lunes, 27 de septiembre de 2021

Salteadores de Antaño

Recuerdos de los días del bandolerismo en los Estados Unidos

Por Fairfax Downey 

 

Las diligencias norteamericanas Concord, de mediados del sigloXIX, tenían fama de elegantes, y lo eran en efecto. Doradas volutas adornaban el exterior de la caja escarlata. Las portezuelas ostentaban hermosas vistas y amenos paisajes. Las ruedas,de fresno amarillo pulimentado, relucía como el oro en polvo que se transportaba en el compartimiento de carga delantero. Mas con frecuencia echaban a perderla la apariencia del carrruaje los agujeros y rasaduras (1) que dejaban en él las flechas de los indios y los perdigones de los salteadores. Pues la Concord era el principal vehículo de transporte de las colonias mineras durante la invasión de California por los buscadores de oro. Era, también, el carruaje mejor armado y defendido que se haya visto nunca en tiempo de paz.

(1) Rasadura: Rozadura.

Fabricaba estas diligencias la empresa Abbot, Downing & Co., de la ciudad de Concord, capital del estado de New Hampshire (de ahí el nombre). Centenares de ellas se enviaban en barcos de vela, por el cabo de Hornos, a las regiones mineras del oeste de los Estados Unidos. Cada diligencia pesaba 1080 kilos, costaba 2400 dólares. Eran muy resistentes; aguantaban, sin sufrir avería, no sólo las violentas sacudidas con que marchaban por los escabrosos caminos de aquellos tiempos, sino hasta uno que otro vuelco en los peligrosos zanjones. Las piezas se gastaban, pero no se rompían.

Tirada por seis caballos, que eran relevados de trecho en trecho, la diligencia hacía una jornada de 160 kilómetros o más.

Entronizado en el pescante (2), el mayoral (3) manejaba, con sus riendas múltiples, las tres parejas de animales.Tanta era su destreza con el látigo que lo mismo espantaba suavemente una mosca de las orejas de un caballlo delantero, que le arrebataba la escopeta  a un salteador (4).

(2) Pescante: Asiento delantero en el exterior de un carruaje en el que va el cochero y desde donde gobierna las mulas o los caballos.  Oxford Languages

(3) Mayoral: conductor, cochero.

(4) Salteador: Persona que asaltaba o robaba en caminos o lugares despoblados. Oxford Languages


Al lado del mayoral iba el guarda, llamado escopetero, a quien la compañía del expreso empleaba para escoltar sus despachos. Sobre las piernas llevaba su escopeta de dos cañones, arma que prefería por el ancho campo que abarcaba con sus mortíferos perdigones, sin embargo, manejaba bien el rifle, y tenía varios revólveres a la mano.

La caja del expreso, el correo y los equipajes iban en dos compartimientos, uno delante y otro atrás, que eran como las bodegas de la Concord. Antes de partir de una estación o paradero, mientras los viajeros engullían precipitadamente el desayuno, o se bebían  el último trago en la cantina, el mayoral anunciaba a gritos los nombres de los lugares de parada. A poco chasqueaba el látigo, y la diligencia emprendía la marcha. 

Al regreso de las minas, la caja del expreso iba llena de oro en polvo, y el coche era, naturalemente, presa muy apetecida por los salteadores.

A menudo, en algún lugar solitario, el salteador acechaba cerca de la cresta de una colina, y al ver llegar la diligencia, gritaba: ¡Alto! El mayoral obedecía. Un hombre enmascarado, con la escopeta lista para disparar, avanzaba hacia la diligencia. Podría ser Dick Barter, apodado Serpiente de Cascabel, a la cabeza de su pandilla; o Tom Bell, médico veterano de la guerra de México, que con gran habilidad y esmero vendaba las heridas de sus víctimas; o quizás algún mozalbete aventurero a quien le había ido mal en las minas.

«¡Tira esa caja!» gritaba el bandido. Entonces sucedía una de dos cosas: o el cochero sacaba la caja del expreso y la arrojaba al camino, después de lo cual se le permitía seguir; o el guarda hacía fuego, y se trababa el combate.

