viernes, 20 de junio de 2025

La Fuerza de la Palabra

El intruso era peligroso, pero el joven estadounidense estaba dispuesto, y aun ansioso, para el combate.
Entonces, un sabio anciano les dio una lección inolvidable.



Por Terry Dobson

EL TREN rechinaba y traqueteaba al atravesar los suburbios de Tokio esa soñolienta tarde de primavera. Nuestro vagón estaba relativamente vacío: unas cuantas amas de casa con sus hijos, algunas personas mayores que habían salido de compras. Yo contemplaba con aire ausente las deslustradas casas y las polvorosas hileras de arbustos.

En una estación se abrieron las puertas, y de pronto un hombre que profería maldiciones violentas e ininteligibles rompió la quietud de la tarde. El individuo se precipitó al interior de nuestro carro. Vestía como obrero; era fuerte y estaba borracho y sucio. Vociferando, se abalanzó sobre una mujer que sostenía a su niño, y la envió tambaleante sobre los regazos de una pareja de ancianos. Fue un milagro que el pequeño saliera ileso.

Aterrada, la pareja se puso de pie como accionada por un resorte y se escabulló hasta el otro extremo del carro. El individuo intentó patear por detrás a la anciana, pero ella se escurrió con rapidez a un lugar más seguro. Esto enfureció de tal manera al borracho que se asió del poste de metal en el centro del carro y trató de zafarlo de su lugar. Pude ver que una de sus manos estaba cortada y sangrante. El tren seguía su camino con los pasajeros helados de terror. Yo me levanté de mi asiento.

Era joven entonces, hace alrededor de 20 años, y tenía muy buena condición física. En los tres años anteriores había recibido un sólido entrenamiento de aikido, casi todos los días durante ocho horas. Me gustaba arremeter y luchar cuerpo a cuerpo, y me creía muy fuerte. La única dificultad era que mis aptitudes marciales nunca habían sido puestas a prueba en un combate real. Como estudiantes de aikido, no se nos permitía pelear.

“El aikido”, nos repetía una y otra vez nuestro profesor, “es el arte de la reconciliación. Cualquiera que abrigue en su mente la idea de pelear ha roto su contacto con el universo. Si ustedes intentan dominar a otras personas, ya están derrotados de antemano. Nosotros estudiamos para resolver un conflicto, no para iniciarlo”*.
Yo escuchaba sus palabras y hacía esfuerzos sinceros por seguir sus orientaciones, llegando al extremo de cruzar la calle para evitar a los chimpira, vagos malvivientes del billar, quienes se apostaban cerca de las estaciones ferroviarias. Estaba orgulloso de mis antepasados. Me sentía fuerte y sagrado. Sin embargo, en lo más íntimo de mi ser, deseaba una oportunidad completamente legítima de salvar a los inocentes, destruyendo a los culpables.

¡Aquí la tengo!, me dije al levantarme. Estas personas están en peligro, y si no procedo con rapidez, posiblemente alguien resulte lesionado.

Al ver que me levantaba, el borracho vio la oportunidad de enfocar su ira. “¡Ajá!”, gritó. “¡Un extranjero! ¡Lo que usted necesita es que le dé una lección de modales japoneses!”

Me cogí levemente a la correa de cuero que se encontraba arriba del asiento y le arrojé una lenta mirada de disgusto y desprecio. Había decidido hacer pedazos al tipo, pero tenía que ser él quien hiciera el primer movimiento. Deseaba sacarlo de sus casillas, así que curvé mis labios y le arrojé un beso insolente.

“¡Muy bien! ¡Tendrás tu merecido”, dijo. Se centró un momento en sí mismo para arrojarse sobre mí.

Un segundo antes de que hiciera el primer movimiento, alguien le gritó: “¡Hey!” El sonido de la voz nos llegó al tímpano. Recuerdo el tono extrañamente alegre y regocijado, como si el lector y un amigo hubieran estado buscando algo con diligencia y de repente lo hubieran encontrado. “¡Hey!”

Giré a mi izquierda y el borracho a su derecha. Nuestra mirada tuvo que descender para localizar a un pequeño anciano japonés. En mi opinión este frágil caballero, sentado allí con su quimono inmaculado, frisaba bien los 70 años de edad. Él ni siquiera se fijó en mí, sino que dedicó su atención al trabajador, como si hubieran tenido entre los dos el secreto más importante que compartir.
—Venga acá —dijo el anciano con un acento local, llamando a su lado al borracho—. Venga acá para que hablemos.

Ondeó la mano con suavidad. El hombrón lo obedeció, como si en ella llevara una cuerda. Plantó sus pies con aire beligerante frente al anciano, y gritó con una voz que opacó el ruido del traquetear de las ruedas:
—¿Por qué diablos tengo que hablar con usted?

El borracho me daba ahora la espalda. Si movía un milímetro algún codo, caería sobre el tipo a golpes. 

El anciano continuó dirigiéndose al ebrio: 
—¿Qué es lo que ha estado bebiendo? —le preguntó con interés.
—He estado bebiendo sake —replicó con acritud el individuo—, y además, ¡no le importa!
—¡Oh, eso es magnífico!, ¡completamente delicioso!  Verá usted, a mí también me encanta el sake. Todas las tardes, mi esposa y yo (ella tiene 76 años) calentamos una botellita de sake y la llevamos al jardín, adonde nos sentamos en una vieja banca de madera. Contemplamos la puesta del Sol y vemos cómo se encuentra nuestro árbol placaminero. Mi bisabuelo lo plantó y estamos preocupados por saber si se salvará de las tormentas de nieve que azotaron durante el último invierno. Creemos que está reaccionando bien, teniendo en cuenta la mala calidad del suelo.  Nos produce mucha satisfacción sacar nuestra botella al jardín y disfrutar de la tarde, ¡aunque llueva!

