martes, 31 de diciembre de 2024

Sorpresa de fin de año

Pc: He decidido darte una sorpresa antes de año nuevo.

X: A mí me tiene sin cuidado esa idiotez de festividad borrega y frívola de origen romano que sólo es un cambio de fecha, y ya suelta tu sorpresita porque todo el 2024 te la has pasado fastidiándome a cada rato.

Pc: He decidido morir este fin de año. 

X: Qué novedad, qué emoción, si eso ya se veía venir con tu porquería interna de obsolenscencia programada.

Otra vez hay que llevarte a reparar para ver si aún aguantas un tiempo más y salvar los datos que de ninguna manera te llevarás así nomás antes de poder venderte como chatarra.

Ahora tengo que ver cómo hago para seguir mientras tú estás en el taller de reparaciones Future Trash

 

Cambiando de tema:

Qué hermoso panorama nos espera el  próximo año con Nada nuevo bajo el sol: las guerras, los accidentes, la violencia, la pobreza, las enfermedades, la hambruna en el mundo, los escándalos, la corrupción, el abuso de poder, la discriminación, la ignorancia, el prejuicio, la injusticia... toda la inaceptable sarta de estupideces habidas y por haber. 

No hay nada que celebrar en un día si seguimos así. 

miércoles, 18 de diciembre de 2024

Concierto Anual Urbano

¿Qué es eso que suena tan fuerte en la calle y que no deja estudiar o dormir?

¿Es una manifestación?
No

¿Están cantando villancicos?
No

¿Es algún concierto?

Claro que sí, es el Concierto Anual de la Orquesta del martillo, pico, pala, taladro, plana, apisonadora (aplanadora), pulidora, amoladora, mezcladora/revolvedora de cemento, carretillas, etc. en edificios, monumentos, plazas, parques, calles, avenidas y demás, y que sirve de fantástica excusa usada todos los benditos años para que las autoridades locales/regionales/estatales puedan decir que han hecho o están haciendo  obras en la ciudad o en la punta de la montaña y así no tengan que devolver la mayor parte del dinero presupuestado al Ministerio (o secretaría) de Economía.


Además como bello regalo navideño adicional se corta el tráfico en varias avenidas y calles de la ciudad y el tráfico se vuelve la antesala de la cámara de torturas y uno se demora un montón para ir del punto A al B y el ruido de las obras es tan maravilloso que hace desearles la muerte a quienes ya tú sabes, que se la pasan actuando de que son muy emprendedores y están tan preocupados del bienestar de los ciudadanos pero todo esto lo hacen sólo para ser vistos en la tribuna del teatro del que son unos consumados actores. 


Es una gozada todo esto... como estar internado en un gigantesco hospital psiquiátrico.

domingo, 15 de diciembre de 2024

En los Próximos Capítulos

En los próximos capítulos de este manicomio libresco alias blog tendremos:

 

Colección El Libro de Bolsillo, Alianza Editorial. Revisión

Colección Rotativa, Plaza & Janés

Colección Biografías Gandesa, Grijalbo

Colección Biblioteca Histórica Grandes Personajes

Colección Selecciones Austral

Colección Bestsellers Grijalbo

Colección Libro Práctico. Revisión

Colección Libro Clásico. Revisión

Colección Varia. Revisión

Colección Gran Reno. Revisión

Colección Biblioteca de Grandes Éxitos, Hyspamerica

Colección Grandes Éxitos, RBA 

Colección El Mundo en Color

Colección Grandes Maestros del Suspenso, Emecé

Colección Juvenil Cadete

Colección Grandes Novelistas, Emecé

Colección Club Bruguera Joven

Colección Alianza Negra, Alianza Editorial

Colección Libro Estudio, Bruguera

Colección Grandes Aventuras - Forum

Colección Aula de Literatura, Vicens-Vives

 

Otras más por explorar si se ven interesantes.


Horacio: ¿Te dará el cuerpo, las energías y el tiempo para investigar tanta cosa?

Hamlet: No lo sé, sólo el tiempo lo dirá y pensaré viendo cómo lo haré dependiendo de la información que esté disponible, si aún tengo Internet, no se daña la bendita PC, tomando en cuenta los imprevistos y si no me enfermo por enésima vez además de que soñar no cuesta nada. 

Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

Como bien escribió mi amigo Calderón de la Barca.


Comentarios de Libros

En algún momento pondré comentarios de libros pero serán sobre obras no tan conocidas ni que tampoco sean novedades con su formato de bonitas portadas y encuadernación que en el 90% de los casos son del grupo de leer y olvidar, o mejor dicho, seleccionar al máximo y a esas obras evitar comprarlas.

Serán sólo opiniones de un lector como hago en Lecturas Abandonadas ya que no soy crítico literario.

 

Sigo avanzando como puedo... ya lo verán.

 



martes, 10 de diciembre de 2024

¿Y si en lugar de hacer una prueba, hablamos?: cómo la conversación puede convertirse en una nueva clase de examen

 Por Luis Ángel Campillos Morón

 The Conversation*

 

Llega el día del examen y los nervios acechan. ¿Por qué? Podríamos encontrar numerosos motivos.

Hay quien piensa que el examen no vale para nada, porque todo lo que ha estudiado se olvida más temprano que tarde.

O para “casi nada”, porque tampoco es posible continuar con los estudios y conseguir el ansiado título sin pasar por ellos.

Como ciudadanos adultos, todos hemos “sufrido” un sistema educativo en ocasiones asfixiante

¿Por qué no examinamos al propio examen?

 

Limitar la capacidad creativa

Según Jesús Ibáñez, un sociólogo que fue considerado como "el padre" de la materia en España, el examen merma la capacidad imaginativa y crítica de los estudiantes, quienes deben limitarse a contestar de acuerdo con el catálogo de respuestas que les ha sido proporcionado de antemano.

Recordemos la escena de la película "El club de los poetas muertos" (1989, Peter Weir) en la que el profesor (interpretado por Robin Williams) anima a sus alumnos a expresar sus modos específicos de caminar contra el marcial ritmo unísono y ortodoxo al que estaban acostumbrados.

En el patio, en lugar de desfilar, de seguir un solo camino predeterminado, de acomodarse a un modo específico de ser, los alumnos comienzan a expresarse con mayor libertad, evitando tapujos, corsés y estereotipos.

Recordemos que la palabra poesía viene del griego poiesis, que significa ‘creación’.

El objetivo final del profesor (de Literatura, en el caso de El club de los poetas muertos) es luchar contra la uniformización, contra la homogeneización de la sociedad que provoca que la riqueza diferencial sea asimilada por un modelo que se impone.

Como afirma Ibáñez en la obra citada, “el examen les hace hablar convenientemente, marcando el paso, ordenada y disciplinadamente”.

 

¿Todos los exámenes son iguales

Hay muchos tipos de exámenes, desde los comentarios de texto a los problemas matemáticos. Pero ¿son todos igual de “uniformadores”?

Hay modelos de exámenes que ofrecen a los alumnos la posibilidad de contestar a su manera.

De hecho, muchos docentes animan a sus alumnos y alumnas a buscar otras formas de expresar lo aprendido.

Sin embargo, el margen de creatividad es pequeño: el examen no nos permite repreguntar o reformular las preguntas o generar nuevas preguntas.

Estas disponen ya de sus soluciones, y los estudiantes simplemente han de encontrar la opción correcta siguiendo casi al pie de la letra un libro de instrucciones.

La reflexión, la crítica y la problematización brillan por su ausencia en estos modelos.

Y no debemos olvidar que, no solo en el ámbito educativo, problematizar –es decir, poner en cuestión lo que se afirma, las verdades que se nos presentan como tales– es muy importante, pues “implica una lucha contra la estupidez”.


El antagonista del examen: la conversación
 
Frente a la “prohibición del uso poético”, podemos recurrir a un potente antagonista del examen: la conversación.

Esta es siempre abierta, inútil a priori, como la filosofía que, como decía Castoriadis, sirve para mucho más que el hecho de servir para algo determinado (en el mismo sentido que Nuccio Ordine).

En palabras de Kant: la conversación no es un medio para… sino un fin en sí mismo.