Si los salteadores se tomaban la molestia de robar a los viajeros, sabían hacerlo muy cortésmente y con gran consideración. Dejaban a unos las prendas de valor sentimental, y a otros, si alegaban pobreza, se abstenían de quitarles nada.

Durante los primeros años que siguieron al descubrimiento de las minas de California, en 1848, el oro salía de ellas en abundancia y era transportado sin peligro. Antes de 1852 no hubo  en ninguna diligencia robo que ascendiese a mucho. En ese año, los iniciadores del bandolerismo se apoderaron de una caja de expreso que llevaba 7500 dólares. En 1855, la pandilla de Dick Barter atacó un cargamento de la empresa Wells Fargo, que iba a lomo de mulas, y robó 80.000 dólares de oro en polvo.

El bandolerismo llegó a su apogeo en los Estados Unidos después de la Guerra de Secesión (5). Las pandillas existentes fueron engrosadas por un gran número de los soldados a quienes se dio de baja, y los cuales eran holgazanes consuetudinarios.

(5) O Guerra Civil Estadounidense (1861-1865)

En algunos caminos se hiceron frecuentes los asaltos .que, según se decía, los caballos paraban por su propia cuenta al llegar a los «lugares de costumbre». Se cuenta que uno  de los compradores de oro en polvo al que habían hecho asalto tras asalto, acabó acudiendo al recurso de meter varias culebras de cascabel entre la caja donde llevaba su tesoro. A un vendedor de plata le habían robado tanta, que recurrió al ingenioso arbitrio de enviarla en balas de cañón, que pesaban unos 340 kilos cada una y que los bandidos no podían mover. Algunos de éstos le hicieron saber que no consideraban limpio ni decente aquel método suyo.

El asalto de diligencia alcanzó un punto en que hasta las mujeres llegaron a practicarlo. Una de ellas, llamada Dutch Kate o Kate la alemana, asaltó una diligencia de California para resarcirse de 2000 dólares que había perdido en el juego. Sin embargo, la suerte nose portó muy bien con ella, pues además de que en la caja del oro no había nada que valiese la pena, entre los ocupantes de la diligencia se le pasó inadvertido uno que llevaba 15.000 dólares en un saquito de mano. En Arizona, un jurado, más galante que justo, absolvió a una bandolera del cargo de asalto, aunque la habían cogido en flagrante (6), pero la condenó a prisión por haber desarmado al mayoral, cosa impropia de una señora.

(6) En Flagrante. Locución adverbial en español equivalente a la locución latina In Fraganti que significa: en el mismo momento que se está cometiendo o realizando una acción censurable. In fraganti  

 

Pero la tolerancia con los salteadores, no pasó de ahí. Pocos llegaron a viejos. Tom Bell, el médico antes mencionado, prosperó hasta el día de 1856, aciago para él, en que uno de sus atalayas le avisó queladiligencia de Marysville,del estadode California, llevaba 100.000 dólares en oro. En ella iba John Gear, mayoral; Bill Dobson, guarda, y nueve viajeros, entre ellos cuatro chinos y una mujer negra.

Bell y seis de sus secuaces saltaron a la silla y partieron en busca de tan rica presa. Su plan era que uno de ellos detuviese los caballos delanteros de la diligencia y los otros tres la atacaran por los flancos. Mas sucedió que un comprador de oro en polvo, dueño de gran parte del que la diligencia llevaba, iba detrás de ella a caballo, porque el balanceo lo mareaba. Tres miembros de la pandilla se detuvieron a desarmarlo, y no llegaron a tiempo para tomar parte en el ataque cuando Bell y sus tres compañeros asaltaron la diligencia.

Aunque la lucha era desigual y los viajeros tenían poquísimas posiblidades de triunfo, Dobson entró entró en combate sin vacilar, haciendo fuego, primero con sus dos escopetas, y luego con todos los revólveres que llevaba. Al primer tiro  tumbó de la silla a Tom Bell.