A medida que hacía esfuerzos para seguir la conversación del anciano, la cara del borracho empezó a suavizarse. Sus puños se aflojaron.
—Sí —replicó el hombre—; a mí también me encantan los árboles placamineros.
Su voz bajó de tono.
—Y bien —dijo el anciano sonriendo—, estoy seguro de que usted tiene una hermosa mujer.
—No, mi esposa murió —de manera suave, acorde al movimiento del tren, el hombrón empezó a  sollozar—. No tengo esposa, ni casa, ni trabajo. Me siento tan avergonzado de mí mismo.
Las lágrimas se escurrieron por sus mejillas. Su cuerpo se convulsionó con un espasmo de dolor.

Ahora me tocaba a mí. Parado ahí, con mi ingenuidad juvenil pura y mi idea de la justicia para hacer más seguro el mundo en la democracia, de pronto, me sentí más sucio que él.

Finalmente el tren llegó a mi parada. Mientras se abrían las puertas, escuché al anciano decir con simpatía:
—Vaya, vaya, de veras se encuentra usted en una situación difícil. Siéntese cerca de mí y cuéntemelo todo.

Volví la cabeza para echar una última ojeada. El hombre se había dejado caer como un fardo en el asiento, reclinando la cabeza en el regazo del anciano, quien le daba golpecitos en la cabeza sucia y enmarañada.
 
Vi cómo se alejaba el tren y me senté en una banca. Lo que había deseado hacer con los músculos se obtuvo con palabras amables. En el suceso yo sólo percibí una ocasión de poner a prueba el aikido en un combate, y la esencia era el amor.
Tendría que practicar el arte con un espíritu diferente.
Pasaría mucho tiempo antes de que pudiera hablar de la solución del conflicto.

 

*El aikido es un arte japonés de defensa personal por medio de llaves, técnica que se parece al judo y al jiujitsu.


© 1981 por Terry Dobson. Condensado de “The Graduate Review” (Marzo y Abril de 1981), de San Francisco (California).


Revista Selecciones del Reader’s Digest, Tomo LXXXIII, Año 41, N° 497, Abril de 1982, págs. 63-66, Reader’s Digest México, S.A. de C.V., México D.F., México.


Notas


Polvorosa: polvorienta.

Acritud: brusquedad, aspereza, dureza, agresividad, mordacidad, acrimonia, rudeza, etc. Wordreference.com

Sake: Bebida alcohólica obtenida de la fermentación del arroz.


Proverbios 15:1: La respuesta amable calma la ira; la respuesta grosera aumenta el enojo. (Versión Reina-Valera Contemporánea.). 

jueves, 19 de junio de 2025

¿Existe el centro del universo?: por qué esta pregunta científica desafía los límites de nuestra imaginación

 

 

Al preguntarnos por el centro del universo, nos enfrentamos a los límites de nuestra intuición.

 

Por Rob Coyne*
The Conversation

 

Hace aproximadamente un siglo, los científicos se esforzaban por conciliar lo que parecía una contradicción en la teoría de la relatividad general de Albert Einstein.

Publicada en 1915 y ya ampliamente aceptada en todo el mundo por físicos y matemáticos, la teoría suponía que el universo era estático, es decir, que no cambiaba, no se movía y era inmutable.

En pocas palabras, Einstein creía que el tamaño y la forma actuales del universo eran, más o menos, los mismos de siempre.

Pero cuando los astrónomos observaron en el cielo nocturno galaxias lejanas con potentes telescopios, vieron indicios de que el universo era cualquier cosa menos eso. 

Estas nuevas observaciones sugerían lo contrario: que se estaba expandiendo.

Los científicos no tardaron en darse cuenta de que la teoría de Einstein no afirmaba que el universo tuviera que ser estático, sino que también podía apoyar un universo en expansión.

De hecho, utilizando las mismas herramientas matemáticas que la teoría de Einstein, los científicos crearon nuevos modelos que demostraban que el universo era, de hecho, dinámico y evolucionaba.

Llevo décadas intentando comprender la relatividad general, incluso en mi trabajo actual como profesor de física impartiendo cursos sobre el tema.

Sé que hacerse a la idea de un universo en constante expansión puede resultar desalentador, y parte del reto consiste en anular nuestra intuición natural sobre el funcionamiento de las cosas.

Por ejemplo, es difícil imaginar que algo tan grande como el universo no tenga un centro, pero la física dice que esa es la realidad.

 

El espacio entre las galaxias

En primer lugar, definamos qué se entiende por "expansión".

En la Tierra, "expansión" significa que algo está creciendo. Y con respecto al universo, eso es más o menos cierto.

Expansión también podría significar que "todo se aleja de nosotros", lo que también es cierto en relación con el universo. Si apuntamos un telescopio a galaxias lejanas, todas parecen alejarse de nosotros. Es más: cuanto más lejos están, más rápido parecen moverse.

