Lo que me faltaba en mi colección de imprevistos ocurrió: el cable de Internet se rompió, por lo que no podré poner nada en el blog durante unos días.
Y sobre la situación actual sobra comentar del tremendo manicomio en que estamos y de lo que pasa que indigna en unas cosas y en otras sólo provoca repugnancia, indiferencia y/o sueño zzzzzz.
Hasta la vista, baby