Los fusiles de los atacantes contestaron con una furiosa descarga. Una de las portezuelas se abrió violentamente. Los cuatro chinos y otro pasajero saltaron a tierra y desaparecieron. Bell, a quien Dobson no había herido sino levemente, estaba otra vez a caballo y haciendo fuego. Los pasajeros que quedaban en la diligencia empezaron a disparar también, hiriendo a otro salteador. La pandilla retrocedió hasta más allá de la orilla del camino. Dobson, después de tumbar de la silla a un bandido más, gritó al mayoral: «¡Sigue!»

Aunque herido en un brazo, el mayoral chasqueó el látigo, y los caballos partieron de nuevo. A poco, la diligencia entró en Marysville con sus bajas: la negra muerta, uno de los viajeros herido en ambas piernas, y otro con una herida superficial en la frente. 

Los vecinos de la localidad, alarmados, siguieron la pista a los bandidos, y en pocas semanas acabaron con casi todos ellos. Completó la obra un cuerpo de gente armada enviado por las autoridades, el cual aprehendió a Bell y, después de darle tiempoa para escribir unas pocas cartas, lo colgó de un árbol.

Careciendo de ayuda oficial eficaz, las compañías de expreso tomaron medidas para dificultarle la tarea al salteador. Reforzaron bien las cajas y las acerrojaron. Ofrecieron un premio de 250 dólres por cada salteador que fuese aprehendido. Los detectives se dedicaron con empeño a la caza de bandoleros. El tenaz J.B. Hume logró al fin dar con Black Bart, uno de los salteadores más temibles, y prenderlo.

En ocho años, este Black Bart cometió más de veinticinco robos, sin ayuda de nadie. Nunca disparó un tiro. En realidad, él mismo declaró después que su escopeta jamás estaba cargada. Sólo una vez le hicieron fuego, pero no lo hirieron. Después de cada robo, se esfumaba. Nadie lo conocía, y cuando paraba a comer en la casa de algún campesino, nadie veía nada de bandido en sus modales de caballero ni en su cara bondadosa, ni sospechaba que en la maleta llevase una capucha, una escopeta desarmada y una buena cantidad de oro robado. En los intervalos que mediaban entre robo y robo, vivía sosegadamente en San Francisco, donde pasaba por minero.

Con gran paciencia y perseverancia, el detective Hume fue atando cabos hasta salirse con la suya: la marca de una lavandería en un pañuelo; una descripción hecha por una sirvienta observadora, y otra de un cazador que por casualidad pasó cuando el bandido, desenmascarado estaba abriendo una caja robada. Hume aprehendió a Black Bart en San Francisco y próbó que era Charles E. Boles, quien había abandonado a su mujer y a su hija después de la Guerra de Secesión. Declarado culpable, Bart o Boles, cumplió una condena en el presidio, después de la cual desapareció. Se le atribuyeron un gran número de robos ocurridos en sus viejos andurriales (7), pero nunca se probó que él hubiese sido el autor.

(7) Andurrial: Lugar retirado al que resulta difícil llegar. Oxford Languages. Paraje extraviado o fuera de camino. RAE

El aumento de las remesas de oro y plata, cuyo valor ascendía a veces hasta 200.000 dólares, obligó a las compañías de expreso a emplear un número de guardas suficiente para hacer cara a toda eventualidad. Se formó una guardia de ocho hombres para la diligencia que, en las colinas de Dakota del Sur llamadas Black Hills, iba de Deadwood a Sidney, llevando el oro de la maravillosa mina de Homestake. Cuatro de los hombres iban a caballo, dos adelante de la diligencia y dos detrás. Los otros cuatro iban en ella. El coche era una verdadera fortaleza rodante, con blindaje y troneras (8). Llámabanlo el Acorazado.

