frutos Gutiérrez, Joaquín Camacho y José María Carbonell.

Almanaque Mundial 1981

 

 

1866

Almirantes de todos los tiempos

Carlo Pellion di Persano. Almirante italiano (1806-1883).
Comandante de la flota en la guerra contra Austria en 1866. Derrotado por el almirante austríaco Tegetthoff en la batalla naval de Lissa, en el Adriático (20 de julio, 1866)
La nave capitana Re d’Italia con poderoso blindaje fue atacada con espolón y hundida.
Anterior a esta acción había comandado el asedio a Ancona (1860) y Gaeta (1861).
Sometido a consejo de guerra fue destituido de su mando en 1867.


Wilhelm von Tegetthoff. Almirante austríaco (1812-1871). 
Formó parte de la escuadra austro-prusiana que venció a la flota danesa en Helgoland (1864).
Al mando de la flota austríaca derrotó a la flota italiana en la batalla de Lissa (20 de julio, 1866).

Almanaque Mundial 1981

 

1944

Atentado frustrado
El 20 de julio de 1944 la radio de Berlín canceló su anunciado programa “El exterminio de las ratas” para declarar que Hitler había sido víctima de los asesinos.
El coronel conde Claus von Stauffenberg dejó una bomba de tiempo dentro de un maletín durante una reunión del estado mayor de Hitler. Después de la explosión, el Führer salió con magulladuras y quemaduras.
Entre los organizadores del complot figuraban el mariscal de campo Erwin von Witzleben, los generales Friedrich Olbritch, Eric Hoepner, Kurt Zeitzler y Ludwig Beck, el almirante Wilhelm Canaris, el doctor Carl Goerdeler, el barón Ulrich von Hassel y el conde Wolf von Helldorf.
Entre los complotados, unos fueron fusilados, otros ahorcados y otros se suicidaron.

Almanaque Mundial 1974


Operaciones secretas de la Segunda Guerra Mundial

Valkyrie (Valquiria)
Plan de los conjurados alemanes contra el régimen nazi en 1944, que no se ejecutó al fracasar el atentado contra Hitler, julio 20, 1944.

Almanaque Mundial 1972


Segunda Guerra Mundial
Estados Unidos reconquista Guam (julio 20).

Almanaque Mundial 1975



 

1969

Primeros hombres en la Luna (Neil Armstrong y Edwin Aldrin; Michael Collins permaneció en órbita)
Nave: Apolo 11
País: Estados Unidos
Peso: 43.862 kg
Lanzamiento: 16 de Julio 1969
Lugar: Cabo Cañaveral
Cohete impulsor: Saturno 5
Número de órbitas lunares: 31
Alunizaje: 20 de julio 1969
Permanencia en suelo lunar: 21 horas 36 minutos.

Almanaque Mundial 1983 

 

 

1974

Chipre
Durante la I Guerra Mundial (noviembre 5, 1914), Chipre fue anexada por los ingleses y en mayo 1, 1925, fue declarada Colonia británica. En abril de 1955, los griegos chipriotas iniciaron la guerra de guerrillas contra los ingleses. Cuatro años más tarde (febrero 19, 1959), después de las conversaciones de Zürich, se firmó en Londres un acuerdo entre los gobiernos turco, inglés y griego, concediéndole a la isla su independencia, rechazando la enosis (‘anexión’ a Grecia) y la partición. Gran Bretaña mantuvo la soberanía sobre las bases militares.
Electo presidente en 1960, el arzobispo Makarios III trató de que las comunidades turca y griega convivieran en paz. Pero en 1963 estalló la violencia, determinando la intervención de las fuerzas de paz de la ONU.
En julio 15, 1974, los oficiales griegos destituyeron a Makarios.
Turquía invadió la isla en julio 20 con 40.000 soldados, ocupando el 40 % del territorio.

Almanaque Mundial 1979

 

 

1976

20/31 julio, 1976. Viking 1 descendió en Marte y comenzó a transmitir fotografías del paisaje marciano.
También realizó mediciones en la atmósfera del planeta rojo y, subsanada una falla en la pala excavadora, tomó muestras del suelo. Los análisis arrojaron altos niveles de actividad química aunque ninguna evidencia definitiva de la existencia de vida.


Almanaque Mundial 1980