Esas galaxias también parecen alejarse unas de otras. Así que es más exacto decir que todo en el universo se está alejando de todo lo demás, todo a la vez. Esta idea es sutil pero fundamental.

Es fácil pensar en la creación del universo como si fueran fuegos artificiales: empieza con un big bang, y luego todas las galaxias del universo salen volando en todas las direcciones desde algún punto central.

Pero esa analogía no es correcta. No sólo implica falsamente que la expansión del universo partió de un único punto, lo cual no es cierto, sino que también sugiere que las galaxias son lo que se mueve, lo cual no es del todo exacto.

No son tanto las galaxias las que se alejan unas de otras, sino el espacio entre ellas, el tejido del propio universo, que se expande a medida que pasa el tiempo.

En otras palabras, no son las propias galaxias las que se desplazan por el universo, sino que es el propio universo el que las aleja a medida que se expande.

Una analogía común es imaginar que se pegan unos puntos en la superficie de un globo. Al irlo inflando, éste se expande y, como los puntos están pegados a la superficie, se alejan.

Aunque parezca que se mueven, en realidad permanecen exactamente donde los pusiste y la distancia entre ellos aumenta simplemente en virtud de la expansión del globo.

Un buen punto de partida para entender la expansión del universo es la analogía del globo y los puntos.

 

Ahora piensa que los puntos son galaxias y el globo es el tejido del universo, y empezarás a hacerte una idea.

Desgraciadamente, aunque esta analogía es un buen comienzo, tampoco capta bien los detalles.

 

La cuarta dimensión

Respecto de cualquier analogía es importante comprender sus limitaciones.

Algunos defectos son obvios. Por ejemplo, un globo es tan pequeño que cabe en la mano, pero el universo no.

Otro defecto es más sutil. El globo tiene dos partes: su superficie de látex y su interior lleno de aire.

Estas dos partes del globo se describen de forma diferente en el lenguaje matemático. La superficie del globo es bidimensional. Si camináramos por ella, podríamos movernos hacia delante, hacia atrás, a la izquierda o a la derecha, pero no hacia arriba o hacia abajo sin salirnos de la superficie.

Puede parecer que estamos nombrando cuatro direcciones —adelante, atrás, izquierda y derecha—, pero sólo son movimientos a lo largo de dos trayectorias básicas: de lado a lado y de delante hacia atrás. Eso es lo que hace que la superficie sea bidimensional: longitud y anchura.

El interior del globo, en cambio, es tridimensional, por lo que podrías moverte libremente en cualquier dirección, incluso hacia arriba o hacia abajo: longitud, anchura y altura.

Aquí es donde radica la confusión. Lo que consideramos el "centro" del globo es un punto situado en su interior, en el espacio lleno de aire que hay bajo la superficie.

No son tanto las galaxias las que se alejan unas de otras, sino el espacio entre ellas, el tejido del propio universo, que se expande a medida que pasa el tiempo.

 

Pero en esta analogía, el universo se parece más a la superficie de látex del globo. El interior del globo, lleno de aire, no tiene equivalente en nuestro universo, por lo que no podemos utilizar esa parte de la analogía: sólo importa la superficie.

Así que preguntar dónde está el centro del universo, es algo así como preguntar: "¿Dónde está el centro de la superficie del globo?". Sencillamente, no lo hay.

Podrías viajar a lo largo de la superficie del globo en cualquier dirección, durante todo el tiempo que quisieras, y nunca llegarías a un lugar que pudieras llamar su centro, porque en realidad nunca dejarías la superficie.

De la misma manera, podrías viajar en cualquier dirección en el universo y nunca encontrarías su centro porque, al igual que la superficie del globo, simplemente no lo tiene.

Parte de la razón por la que esto puede resultar tan difícil de comprender se debe a la forma en que se describe el universo en el lenguaje de las matemáticas.

La superficie del globo tiene dos dimensiones y su interior, tres. Pero el universo existe en cuatro dimensiones, porque no se trata sólo de cómo se mueven las cosas en el espacio, sino de cómo se mueven en el tiempo.

Con 13.700 millones de años de existencia, los científicos siguen tratando de entender por qué el universo tiende a expandirse.

 

Nuestros cerebros están diseñados para pensar en el espacio y el tiempo por separado. Pero en el universo, están entrelazados en un único tejido, llamado "espacio-tiempo".

Esa unificación cambia el funcionamiento del universo con respecto a lo que espera nuestra intuición.

Y esta explicación ni siquiera empieza a responder a la pregunta de cómo es posible que algo se expanda indefinidamente: los científicos siguen tratando de descifrar qué impulsa esta expansión.

Al preguntarnos por el centro del universo, nos enfrentamos a los límites de nuestra intuición.

La respuesta que encontramos —todo, expandiéndose por todas partes, todo a la vez— es un atisbo de lo extraño y hermoso que es nuestro universo.

 

*Rob Coyne es profesor de física de la Universidad de Rhode Island.

Este artículo fue publicado en The Conversation y reproducido aquí bajo la licencia creative commons. Puedes leer la versión original en inglés aquí.

 

Fuente:  Centro del Universo

 

Qué funciones cumple la creatina en nuestro organismo y cuándo se recomienda tomarla como suplemento

Por Jessica Bradley
BBC Future**

 

Tradicionalmente, las personas que consumen creatina tienden a ser aquellas que quieren desarrollar masa muscular. Ahora los científicos están investigando qué efectos tiene esta sustancia sobre nuestra cognición y nuestro estado de ánimo.