(8) Tronera: Abertura o agujero estrecho en el costado de un buque, en un muro o en otro lugar, que se utiliza para disparar con protección. Ventana pequeña y por lo general estrecha.  Oxford Languages

 

Una pandilla de salteadores resueltos atacó la diligencia un día de septiembre de 1878. La esperaron emboscados en el puesto de relevo de Canyon Springs, después de encerrar a los empleados.

Sucedió que ese día la diligencia aunque llevaba 45.000 dólares de oro y plata, no tenía  su guardia completa. Faltábanle los jinetes de vanguardia y retaguardia, y en ella no iban sino tres guardas: Gail Hill en el pescante, y Scott Davis y Bill Smith adentro. El mayoral era Gene Barnett.

Al llegar al puesto de relevo, dio éste la acostumbrada voz de aviso al encargado, pero solamente el eco le respondió. Al bajar Gail Hill del pescante, el cañón de una escopeta asomó por una tronera abierta en la pared, y acto seguido resonó un disparo.; la carga de perdigones le entró por la espalda, causándole heridas de las que murió después. Sin embargo, aún quedaba ánimo en el valiente mozo para continuar la pelea. Volviéndose de cara a los bandidos, levantó la escopeta y apuntó; mas en ese mismo instante lo hirió otra carga de perdigones. Dio unos  pocos pasos tambaleando, y se desplomó sin sentido a la orilla del camino.

Smith, a quien había alcanzado una astilla del carruaje, creyó que estaba gravemente herido, y se tendió en el suelo, incapaz de seguir tomando parte en el combate. Scott Davis, el otro guarda, escapó por la parte posterior y, amparándose detrás de un árbol, hizo a Barnett señas de que siguiera. Cuando el resuelto mayoral preparaba sus caballos para lanzarse a todo correr, un bandido salió precipitadamente de la casa y trató de detener a los dos caballos delanteros. Davis, desde el árbol, le agujereó con su escopeta.

Los salteadores vieron que era necesario suprimir a Davis, pues de otro modo la intentona fracasaría. Uno de ellos trató de flanquearlo; pero Gail Hill lovio y, a pesar de sus penosas heridas y de estar a punto de desmayarse, hizo un esfuerzo supremo, levantó su escopeta y disparó. El salteador cayó muerto.

Para entonces, el jefe de la pandilla había hecho bajar del pescante a Barnett, el mayoral, y escudándose con él, se acercaba al árbol que protegía a Davis. Éste, no pudiendo hacer fuego al bandido, corrió por entre el monte en busca de deauxilio; pero, antes que volviera, los salteadores que quedaban se apoderaron de la caja en que iban el oro y la plata, y huyeron con ella sanos y salvos.

Aún quedan hoy rastros y reliquias de aquellos borrascosos tiempos. En muchas regiones del oeste norteamericano hay todavía oro enterrado que los ladrones no pudieron sacar antes que la muerte los sorprendiera en sus fechorías. Dícese que en el monte Trinity, de California, hay entierrros cuyo valor asciende a 40.000 dólares, y que en Wyoming los hay que valen 150.000. En la estación ferroviaria de Concord se exhibe una de las famosas diligencias a que la ciudad dio su nombre. Otra de ellas se conserva en la Institución Smithsoniana en Washington.

 

Fuente:


Revista Selecciones del Reader’s Digest, Septiembre de 1945, tomo X, N° 58, págs. 55-59, Selecciones del Reader’s Digest, S.A.
, La Habana, Cuba

 

Las notas añadidas son mías. B.A.

¿Cómo se explica el histórico aumento de los homicidios en Estados Unidos?

Redacción *

BBC News Mundo

 

Estados Unidos registró el año pasado un aumento sin precedentes en la tasa de homicidios.

El número de asesinatos en el país creció cerca de un 30% en 2020 con respecto al año anterior, hasta unos 21.500, informó este lunes la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en ingles).

Varias ciudades grandes ya habían informado de un aumento en el número de homicidios el año pasado, pero las cifras del FBI ofrecieron la primera imagen de la situación en todo el país.