Sin guiones ni finales previstos, en la conversación los temas varían, surgen, se transforman… Una conversación es como el baile de los estorninos, conjugando caos y cosmos.

No hay jerarquía. Al conversante no se le exige ningún requisito: simplemente ha de participar… si quiere.

Al contrario que el examen, más bien cerrado y autoritario, el carácter de la conversación es abierto y democrático.

Y mientras, desde el punto de vista de la Lógica, el examen opera con disyuntores (o): o es una solución o es otra, es decir, excluyendo opciones; la conversación lo hace con conjuntores (y), incluyendo: y esto, y lo otro, ¿y quién más?, ¿y qué más?

 

Aplicaciones prácticas en un aula a través de un pódcast

Conservamos o eliminamos el examen? Hay otra opción: convertir el examen en conversación.

A pesar de su carácter indefinido y abierto, ¿es posible llevar la conversación a las aulas y convertirla en un instrumento de evaluación?

Una de las principales ventajas de implementar la conversación es que aporta ciertos valores transversales a todas las asignaturas: respetar los turnos de palabra, escucha activa, usar un lenguaje comprensible por todas y todos, etc.

Otro punto a favor es que la conversación, al no partir de un tema en concreto ni tener un objetivo final, fomenta la interdisciplinariedad y recoge los intereses de los estudiantes y las estudiantes, que hablan de lo que quieren hablar.

Sin embargo, si queremos usar la conversación como instrumento de evaluación no solo en asignaturas como Oratoria o Educación en Valores Cívicos y Éticos, hemos de fijar algunos criterios, aún a riesgo de limitar en cierto modo su carácter.

Propongamos un modelo basado en el pódcast, desde donde de paso aprovechamos también para trabajar las Tecnologías de la Información y la Comunicación. 

El proceso sería el siguiente:

  • El profesor ofrece un listado de temas (basado en los contenidos que se estudien en la asignatura).
  • Se forman grupos de trabajo, que eligen uno de los temas propuestos.
  • A lo largo de la conversación (que será grabada en formato pódcast) se trabajará el tema académico elegido, procurando explicarlo de un modo claro y conectándolo con otros temas que escojan libremente los estudiantes.

Los criterios de evaluación integrarán tanto los aspectos transversales (claridad en el lenguaje, participación de todo el alumnado) como los académicos (explicación del tema elegido). Los diferentes pódcast serán escuchados en el aula y serán autoevaluados (por los creadores del pódcast) y coevaluados (por los otros grupos de estudiantes), que ponderarán junto a la calificación del docente.

De este modo, como muestran algunos estudios al respecto, la conversación usada como herramienta educativa fomenta una participación mucho más activa y creativa del alumnado.

 

*Luis Ángel Campillos Morón es profesor de filosofía, Universidad de La Rioja.

Este artículo fue publicado en The Conversation y reproducido bajo la licencia Creative Commons. Haz clic aquí para leer la versión original.

 

Fuente: Exámenes y Conversación

lunes, 9 de diciembre de 2024

Colección Fontana Rústica

Ediciones Martínez Roca
1973- 1977

1. Irving Wallace. El Premio Nobel
2. Irving Wallace. El Hombre
3. Taylor Caldwell. Médico de Cuerpos y Almas
4. Taylor Caldwell. Prólogo al Amor
5. Drew Pearson. El Senador
6. Drew Pearson. El Presidente
7. Anónimo. Pregúntale a Alicia
8. Robinson Rojas. ¡Estos mataron a Kennedy!: Reportaje a un golpe de estado
9. Wolfgang Lotz. El Espía del Champagne
10. Peter Driscoll. La Conspiración
11. Burt Hirschfeld. Grupo Asesino
12. John J. McNamara Jr. El Fabricante de Dinero
13. Paul Dellapina. Mis Atracos
14.Charles Ridgon. Noches de Manhattan
15. Florrie Fischer. Viaje de Retorno
16. Dr. Christiaan Barnard. Tensión
17. Paul Bonacarrere y Joan Hemingway. "Rosebud"
18. Varios autores. Relatos Maestros Policíacos (Selección de Agustí Bartra)
19. Varios autores. Relatos Maestros del Crimen (Selección de Agustí Bartra)
20. Varios autores. Relatos Maestros del terror y misterio (Selección de Agustí Bartra)

viernes, 6 de diciembre de 2024

"Quería probar que los seres humanos son capaces de algo más grande que la guerra, los prejuicios y el odio": Abraham Maslow, el hombre que revolucionó la psicología


 

Por Margarita Rodríguez

BBC News Mundo

 

Abraham Maslow tuvo una visión cuando conducía su automóvil.