Si has oído hablar de la creatina, probablemente sea porque es uno de los suplementos mejor investigados.

Desde hace mucho tiempo, se la ha asociado con el desarrollo de una mejor resistencia y rendimiento durante el ejercicio, y los culturistas la toman habitualmente en forma de monohidrato de creatina.

Pero este compuesto no sólo es potencialmente útil para aquellos que buscan aumentar su masa muscular.

La creatina es un ingrediente químico vital en nuestro cuerpo, que se produce naturalmente en el hígado, los riñones y el páncreas, y se almacena en nuestros músculos y cerebro. 

 
En el mercado, hay decenas de marcas que ofrecen suplementos de creatina.
 
La creatina que producimos por lo general no es la suficiente para cubrir nuestros requerimientos totales, por lo que la mayoría de las personas recurre a fuentes de creatinas en su dieta: ciertos alimentos, como la carne y los pescados grasos, son ricos en este nutriente.

La creatina ayuda a administrar la energía que nuestras células tienen disponible y cada vez hay más evidencia que sugiere que algunas personas podrían beneficiarse de la suplementación con creatina.

Desde reducir la fatiga posviral hasta mejorar la función cognitiva en personas con estrés e incluso potenciar la memoria, los suplementos de creatina pueden proporcionar a algunas personas un impulso cognitivo significativo.

También se ha especulado con que la creatina podría ayudar a aliviar los síntomas en pacientes con enfermedad de Alzheimer y mejorar el estado de ánimo.

Así que, ¿estaremos consumiendo suficiente creatina? ¿y cuándo es una buena idea tomar un suplemento?

 

El nacimiento de la investigación sobre la creatina

 

Hay pocos suplementos con tantas investigaciones detrás como la creatina.

Los beneficios de la suplementación con creatina fueron descubiertos por primera vez en la década de 1970 por el fallecido Roger Harris, profesor de la Universidad de Aberystwythy, en Reino Unido.

Desde entonces, la creatina se ha consolidado en el mundo del deporte, con una gran cantidad de investigaciones que la vinculan con mejoras en nuestra función física.

Pero en las últimas dos décadas, algunos estudios han comenzado a revelar otros beneficios potenciales para la salud de los suplementos de creatina.

Una de las áreas de investigación más importantes es la de la función cognitiva, dado que la creatina juega un papel en la neogénesis, la formación de nuevas neuronas en el cerebro.

Cuando Ali Gordjinejad comenzó a fijarse en estudios que vinculaban los suplementos de creatina con la memoria de corto plazo y la memoria operativa en personas con falta de sueño, vio que estos sugerían a los pacientes debían consumir la sustancia durante semanas o meses para ver algún beneficio.

"Se pensaba que el cuerpo solo absorbía las células de creatina de manera marginal, por lo que no se creía que funcionara en personas que solo tuvieran una noche de privación de sueño, hasta que hicimos nuestro estudio", dice Gordjinejad, científico investigador del centro de investigación Forschungszentrum Jülich en Alemania.

Además de la formación de músculo nuevo, se cree que la creatina juega un papel importante en la creación de neuronas nuevas.

 

Gordjinejad decidió probar los efectos de una dosis de creatina en el rendimiento cognitivo de alguien con apenas una noche de privación de sueño.

Reclutó a 15 personas y les dio un suplemento de creatina o un placebo a las 6 de la tarde. Evaluó su rendimiento cognitivo, incluidos los tiempos de reacción y la memoria a corto plazo, cada dos horas y media hasta las 9 de la mañana.

Gordjinejad descubrió que la velocidad de procesamiento era mucho más rápida en el grupo que había consumido creatina en comparación con el grupo del placebo.

Gordjinejad no sabe exactamente por qué, pero sospecha que la falta de sueño y las tareas cognitivas ponen a las neuronas de los participantes bajo estrés, y eso hace que el cuerpo consuma más creatina.

"Si la demanda energética de las células es alta, entonces se activa la fosfocreatina (que proporciona energía para esfuerzos breves) y actúa como reserva de energía", dice Gordjinejad, quien explica que la creatina en la dieta puede ayudar a que esta reserva se vuelva a llenar.

Si las células necesitan mucha energía durante un corto período de tiempo, la fosfocreatina puede intervenir y actuar como reserva de energía, explica Gordjinejad.

A pesar de que el estudio de Gordjinejad fue pequeño, él cree que sus hallazgos prueban que la creatina podría potencialmente ayudar a superar los efectos negativos de la falta de sueño, pero sólo en el corto plazo, hasta que uno se queda dormido.

Un estudio sugiere que la creatina podría ayudar a contrarrestar los efectos de una noche con mal sueño.

 

Sin embargo, los participantes en el estudio de Gordjinejad tomaron 10 veces la dosis diaria recomendada de creatina (35 g, lo que equivale aproximadamente a una botella llena del suplemento en polvo). (No intentes esto en casa).

Esta dosis, dice Gordjinejad, representaría un riesgo para las personas con problemas renales y en la población general podría causar malestar estomacal.

Gordjinejad planea realizar un ensayo similar en el que administrará a los participantes una dosis más pequeña.

Se espera que en el futuro la creatina pueda ser utilizada de esta manera por personas que tienen un período prolongado e inesperado de vigilia, como trabajadores de servicios de emergencia o estudiantes que realizan sus exámenes.