Se trata del aumento más pronunciado en el número de asesinatos desde que el FBI comenzó a recopilar datos en la década de 1960, aunque la cantidad total de este tipo de muertes se mantuvo por debajo de la cifra récord de la década de 1980.

En 2020 se registraron 6,5 homicidios por cada 100.000 personas. En 2019, la tasa fue de 5 por cada 100.000.

El salto se produjo en todas las regiones del país, tanto en los grandes centros urbanos como en las pequeñas localidades y en los municipios gobernados tanto por demócratas como por republicanos.

Los especialistas citados en el informe Uniform Crime Report del FBI no proporcionaron una explicación clara del aumento en el número de asesinatos el año pasado, pero señalaron un impacto desestabilizador de la pandemia de covid y un incremento en las ventas de armas.

"Fue un aumento nacional, lo que sugiere que fue influenciado por factores nacionales", le dijo a BBC Brasil el experto en seguridad pública Jeff Asher antes de que se hicieran públicos los datos.

La Comisión Nacional de covid-19 y Justicia Penal de EE.UU. ya había pronosticado a principios de este año un aumento del 30% en la tasa de homicidios en 2020, según datos de 34 ciudades.

El aumento de los homicidios se produjo al mismo tiempo que la caída de otros tipos de delitos en 2020, como el robo.

Asher señala que los delitos contra la propiedad registraron su decimoctavo año consecutivo de disminución el año pasado, un resultado probablemente influenciado por el cierre de los establecimientos comerciales debido a la pandemia.

 

Pandemia

Los expertos dicen que es difícil precisar un solo factor que explique el aumento histórico en un año marcado por la pandemia del coronavirus, la crisis económica, el auge de la venta de armas de fuego y las protestas contra el racismo y la brutalidad policial que causaron que millones de personas salieran a las calles en todo el país. 

 "Los criminólogos todavía están debatiendo qué causó la caída de los homicidios desde finales de la década de 1990", recuerda Asher.

"Varios factores parecen tener sentido (en 2020)", dice, y señala que no hay suficientes datos para decir el grado en que cada uno de estos factores influyó en las cifras.

Algunos apuntan a los efectos de la pandemia del covid-19, con estrés por miedo a la enfermedad y aislamiento en los primeros meses cuando se cerraron escuelas, iglesias, bares e instalaciones de ocio en diferentes puntos del país.

La pandemia también provocó una reducción de los programas de prevención y asesoramiento de la violencia, suspendidos debido a la necesidad de distanciamiento social.

Además, millones de estadounidenses perdieron sus trabajos y enfrentaron problemas financieros como resultado de la pandemia.

 

Protestas 

A fines de mayo de 2020, la muerte de George Floyd, un estadounidense negro asesinado mientras era detenido por agentes de policía blancos, desató protestas en todo el país, en medio de pedidos de reformas y, en algunos casos, recortes de fondos y reducción de ingresos a la policía.

Una de las teorías es que estas protestas pueden haber derivado en una disminución de la vigilancia policial de determinadas comunidades, tanto por iniciativa de la propia como por decisión de los vecinos, que habrían dejado de llamarla por falta de confianza.

Pero muchos analistas señalan que no hay datos suficientes que demuestren que esto haya provocado el aumento de los homicidios y señalan que ya se registraba un aumento de la violencia en los meses previos a las protestas.

"Es difícil establecer una relación causal", señala Asher.

 

Armas 

Otro factor importante es el aumento en el comercio de armas de fuego registrado el año pasado.

Según el FBI, el 77% de los homicidios en 2020 se cometieron con armas de fuego, el porcentaje más alto jamás registrado.

Desde el comienzo de la pandemia, los comerciantes de armas de todo el país informaron de un fuerte incremento en las ventas, con tiendas abarrotadas, largas colas en las aceras y temores de que las reservas de municiones no sean suficientes para satisfacer la demanda.

Se estima que casi 40 millones de armas se vendieron legalmente en el país en 2020, el número más alto desde que el FBI comenzó a recopilar estos datos en 1998.