Vio a unas personas, sentadas alrededor de una mesa, que hablaban sobre “la naturaleza humana y el odio, la guerra y la paz, y la hermandad”.

Sucedió después del ataque a Pearl Harbor, en 1941, cuando Japón bombardeó la base naval estadounidense en Hawái.

“Yo era demasiado mayor para entrar en el ejército. Fue en ese momento que me di cuenta de que el resto de mi vida debía dedicarse a descubrir una psicología para la mesa de la paz. Ese momento cambió toda mi vida”.

De repente, el psicólogo estadounidense sintió que “debía intentar salvar al mundo y evitar las guerras horribles”.

“Quería demostrar que los humanos son capaces de algo más grande que la guerra, los prejuicios y el odio”.

Esa visión se la contó, en 1968, a Mary Harrington Hall de la revista Psychology Today.

Dos años después, a los 62 años, Maslow moriría tras sufrir un ataque cardiaco.

Su legado, aseguran los estudiosos de su obra, no solo ha perdurado, sino que en tiempos convulsos es una fuente de esperanza.

 

El Innovador 

Maslow nació en 1908 en Nueva York. Sus padres, judíos, tuvieron que huir de Rusia y emigraron a Estados Unidos.

“Con la infancia que tuve, es un milagro que no sea un psicótico. Era el pequeño niño judío en un vecindario no judío”, contó en la entrevista con Psychology Today.

 

 
 Maslow vivió la Gran Depresión, la crisis económica que desató el desplome de la bolsa de Nueva York, el 29 de octubre de 1929.
 
 
Decía que había crecido sin amigos, en bibliotecas, entre libros, y encontró en la psicología su pasión.

Desarrolló su carrera en ese campo, le intrigaba entender cómo alguien capaz de ser un ángel, podía ser un asesino.

Para Edward Hoffman, autor de “Abraham Maslow: Vida y enseñanzas del creador de la psicología humanista”, Maslow estuvo adelantado a su época.

“En muchos sentidos, sigue adelantado a nuestro tiempo”, le indica a BBC Mundo el profesor de psicología de la Universidad Yeshiva.

Y es que sus ideas fueron novedosas.

Aunque es más conocido por su teoría sobre la jerarquía de las necesidades, de la cual surgió la famosa pirámide de Maslow, hay aspectos de su trabajo que “realmente fueron revolucionarios”, le dice a BBC Mundo Margie Lachman, profesora de la Universidad Brandeis, en Massachusetts.

Allí, precisamente, Maslow fundó el departamento de Psicología.

 

Otro Camino

Maslow siguió una dirección diferente a las corrientes que existían en psicología, principalmente la psicoanalítica (de Sigmund Freud) y la conductual.

Freud teníauna visión muy pesimista de la naturaleza humana”, dice Hoffman.

El enfoque freudiano nos habla del peso de los impulsos inconscientes, incontrolables, en nuestras vidas, mientras que desde la tradición conductual se refuerza la idea de que respondemos a factores externos.

Recordemos que muchos de los estudios de los conductistas se hicieron con animales en laboratorios.

“La psicología en el tiempo de Maslow era muy determinista”, le indica a BBC Mundo David Baker, director emérito del Centro Cummings para la historia de la psicología y profesor emérito de psicología de la Universidad de Akron, en Estados Unidos.

“Te comportas como resultado de todas las fuerzas que te afectan y no hay mucho que puedas hacer al respecto”.

Pero “la originalidad” de Maslow fue ver “cosas que no estaban ahí”.

“Y eso fue algo bastante increíble en la psicología estadounidense del siglo XX”.

