-El modo en que se desempeñan los políticos da tanto asco que ya no se puede ver la televisión como antes o se debe cambiar de canal, o hay que evitar leer la sección de los diarios en donde hablan de sus diarias estupideces... para no terminar enfermo.
-Todo está de cabeza: Ahora resulta que los que atacan, insultan, menosprecian, ningunean, etc., conocidos como trolls en Internet, han terminado siendo apreciados por los perdidos en el espacio -de su cráneo vacío-, que dicen que los tremendos vulgares, los enfermos -listos para el psiquiatra- o los pedantes insoportables le dan vida a los foros y a otros manicomios.
Sí, cómo no, cuando la gente ya más que harta por tanto pleito, se largue de esos sitios que se vuelvan/volverán como cementerios o desaparecerán, ahí los queremos ver para saber qué excusas van a soltar.
-Otra locura: en estos tiempos muchos ya no se indignan con la supina ignorancia, los escándalos, los robos, los adulterios, engaños, abandonos, hipocresías, mentiras, violencia de todo tipo, otros delitos, etc. No, señor, en la actualidad a los tipejos los defienden, los entrevistan previo pago, los besan, los abrazan, los aplauden y hasta hacen algo así como sus clubs de fans de la mediocridad ambulante. El cínico hasta se atreve ya a criticar a otros que hacen o han hecho lo mismo o peor. Poco falta para que les den diplomas y medallas por su maestría, doctorado y su PhD en conchudez (sinvergüencería).
¿Y a los narcos?
A los destructores de mentes y de las vidas de millones de personas, a ellos les hacen sus series y todas son unas idioteces.
-En la era de Internet muchos demuestran estar de lo más desinformados. Sólo basta con ver el tema de Ucrania, esa guerra tan absurda hecha por ese pseudo zar ruso -que vive alucinando en que URSSlandia fue una maravilla con su falsa economía, su Gulag, sus dictaduras espantosas, y se enterca en que hay que revivir al muerto que en vida ya se estaba pudriendo y cayéndose a pedazos y no puede aceptar que ya se murió hace tiempo-; por lo que nos indigna que muchos no investiguen ni un poco y sólo opinen y suelten una enorme sarta de burradas.
-Caray, cada elección y cada gobierno, en su mayoría, demuestra que en política somos unos masoquistas, que jamás aprendemos y siempre elegimos lo peor.
A lo mediocre lo aguantamos hasta que cae por su propia incompetencia, o termina su mandato por piloto automático y se larga o renuncia o porque lo sacan por un golpe de estado, el enésimo de nuestra larga lista en la más que tediosa historia de nuestras repúblicas tan inestables, pobres, ignorantes y corruptas.
-Y regresan los corruptos, los violentos, los fanáticos, los que estuvieron en la cárcel, y a muchos de los votantes les da un ataque de amnesia o que por su ignorancia o por irresponsabilidad pues se dejan manipular y eligen o vuelven a hacerlo dando su voto a lo peor y a lo pésimo.
No vengan con excusas como de que yo no sabía: muchos conocían y veían que el tipo era una bestia, un desastre, un corrupto, un incapaz y así lo eligieron. Y en estos momentos ahí están destrozándolo todo a su paso en economía, salud, vivienda, educación y todo el resto en donde pongan las manos.
-En política no hay muertos... hasta que nos aseguramos que están bien enterrados en el cementerio.
-Hay tantos jactándose de leer mucho y/o de su título de burro que pasó por la universidad, pero con ellos no se puede conversar de NADA.
-No se puede dialogar y mucho menos discutir con los idiotas porque con ellos el perder el tiempo es de lo más idiota.
-El idiota cree que sabe mucho pero siempre demuestra que no entiende de nada o lo entiende muy mal, y por ello a la sabiduría jamás la tendrá como tal.
-Si los libros hablaran estarían asqueados de haber estado en contacto con semejante estúpido infeliz.
-El conocimiento se vuelve un desperdicio, en algo insoportable en manos de los ineptos.
Por su culpa hay gente que sufre, por ejemplo, con bibliofobia -miedo a los libros y a la lectura- y/o con aritmofobia: temor a todo lo relacionado con las matemáticas.
Nota: Ya veré más adelante que pongo en el blog. El coronavirus con sus secuelas me sigue molestando.