 

Contexto Histórico

Aún es temprano para saber si la tendencia alcista en la tasa de homicidios continuará en el largo plazo, pero datos preliminares señalan que 2021 registraría otro salto, aunque menor que en 2020.

Al analizar una muestra de 87 ciudades de EE.UU. con datos al menos hasta fines de junio, Asher encontró un aumento del 9,9% en el número de homicidios en comparación con el mismo período del año pasado.

En Las Vegas, el crecimiento ya supera el 62%. En Portland, Oregón, supera el 81%. Pero al menos siete ciudades no registraron un aumento y en otras 22 hubo una disminución.

Siempre que hay un aumento de la violencia en Estados Unidos, los analistas a menudo señalan que las tasas de criminalidad todavía están muy por debajo de lo que estaban en los años 1980 y 1990.

Esto también vale para 2020 pero, según Asher, no debería ser motivo de tranquilidad.

 "(Las cifras de 2020) representan una reducción en comparación con la década de 1990, lo cual es bueno", dice. "Pero también representan un aumento del 47% sobre el mínimo histórico registrado en 2014", añade.

 

*Este artículo de Alessandra Corrêa, periodista en Washington DC, fue publicado en BBC News Brasil el 24 de septiembre y actualizado el 27 de septiembre ante la publicación del informe del FBI. 

sábado, 25 de septiembre de 2021

Detalles del Blog

 -Los detalles de las colecciones como los títulos o la numeración pueden variar en cualquier momento si los hemos encontrado que eran faltantes, erróneos, contradictorios o dudosos.

Así que los que se los copiaron van a tener que hacerlo de nuevo, jajajaja

De varias colecciones estoy poco a poco tratando de completarlas en lo posible pero exceptuando las tonterías pseudocientíficas, las babosadas nihilistas -las que no dan ninguna alternativa dentro de sus deprimentes ideas- o los libros cáscara como esos que no vale la pena ni mencionarlos.

No Avisaré, Lo Haré en cualquier momento.

 

-Muchos han borrado sus blogs pero prefiero dejarlo si ya no pudiera seguir, porque los datos deben estar a la mano de los interesados aunque uno ya no escriba nada, salvo la excepción de que los datos hayan sido privados entonces es lógico borrarlos.

Si Google borra en el futuro los blogs inactivos ya será cosa de su majestad buscadora, loca por los datos.

 

-En varios lugares copian los datos sin verificarlos antes.

En éstos se indica como si fuera la numeración pero no lo es sino tal vez una infomación bibliográfica o como ocurre poniendo como numeración lo que era el precio del libro cuando en España se usaban las recordadas pesetas, jajajaja 

Les pesan las manos y pasan años y años y siguen con lo mismo.

 

-Estoy poniendo artículos de otras fuentes para variar el contenido del blog. Siempre indico las fuentes. Si me dicen alguna vez que saque algo por derechos de autor pues lo haría.

 

-Quiero avanzar pero los imprevistos caen a cada rato y siempre malogran los planes: no hay Internet, se daña o pasa algo, te enfermas, hay cansancio o aburrimiento, tienes que hacer esto o lo otro, debes ir de un lado a otro, y un largo etcétera.

 

-Y hablar de lo que pasa en el mundo es una cosa que ya no sorprende nada sobre lo que sucede todos los días. Con respecto a la conducta humana bien se dijo: No Hay Nada Nuevo Bajo el Sol (Eclesiástes 1: 9, 10)

 

-Un día de estos pondré un capítulo delicioso sobre el desempeño de los nada maravillosos gobiernos y de esos congresos -o parlamento o como llamen a esa pocilga: lugar maloliente y asqueroso- que tenemos. 


 

sábado, 11 de septiembre de 2021

Colección La Corona

Editorial Bruguera

1962-1970 

Varios de los libros indicados también figuran en la colección Libro Amigo y en otras colecciones de Bruguera o están publicados por diversas editoriales. 