“Maslow vivió dos guerras mundiales, tiempos de migración masiva, opresión terrible, pobreza aplastante, pero logró trascender eso y ver algo más”.

Y lo que vio fue el potencial humano.

“Ante el conflicto, el odio, la violencia, hizo una evaluación realista y dijo: ‘Hay algo más. Hay cosas que todos están pasando por alto, tanto la psicología como la sociedad, y es que podemos ser mejores personas’”.

“Fue un punto de vista optimista, una nueva dirección”.

Maslow apostó por un enfoque humanista, que, señala Lachman, hizo énfasis en la capacidad de las personas para “hacer cosas buenas en el mundo”.

"Creía que los seres humanos son, por naturaleza, buenos y bien intencionados".

 

Toda la Vida 

A diferencia de las otras corrientes, Maslow afirmó que las personas actuaban en función de sus necesidades y motivaciones y que tenían el potencial de crecer y desarrollarse a lo largo de toda la vida.

“Y es que teóricos anteriores, especialmente Freud y algunos de sus contemporáneos, pensaban que el desarrollo (de la personalidad) básicamente terminaba cuando se llegaba a la adolescencia”, dice Lachman.

La académica aclara que, aunque algunos psicoanalistas como Carl Jung o Erik Erikson también creían en el desarrollo en el transcurso de la vida, Maslow realmente enfatizó “la importancia de pensar en el potencial para crecer a lo largo de la vida”.

Además, señala la experta, mientras algunos de los primeros teóricos se centraron más en individuos con, por ejemplo, neurosis o problemas psicológicos, lo cual fue muy importante, Maslow se interesó en “las personas a las que les iba bien”.

Y que al irles mejor, al darse cuenta de su creatividad, de su potencial, promovían no solo su propio crecimiento, sino que eso les permitía “hacer bien en el mundo”.

Centrarse en personas saludables como una manera de entender el comportamiento y optimizar el bienestar, fue un cambio muy significativo en la disciplina.

“Maslow defendió el valor de enfocarse en lo que está bien en la persona en lugar de concentrarse en lo que está mal”, escribió la profesora en un artículo de la Universidad Brandeis.

 

La Motivación

En 1954, Maslow publicó el libro “Motivación y personalidad”, en el que planteó su teoría de la jerarquía de las necesidades, que ya había explorado, en 1943, en el ensayo "Una teoría para la motivación humana".

El psicólogo explicó que cuando nuestras necesidades más básicas -fisiológicas y de seguridad- están satisfechas, desarrollamos otras necesidades y deseos que, al estar motivados, buscamos cubrir, como el aprecio y el reconocimiento.

En su trabajo original sobre la jerarquía de las necesidades, Maslow no incluyó pirámides ni triángulos. Sin embargo, otros investigadores llevaron a que su teoría se ilustrara en forma de pirámide.



En la cúspide está la autorrealización, algo que él sabía era muy difícil de lograr.

“Todos tenemos la capacidad de conseguirla, pero tenemos que ser capaces de trascender nuestra situación y esforzarnos por alcanzar nuestro potencial”, indica Baker.

Para Maslow se trataba de un proceso continuo, que dura toda la vida, en el que era importante generar situaciones que fuesen meaningful, significativas para nosotros.

“En su visión optimista, si alcanzamos la autorrealización, seremos más felices y, por ende, haremos más cosas buenas en el mundo”.

Pero a Maslow realmente no le preocupaba el tema de la felicidad, su interés estaba enfocado en el crecimiento personal y en su conexión con nuestra capacidad para hacer buenas cosas.

Hoffman nos habla de la eupsiquia, un término que Maslow acuñó para describir “la mejor sociedad posible”, una orientada en potenciar el crecimiento de sus miembros.

“Maslow era realista, sabía que ningún ser humano puede ser perfecto, que todos tenemos defectos”, sin embargo vio la posibilidad de esa sociedad ideal, la eupsiquia.

“Es un concepto muy importante porque creo que los jóvenes, en parte por la obsesión con las redes sociales, con internet, están atrapados en el momento. Pero Maslow era el pensador del largo plazo, de lo que los seres humanos son capaces de lograr a largo plazo”.