Sin embargo, Terry McMorris, profesor emérito de la Universidad de Chichester, realizó una revisión de 15 estudios en 2024 y descubrió que estas investigaciones hasta el momento no respaldan la teoría de que los suplementos de creatina puedan mejorar la función cognitiva.

Pero McMorris dice que esto puede deberse a que los estudios que analizó presentaban diferentes regímenes de suplementación de creatina. Además, explica que muchos estudios se basaron en pruebas cognitivas obsoletas. "Algunas se remontan a la década de 1930: demasiado fáciles, no presionamos a la gente lo suficiente ", dice.

Pero aunque McMorris dice que no hay suficiente evidencia para sacar conclusiones, cree que es un área que vale la pena investigar más.

 

Dejando de lado el rendimiento cognitivo

Algunos estudios revelan que la creatina podría tener efectos en los estados de ánimo de quienes la consumen.
 
 

Un cambio en la forma en la que se ha investigado recientemente la creatina es que ahora se analiza su papel a lo largo de todo el ciclo de vida de una persona, dice Kalman.

Por ejemplo, hay un creciente número de investigaciones que muestran el importante papel que puede desempeñar la creatina desde la concepción hasta los primeros años de vida de un bebé.

Las células y los tejidos de nuestro cuerpo utilizan la creatina como fuente de energía en todas las etapas de la reproducción, afirma Stacey Ellery, investigadora titular en la Universidad Monash (Australia).

Esto incluye la motilidad de los espermatozoides, el desarrollo uterino y placentario, así como el crecimiento fetal y la leche materna.

Y la creatina puede ser fundamental en embarazos complicados.

Ellery ha visto en su investigación cómo, en mujeres embarazadas con preeclampsia, una enfermedad potencialmente mortal, por ejemplo, la placenta puede adaptarse para aumentar los niveles de creatina en el cuerpo de la madre.

Sin embargo, aún no se ha estudiado la seguridad de suplementar con creatina durante el embarazo directamente en humanos y es importante hablar primero sobre cualquier suplemento con un médico.

Los niveles de creatina usualmente se relacionan con la salud de los músculos, particularmente en la tercera edad.

 

Ellery afirma que la madre puede transmitir una mayor cantidad de creatina a su bebé durante los partos largos y difíciles, y que unos niveles más bajos de creatina en la sangre de las madres durante los últimos meses del embarazo se han vinculado a una mayor incidencia de muerte fetal, parto prematuro, bebés más pequeños e ingreso a cuidados intensivos.

Sin embargo, no está claro por qué ocurre esto o si la suplementación con creatina sería útil.

Si bien las investigaciones en esta área se encuentra en sus etapas iniciales, Ostojic publicó recientemente los primeros cálculos de la ingesta diaria de creatina recomendada para bebés de hasta 12 meses de edad.

Se estima que los bebés alimentados exclusivamente con leche materna requieren 7 mg por día hasta los seis meses de edad, y luego 8,4 mg por día para los bebés de 7 a 12 meses. Dice que se necesitan más datos.

Y en el otro extremo del ciclo de vida, la creatina también puede ayudar a nuestra salud muscular a medida que las personas desarrollan sarcopenia, una condición relacionada con la edad que reduce la fuerza y ​​la masa muscular.

"A medida que las personas envejecen, tienen menos tono muscular", dice Kalman. "Y los estudios han demostrado que la creatina podría ayudar a reducir la cantidad de sarcopenia".

 

¿Estamos consumiendo suficiente creatina?

 

La creatina se almacena principalmente en el tejido muscular y el cerebro, donde ayuda a proporcionar un suministro de energía de fácil acceso.

 

Cada vez hay más pruebas de que la mayoría de las mujeres que siguen una dieta occidental no consumen suficientes alimentos ricos en creatina, afirma Ellery. Un estudio reciente descubrió que 6 de cada 10 mujeres no consumían la ingesta diaria de creatina recomendada por los investigadores (13 mg por kg de masa corporal por día) y casi una quinta parte de las mujeres embarazadas no consumían creatina en absoluto.

Estudios preliminares sugieren que los adultos necesitan alrededor de 1 g de creatina por día. Los primeros datos de estudios de población sugieren que la depresión, los trastornos cardiometabólicos y el cáncer son más frecuentes en las personas que consumen menos de 1 g de creatina al día. Sin embargo, no existen recomendaciones oficiales de salud pública sobre la ingesta diaria.

La mayoría de las personas pueden obtener creatina de sus dietas, dice Ostojic, pero los veganos pueden correr el riesgo de no obtener suficiente.

La creatina es un compuesto que se produce de forma natural en el organismo, lo que significa que no se define como "esencial". Los nutrientes esenciales no pueden ser sintetizados por el cuerpo y por lo tanto deben ser suministrados a través de los alimentos. Como es habitual, algunos investigadores, incluido Ostojic, sostienen que la creatina debería categorizarse como semiesencial, ya que parece que no podemos sintetizarla lo suficiente.

"Un par de estudios sugieren que las personas que no obtienen creatina de los alimentos tienen niveles bajos de creatina en sus músculos, lo que significa que no son capaces de alcanzar niveles óptimos", dice Ostojic.

La creatina no es una solución milagrosa, dice, pero sostiene que debería evaluarse adecuadamente y ofrecerle a la población orientación sobre su consumo basada en evidencia.