-Marcel Haedrich. La Rosa y los Soldados

-Robert Wilder. El Sol es mi Sombra 

-Jack Hoffenberg. No Siembres con Odio 

-Johannes Mario Simmel. Nina 

-Ernest Brauner. El Sabor de la Cólera 

-Robert Wilder. Arando en el Mar

-Robert Lewis Taylor. Viaje a Matecumbe 

-Henry W. Clune. Cita a las Seis 

-Edmund Schiddel. Oscuro Despertar

-Alan Caillou. Tierra de Mujeres

-Jean Lartéguy. La Amarilla Nostalgia

-Sloan Wilson. Otra Clase de Amor

-John Masters. La Barrera

-Sallly Carrighar. La Paloma de Cristal

-Alan Caillou. La Pantera

-Harry Brown. Vivirás en Mí

-Cecil Saint-Laurent. Fiebre de Vivir

-Mary Stewart. Las Hilanderas de la Luna

-Jack Hoffenberg. La Nueva Vida

-Kay Martin. Todos los  Dioses y Diosas

-Johannes Mario Simmel. Amor es sólo una Palabra

-Alfred Hitchcock (varios autores). Cuentos que mi Madre nunca me Contó

-John McNally. Un Dragón en el Paraíso

-Cecil Saint-Laurent. La Sobremesa

-Robert Wilder. Viento de las Carolinas

-Mary Stewart. Magia Negra (título original: This Rough Magic)

-Clifford Irving. Entre Dos Caminos

-Robert Wade. El Golpe de los Siete

-Neil S. Boardman. El Vino de la Violencia

-Abraham Rothberg. Mil Puertas tiene la Muerte

-Frederick Manfred. Pluma Escarlata

-David Bee. La Tercera Hora

-Robert Wilder. Mercaderes de Sueños

-Frances Parkinson Keyes. El Explorador

-Johannes Mario Simmel. No Sólo de Caviar vive el Hombre

-William Brinkley. Los Noventa y Nueve

-Frank Elli. El Motín

-Fletcher Knebel. La Ruta de ZinZin

-Helen MacInnes. Doble Imagen

-Johannes Mario Simmel. Querida Patria

-Bill Naughton. Alfie

-Meyer Levin. La Última Fortaleza

-Alfred Hitchcock (varios autores). Prohibido a los Nerviosos

-Mary Stewart. Comenzó en Viena

-Gabor von Vaszary. Kuki

-Federick L. Keefe. Después del Combate

-Gwyn Griffin. Ley de Guerra

-Ann Fairbairn. Cinco Guijarros

-Hugh Atkinson. Los Juegos Olímpicos

-Francis Clifford. Todos los Hombres se quedan Solos

-Sloan Wilson. La Isla de Jano

-Mary Stewart. Los Sabuesos de la Muerte

-M.W. Waring. Los Testigos

-William Stevens. El Ametrallador

-Walter M. Miller, Jr. Cántico a San Leibowitz

-Richard Miles. Angel no quiere a Nadie

-Barry England. Figuras en el Paisaje

-Francis Clifford. Hay Otra Forma de Morir

-Charles Portis. Mattie (o Valor de Ley, título original: True Grit )

-Helen MacInnes. Enlace en Salzburgo

-David Westheimer. La Canción del Centinela

-Edwin Corley. El Asedio

-Robin Maugham. La Sombra Verde

-Johannes Mario Simmel. Hasta el Amargo Final

-Michael Crichton. Andrómeda (o La Amenaza de Andrómeda, título original: The Andromeda Strain)

-Richard Condon. La Dictadura del Crimen

 

 

jueves, 9 de septiembre de 2021

Colección Espionaje - Toray IV

Ediciones Toray 

1966-1969

 