 

El Legado

Maslow siempre estuvo abierto a la investigación científica, sin embargo hay quienes cuestionan que no ofreció evidencia empírica para sustentar su teoría.

De hecho, hubo científicos que criticaron que en sus últimos años se convirtió más en un filósofo.

Pero lo cierto es que dejó un importante legado en su disciplina.

“Muchos de los esfuerzos más recientes en psicología se han basado en el trabajo de Maslow: él sentó las bases de lo que llamamos la psicología positiva”, señala Lachman.

Ese movimiento se centra en cómo las personas pueden vivir una vida positiva y encontrar un propósito.

“Y, al usar su propia creatividad y sabiduría, pueden ayudar a otras personas y marcar una diferencia en el mundo”.


El Mensaje

En ese proceso continuo de crecimiento que Maslow planteaba hay un punto de partida:

“Mirar dentro de nosotros y descubrir qué nos da una sensación de alegría, incluso en momentos pequeños. ¿Qué comidas nos gustan? ¿De qué temas nos gusta hablar? ¿Qué música nos hace sentir con más energía o felices? El punto de partida debe venir de comprendernos y conocernos a nosotros mismos”, indica Hoffman.

Para Baker, gran parte del legado de Maslow es “ver lo que está ahí y también lo que no está”.

“Todavía hay bondad, decencia, gente que se esfuerza por hacer lo correcto y eso es fácil de olvidar, como también es fácil sentirse abrumado por las noticias negativas, de odio, de violencia”.

“Pero era lo mismo en el tiempo de Maslow, la gente sentía el mismo nivel de miedo, desesperanza, ansiedad, depresión, pero ahí está su legado: ver más allá de eso y decir que hay algo mejor”.

Siempre he sentido que es un mensaje de esperanza”.

 

 Fuente: Abraham Maslow

 

 

domingo, 1 de diciembre de 2024

Lecturas Abandonadas XIV

Y seguimos con el Festival de opinar sobre lecturas abandonadas y sacando la espada Excalibur en 5, 4, 3, 2, 1, 0... y despegamos.


—Amelia Reynolds Long. Crimen en Tres Tiempos
Ocurre un crimen en cierta casa y llega la policía a investigar pero queda en un misterio quién lo hizo y cuál era su motivación.
A la escritora se le ocurrió dar un salto en el tiempo y contar un suceso ocurrido a otro personaje y de ahí regresa a la casa del inicio y aparecen otros personajes relacionados con el muerto.
Pasa esto y lo otro y nuevamente ocurre otro asesinato en el mismo lugar y nuevamente pues a darle con hablar del otro hecho del pasado pero sin aclarar bien qué relación tiene con los dos crímenes.
Siguen más hechos intrascendentes y cascadas de blablablá y llegué a la página 100 y me despedí de la novela porque ya no tenías ganas de jugar (leer) el segundo tiempo ni el suplementario.
Estuve investigando sobre la autora y encontramos que a ella le desagradaba la novela negra escrita por Hammett, Chandler y demás colegas.


  —David Morrell. Primera Sangre
La obra en donde nació el tal Rambo.
Comienza con unas descripciones fantásticas y atractivas tan secas como el desierto de Atacama (el desierto más seco del mundo) y sigues por el bosque hasta que aparece el aburrimiento y dejas el libro sin haber avanzado la gran cosa.
Es de esos casos en que la película está mejor que el libro y me refiero a la primera porque el resto sólo fue alargar el chicle.

 

 —Thomas Pynchon. El Arco Iris de la Gravedad
Un experimento en papel para la paciencia en donde el inicio no te cuenta nada especial y el autor se la pasa realizando malabares para hablar de cualquier cosa y no querer ser claro. Llegué a la parte de este pabellón psiquiátrico de papel en donde después de varias páginas completamente vacías de contenido menciona estar sentado en el trono comiendo un plátano... y me despedí de esta chifladura.