 
Es importante consultar con especialistas médicos antes de empezar a consumir cualquier tipo de suplemento.
 
 
A pesar de ser el foco de muchos estudios, y de estar ausente en las dietas de muchas personas, las investigaciones sobre los beneficios de la creatina para la salud a lo largo de nuestras vidas todavía están en sus etapas iniciales.

Mientras tanto, los investigadores, incluido Ellery, esperan que el creciente interés académico por la creatina termine traduciéndose en interés de la salud pública, para que sepamos qué grupos de población se beneficiarían de suplementos.

 

*El contenido de esta columna se proporciona sólo para información general y no debe considerarse como un sustituto del consejo de un médico o de cualquier otro profesional de la salud. La BBC no es responsable de ningún diagnóstico que cualquier usuario haya hecho basándose en el contenido de este sitio web. La BBC no es responsable del contenido de ninguno de los sitios de internet externos enumerados.

**Este es un artículo publicado originalmente en la página de BBC Future. Para leerlo en su versión original, en inglés, haz clic aquí.

 

Fuente: La Creatina en el Organismo y la Suplementación




 

miércoles, 18 de junio de 2025

Colección Grandes Éxitos RBA

RBA Editores

1993-1995

La ponemos como Colección Grandes Éxitos RBA para diferenciarla de otras que se llaman igual.

Entre 1995 y 1998 RBA publicó otras 2 colecciones llamadas nuevamente Grandes Éxitos, en tapa dura y blanda, con distinta numeración y diferente portada, y con muchos de los mismos títulos y añadiendo otros que no figuraron en la que citamos. Me puedo equivocar pero creo estar seguro de lo que digo luego de  revisar todos los títulos de este listado, numeración, portadas, contraportadas y otros detalles.

Se nota que aprovecharon el tirón de las películas de la época de los 90 para saber qué títulos incluir en la colección junto con varios más muy conocidos.

Lo de dos títulos en los números 1, 3, 8 no es raro y además confirma lo anterior. Hubo además dos títulos con el número 20 como el de Fallaci y uno de terror, y en el número 85 con Stephen King y Robin Cook.

No incluimos los títulos de terror que se pueden ver aquí .

Tampoco están los que tengan pseudociencia o espiritismo. 




1. Thomas Harris. El silencio de los corderos
1. Jack Engelhard. Una propuesta indecorosa
2. Mario Puzo. El Padrino
3. Michael Blake. Bailando con Lobos (Baila con Lobos)
3. Tom Clancy. Juego de Patriotas
4. Margaret Mitchell. Lo que el viento se llevó
6. Alberto Vázquez-Figueroa. Tuareg
7. Ken Kesey. Alguien voló sobre el nido del cuco
8. John Le Carré. La Casa Rusia
8. Gary Jennings. Azteca
9. Tom Clancy. La Caza del Octubre Rojo
10. Scott Turow. Presunto Inocente
11. Robert Graves. Yo, Claudio
12. Alice Walker. El Color Púrpura
13. Dominique Lapierre. La Ciudad de la Alegría
14. Frederick Forsyth. El Negociador
15. Colleen McCullough. El pájaro espino (o El pájaro canta hasta morir)
16. Paul Scott. La Joya de la Corona (El Cuarteto del Raj 1)
17. Mika Waltari. Sinuhé, El Egipcio
18. Henri Charrière. Papillon
19. Betty Macmoody y William Hoffer. No sin mi hija
20. Oriana Fallaci. Inshallah
21. Dominique Lapierre y Larry Collins. El Quinto Jinete
22. Frederick Forsyth. Chacal (o El Día del Chacal)
24. John Fowles. La Mujer del Teniente francés
26. Harold Robbins. Avenida del Parque 79 
27. Alexandra Ripley. Scarlett I*
28. Alexandra Ripley, Scarlett II
30. Alberto Vázquez-Figueroa. Ébano
31. Leonore Fleischer. Rain Man
32. Paul Scott. El día del escorpión (El Cuarteto del Raj 2)
33. Scott Turow. El peso de la prueba
34. Paul Theroux. La Costa de los Mosquitos
36. Richard Osborne. Instinto Básico
37. Harold Robbins. El descenso de Xanadú
38. Ken Follet. La Isla de las tormentas
39. Elizabeth McNeill. Nueve semanas y media
40. Richard Condon. La Familia Prizzi
41. Dominique Lapierre y Larry Collins. Oh, Jerusalén I
42. Dominique Lapierre y Larry Collins. Oh, Jerusalén II
43. Robin Cook. En Coma (Coma)
44. Alberto Vázquez-Figueroa. Sicario
45. Frederick Forsyth. El Cuarto Protocolo
46. John Grisham. La Tapadera (o La Firma, The Firm)
47. Irving Wallace. El Séptimo Secreto
48. Paul Scott. Las Torres de Silencio (El Cuarteto del Raj 3)
49. Ken Follet. El valle de los leones
51. Larry Collins. Juego Mortal
52. Harold Robbins. Pirañas
54. Frank G. Slaughter. Trasplante
55. Alex Haley. Raíces (I)
56. Alex Haley. Raíces (II)
57. John Le Carré. Un Espía Perfecto
58. Jack Higgins. Ha llegado el águila
59. Lawrence Sanders. El Séptimo Mandamiento
60. Frederick Forsyth. La alternativa del diablo
61. Fernando Sánchez Dragó. El camino del corazón
62. Robin Cook. El falso dios (o Como si fuera dios)
63. Harold Robbins. Betsy
64. Victoria Holt. La isla del paraíso
65. Noah Gordon. Chamán (I)
66. Noah Gordon. Chamán (II)
67. Ken Follet. Noche sobre las aguas
68. Martin Cruz Smith. El Parque Gorki
70. Danielle Steel. Vidas cruzadas
71. Dominique Lapierre. Más Grandes que el Amor
72. John Irving. El mundo según Garp
73. Mario Puzo. El Siciliano (o Salvatore Giuliano El Siciliano)
74. John Grisham. El Informe Pelícano
75. Robert Ludlum. El Caso Bourne (I)
76. Robert Ludlum. El Caso Bourne (II)
77. Nora Ephron. Se acabó el pastel
80. Tom Wolfe. Elegidos para la Gloria (o Elegidos para la Gloria. Lo que hay que tener, The Right Stuff)
82. Robert Graves. Claudio el dios y su esposa Mesalina
83. Noah Gordon. El Rabino
84. Danielle Steel. Álbum de Familia
85. Robin Cook. Terminal
87. Irving Wallace. La isla de las tres sirenas
88. Robert Ludlum. … Y nada más que la Verdad
90. Lawrence Sanders. El Chantaje de Sullivan
91. Fernando Vízcaíno Casas. Niñas… ¡Al Salón!
93. Erica Jong. Canción triste de cualquier mujer
94. Barbara Wood. Constantes Vitales
96. Dan Simmons. Hyperion
97. Noah Gordon. El Médico (I)
98. Noah Gordon. El Médico (II)
99. Paul Scott. Reparto de Despojos (El Cuarteto del Raj 4)**


