-Los detalles de las colecciones como los títulos o la numeración pueden variar en cualquier momento si los hemos encontrado que eran faltantes, erróneos, contradictorios o dudosos.
Así que los que se los copiaron van a tener que hacerlo de nuevo, jajajaja
De varias colecciones estoy poco a poco tratando de completarlas en lo posible pero exceptuando las tonterías pseudocientíficas, las babosadas nihilistas -las que no dan ninguna alternativa dentro de sus deprimentes ideas- o los libros cáscara como esos que no vale la pena ni mencionarlos.
No Avisaré, Lo Haré en cualquier momento.
-Muchos han borrado sus blogs pero prefiero dejarlo si ya no pudiera seguir, porque los datos deben estar a la mano de los interesados aunque uno ya no escriba nada, salvo la excepción de que los datos hayan sido privados entonces es lógico borrarlos.
Si Google borra en el futuro los blogs inactivos ya será cosa de su majestad buscadora, loca por los datos.
-En varios lugares copian los datos sin verificarlos antes.
En éstos se indica como si fuera la numeración pero no lo es sino tal vez una infomación bibliográfica o como ocurre poniendo como numeración lo que era el precio del libro cuando en España se usaban las recordadas pesetas, jajajaja
Les pesan las manos y pasan años y años y siguen con lo mismo.
-Estoy poniendo artículos de otras
fuentes para variar el contenido del blog. Siempre indico las fuentes.
Si me dicen alguna vez que saque algo por derechos de autor pues lo haría.
-Quiero avanzar pero los imprevistos caen a cada rato y siempre malogran los planes: no hay Internet, se daña o pasa algo, te enfermas, hay cansancio o aburrimiento, tienes que hacer esto o lo otro, debes ir de un lado a otro, y un largo etcétera.
-Y hablar de lo que pasa en el mundo es una cosa que ya no sorprende nada sobre lo que sucede todos los días. Con respecto a la conducta humana bien se dijo: No Hay Nada Nuevo Bajo el Sol (Eclesiástes 1: 9, 10)
-Un día de estos pondré un capítulo delicioso sobre el desempeño de los nada maravillosos gobiernos y de esos congresos -o parlamento o como llamen a esa pocilga: lugar maloliente y asqueroso- que tenemos.