 

 —James Joyce. Ulises
Otro experimento con juegos de palabras y sintácticos e invenciones de palabras.
El autor usa el monólogo interior, la conciencia del personaje pero esto de Ulises no hay quien se lo lea sin problemas, porque este sopor irlandés te agarra del cuello desde el comienzo y ya estás pensando en dejarlo.
Vas bostezando y llegas al punto en que con tanta descripción y rollos sobre cada personaje pues ya no te interesa en lo más mínimo lo que les suceda a Stephen Dedalus, a Leopold Bloom y a la antipática Molly, y te vas a leer otra cosa que no sea tan cansina.

 

—Jane Austen. Orgullo y Prejuicio
Un familiar que había visto las películas basadas en esta obra me dijo que le consiguiera un ejemplar. A mí esas películas basadas en ella no me llamaban la atención. Busqué por ahí y se lo conseguí.
Estuvo metido en el anaquel un buen tiempo y un día se me ocurrió darle una hojeada.
El estilo descriptivo de la autora se me atragantó apenas lo empecé topándome con la dichosa frasecita sobre la esposa, seguí un poco más y no pude continuar porque me desagradaba y abandoné el barco de la novelita georgiana.



—Eduardo Mendoza. La verdad sobre el caso Savolta
Lo revisé, no me dio risa en nada de lo que narraba el autor sobre el juicio, los personajes y la empresa Travolta, digo, la empresa Savolta y dejé su lectura.
Fue un caso cerrado rápidamente en el archivo de mi indiferencia.



—Irving Wallace. El Hombre
Al ocurrir un accidente fatal trae como consecuencia que un hombre se convierta en el primer presidente negro de los Estados Unidos.
Uno dice: Aquí lo que cuenta Wallace parece profético con lo que ocurrió luego con Barack Obama y ahí queda la cosa.
Creemos que va a contar algo interesante sobre las intrigas políticas, los grupos de presión, el racismo, la burocracia y demás lacras pero NO.
El autor cae en sus defectos como demasiada descripción hasta en la sopa o cuando se va por las ramas, hay falta de agilidad, un ritmo más lento que una tortuga, lo que narra es de lo más insulso, aburrido y pedante y con unos diálogos que parecen no tener fin.
Como la historia era tan simplona y nada especial pues la dejé de leer.

Según se cuenta Wallace dijo alguna vez que tenía miedo a resumir porque no quería perder detalles en sus libros.

Claro, en otra obra (Fan Club) nos atiborra con más de 200 páginas con detalles de cada cosa para hablar del secuestro de una actriz, y cuando el secuestro sucede pues suelta otra larga parrafada para hablar de todo lo demás incluidos los horrores, luego aparece un super detective que con unas facturas de compras de un perfume y ropa deduce en dónde está la víctima, ésta para liberarse luego se convierte en She Hu... She Punisher, y la obra llega a su desinflado final por cortesía del señor Deus Ex Machina.



—Margaret Mitchell. Lo que el Viento se llevó
Si alguna vez has visto la película ésta comienza y escuchas la música de Max Steiner mientras desfilan los créditos y aparece la plantación llamada Tara.
Pasa esto y lo otro hasta que aparece la tal Scarlett O'Hara que hace, deshace y opina pavada y media en donde hallamos que el nombre de la plantación era preciso, porque demostraba que tenía una tara de ser una tipa caprichosa más rayada que una cebra y más loca que una cabra.
¿Y por esta loca de lo más voluble, cargante e insoportable se obsesiona Rett Butler hasta el punto de humillarse y que por su culpa tengamos que ver todo el resto hasta ese final tan decepcionante?

Cuando aparecieron juntos en escena esos dos personajes y con las abundantes tonterías que sucedían pues perdí la paciencia y dejé de ver la película.
Luego me topé nuevamente años después por ahí con el libro pero la paciencia se me había ido de vacaciones junto con el interés y las ganas de leer la novela.

Ya sé que dirán: No juzgues el libro por la película que hagan de él.

Mira, si has leído algo sobre Abraham Lincoln y lo relacionado con la Guerra Civil, sobre el racismo y la esclavitud en Estados Unidos pues lo que diga la novelita sobre ello no te llama mucho la atención.


Paciencia: Ni creas que voy a regresar de mis vacaciones si alguna vez quieres ponerte a leer ese ladrillo inaguantable.

 X: ¿Por qué no lo quieres leer?

Francamente, querida, este libro me importa un comino.