*Continuación de Lo que el viento se llevó, de Margaret Mitchell.
 
**Raj: La India británica constituyó el régimen colonial instaurado por el Imperio británico en el subcontinente indio desde 1858 hasta 1947. Este periodo también es conocido bajo el nombre de Raj británico. Wikipedia

lunes, 16 de junio de 2025

Recuerdos de El Cairo

Por Naguib Mahfouz

LA AZOTEA es un reino bendecido por una libertad absoluta, bajo los cielos de las cuatro estaciones, con todos sus mudables colores. Un panorama interminable de domos, de minaretes, enmarca La torre de al-Husssein, semejante a una novia en su magnífica estatura. Los polluelos se acurrucan al pie de la cerca; el cloqueo de las gallinas se escucha por debajo de la puerta de madera. 
Tú colectas huevos en la falda de tu túnica. Una vieja silla de mimbre se convierte en un tren, tu tranvía, tu coche o tu avión…, se convierte en lo que tú quieras, con la velocidad de una imaginación anhelosa. Este cubo de agua se transforma en un lago, la escala de madera en una vía de tren.

En la azotea, él observa un avión que se eleva en el espacio, con su resplandeciente fuselaje de juguete. Ve la Luna en la noche y ansía contemplarla en la Noche del Poder, cuando Alá le reveló el Corán al profeta Mahoma, para que le bendiga con buena suerte y felicidad. Ve a las muchachas mugrientas pelear como animales salvajes, y columbra la historia en las marchas de protesta de hombres combativos. Escucha sus proclamas, y es testigo del momento en que sus inmisericordes enemigos abren fuego sobre ellos.

Había noches maravillosas en las que su medre extendía un vellón bajo el jacinto y lo sentaba ahí, a la luz de una linterna, para narrarle cuentos sobre hombres y y genios. La mayor parte de su tiempo transcurre en soledad, mas no en silencio. Entabla s interminables diálogos con los pollos, las gallinas y los conejos, y también con los objetos inanimados, como la silla, el cubo, la escala. Va incluso más allá, y se comunica con los sueños y los espíritus. La azotea es a menudo lugar de encuentro de la familia y de los vecinos, lugar de agradables charlas vespertinas y de dulces canciones.

 UNA DE LAS CELEBRACIONES más festivas es la del Día de Difuntos.
¿Acaso no es la fiesta de las flores, los pastelillos y la albahaca? Y ¿acaso  no va en procesión, acompañado de sus padres, en un desfile de hombres, mujeres y niños? Las puertas del patio se abren; la entrada se rocía de arena y agua. En el cuarto de las limosnas hay cestos, y todos se apresuran a cubrir la tumba con flores.
Esta aguarda a los visitantes, inmersa en el silencio y el misterio. Él se asoma desde su pedestal para ver si saldrá lo que hay dentro. Sus padres dirigen extrañas palabras a la tumba, como si le hablaran a un ser vivo. 
Están recitando el Corán y dando limosnas a los pobres. Él sale subrepticiamente y se reúne con sus compañeros de juegos, absortos en la narración de historias. Todo ello lo llena de felicidad. ¿Por qué rebosan sus ojos de lágrimas?  

EL CORAZÓN ansía el Ramadán y las dos fiestas mayores, y cuenta los días que faltan para su llegada. Él anhela ayunar, pero su madre rehúsa despertarlo para que tome el suhhour, la última comida, que se sirve antes del amanecer. Le permite ayunar las pocas horas que él soporta, y lo acostumbra poco a poco, hasta que el hambre comienza a castigarle de verdad a las 7 de la mañana, y luego a la hora de la oración. Su madre le mitiga el hambre con incontables delicias. El suhhour, el iftar o primera comida tras la puesta del sol, las linternas, los juegos entre la plaza y la mezquita de al-Hussein, las canciones que ella canturrea. Su padre lo lleva a Jaquelle & Gustar y le compra un atuendo y zapatos nuevos. Él los reserva para la mañana del día de la fiesta, oliendo con pasión epicúrea el aroma de la piel y la tela nuevas.
Le dan un baño y le cortan el pelo, lo visten con todas sus galas y parten al escenario de las celebraciones, de las flautas y los columpios. Pastel, pastas, regalos, visitas a parientes y amigos queridos, el Cine del Club Egipcio, Charlie Chaplin y Mary Pickford. En la Ceremonia del Sacrificio, se renueva su amistad con el cordero, y luego se siente traicionado en el ocaso del día prometido. En el iftar le dan carne asada; de refrigerio, postre de frutas y buñuelos. En esos días, el amor a Dios conmovía su corazón en no menos medida que el amor por las vecinas hermosas, los caramelos y el turrón de pistache.

YO ADMIRABA en toda su inmensidad el exótico mundo de las antigüedades, antes incluso de que pusiera un pie en la escuela. Era un mundo de maravillas cuyos emblemas se hallaban grabados en mi corazón y en mi imaginación. El primer paso lo di con mi padre; luego, mi madre también cayó bajo su hechizo, y esa admiración se trocó en uno de sus ritos. Los sarcófagos, las antiguas mezquitas, las iglesias y los monasterios sufíes, las pirámides, lo faraónico. Los museos de antigüedades islámicas y coptas…, ¿cómo acicateaban mi imaginación!
Mi madre y yo pasábamos la mayor parte del tiempo en la sala de las momias.
Ella se inclina sobre un sarcófago, con una actitud triste y humilde.
—¿Están vivas? —le pregunto.
—Hace mucho que murieron. 
—Nuestros parientes que están e la tumba, ¿son como ellas?
Me responde con gravedad:
—Sólo Dios sabe cómo son.
—¿Todos tenemos que morir, mamá? —le pregunto seriamente.
—Después de una larga, larga vida —contesta, y me sonríe.
Su respuesta me tranquiliza.

LA AMISTAD es una de las mayores bendiciones de la vida. Siempre había un amigo en la azotea, y primos procedentes del campo que iban de paso y se quedaban con nosotros. Jugábamos encasa y fuera de ella. Yo era su guía en al-Hussein. Caminaban detrás de mí, como turistas, mascando fruta. Mirábamos boquiabiertos a los lunáticos de Bab al-Akhdar.
Nuestros huéspedes a menudo salían, y caminaban o trotaban tras los carros que rociaban agua, o narraban historias y entonaban canciones. Ninguna salida concluía sin un encuentro con los chicos de la calle, los cuales, a pesar de sus andrajos y sus pies descalzos, solían ser joviales y encantadores. Cantaban canciones escandalosas, que por instinto nosotros sabíamos que condenarían al fuego eterno a quienquiera que las aprendiera. Sin embargo, no podía pasar un día sin ver a esos muchachos o sin escuchar sus voces.

UN PERIODO FUGAZ… A los ojos de un soñador, el primer paso en un camino sin fin. Un paso inicial, continuado por la escuela y la niñez, la juventud, la edad adulta y la vejez. 
La vida en todas sus dimensiones.
Pero pausadamente.
Un corto periodo, mas preñado de innumerables posibilidades embrionarias. Testigo de perennes interrogantes, del amor, el sexo, la amistad, el honor, la vida, la gloriosa presencia del Todopoderoso. Temas básicos que se desarrollan y se diversifican con la vida. Y todo ello aún nos depara anhelos y meditaciones, y nunca nos abandona el eterno deseo de descubrir la antorcha que iluminará la senda de nuestro sino.


Naguib Mahfouz (1911-2006), nacido en El Cairo, escribió más de 30 novelas y un número superior a 300 relatos. En 1988 se convirtió en el primer escritor árabe galardonado con el Premio Nobel de Literatura.


Condensado de “The Cradle”, por Naguib Mahfouz. Publicado por primera vez en árabe en 1990 como “Al-Mahd”. Versión inglesa © 1992 por Peter Theroux. Esta versión  se publicó mediante convenio traductor y la Imprenta de la Universidad Norteamericana de El Cairo.

Revista Selecciones del Reader’s Digest, Tomo CVII, N° 643, Año 54, Junio de 1994, páginas 31-33, Reader’s Digest Latinoamérica, S.A., Coral Gables, Florida, Estados Unidos



Notas
Actualicé la breve reseña biográfica de la revista sobre el autor egipcio en lengua árabe.

Anhelosa: que tiene o siente anhelo. Anhelante, ansiosa, ávida, ambiciosa, etc. deseosa, afanosa, etc. DLE. RAE
Escala: escalera, gradilla, brandal, tablazón, etc. DLE. RAE
Columbrar: barruntar, conjeturar, deducir, entrever, imaginar, intuir, otear, sospechar, suponer, etc. Wordreference.com
Subrepticiamente.- de manera subrepticia: Que se hace o se produce a escondidas. DLE.RAE
Acicatear: estimular, incitar, animar, incentivar, fomentar, etc. DLE.RAE
Sino: hado, destino, azar, fortuna, suerte, albur, casualidad, acaso, etc. DLE. RAE