1. Claude Rank. Peligro, Bandera Roja

2. Jean Pierre Conty.  Suzuki baja al infierno

3. Claude Rank. La Raposa Rubia

4. Jean Pierre Conty. Suzuki tienta al diablo

5. Serge Laforest. Gaunce Ataca

6. Claude Rank. Mirages para una Victoria

7. Jean Pierre Conty. El Último Mensaje de Suzuki

8. Claude Rank. Ciclones sobre el Pacífico

9. Claude Rank. Bella Dinamita

10. Jean Pierre Conty. Suzuki hace hablar a los muertos

11. Claude Rank. Duelo de Fieras

12. Serge Laforest. Gaunce Vivo o Muerto

13. Claude Rank. Fuerza M

14. Serge Laforest. Un Rehén para Gaunce

15. Jean Pierre Conty. Suzuki tiene un mal sueño

16. Claude Rank. Corrida para un Espía

17. Claude Rank. Bengasi al diablo

18. Jean Pierre Conty. Suzuki oculta su Juego

19. Claude Rank. Las Baterías de Muizenberg

20. Serge Laforest. El Ángel infernal

21. Serge Laforest. Gaunce desarma la bomba

22. Jean Pierre Conty. La Larga Noche de Suzuki

23. Claude Rank. Oficio: Canalla

24. Jean Pierre Conty. LaTrampa de Suzuki

25. Mario Ropp. Caída sin Fin

26. Serge Laforest. Droga Infernal

 

 

martes, 7 de septiembre de 2021

Colección Libros Plaza

Esta colección fue editada por Plaza & Janés entre 1955 y 1970.

Lo que está entre paréntesis sin letra negrita es el título con el que también se conoce la obra en otra traducción, o es algún dato sobre ella o sobre el autor.

 
Hubo cambios en las portadas de los libros que tuvieron otra edición.


1. Cecil Roberts. Grandes Almacenes 

2. Rudyard Kipling. En Tinieblas

3. Bruce Marshall. El Danubio Rojo 

4. A.E.W. Mason. El Rumor del Torrente 

5. Walt Disney (Varios autores). El Desierto Viviente 

6. J.B. Priestley. Un Héroe Maravilloso 

7. Sebastián Juan Arbó. Martín de Caretas 

8. Margery Sharp. El Pecado de Cluny Brown 

9. Graham Greene. El Ídolo Caído 

10. John P.Marquand. Gente Bien 

11. Louis Bromfield. La Señora Parkington 

12. Daphne Du Maurier. Rebeca 

13. Frederic Prokosch. Tormenta y Eco 

14. Fannie Hurst. Imitación de la Vida 

15. David Niven. Rocas Escarpadas 

16. Ignacio Agustí. Mariona Rebull 

17. Ignacio Agustí. El Viudo Rius 

18. Daphne Du Maurier. La Posada de Jamaica (o La Posada Maldita)

19. Georges Simenon. Callejón sin Salida 

20. Louis Bromfield. La Selva (o La Espesura)

21. Graham Greene. El Billete de Lotería 

22. G.K. Chesterton. El Candor del Padre Brown 

23. Liam O'Flaherty. El Delator 

24. Gabor Vaszary. Mon P'tit (Cariño Mío) 

25. Pearl S. Buck. El Ángel Luchador 

26. A.J. Cronin. La Dama de los Claveles 

27. François Mauriac. Nido de Víboras 

28. Mika Waltari. Juego Peligroso 

29. Stefan Zweig. El Candelabro Enterrado 

30. André Maurois. Ni Ángel ni Bestia 

31. Warwick Deeping. El Callejón del Cordelero 

32. Robert Hichens. El Jardín de Alá 

33. Daphne Du Maurier. Nunca volveré a ser Joven 

34. W. Somerset Maugham. El Caballero del Salón 

36. Booth Tarkington. El Cuarto Mandamiento 

37. Winston Churchill. Savrola (la única novela que escribió)

38. Jakob Wasserman. Melusina 

39. Giovanni Guareschi. El Destino se llama Clotilde 

40. J.L. Cromwell. Serás Hombre 

41. (Sir Edward Montague) Compton Mackenzie. Carnaval 

42. A.E.W. Mason. Mensaje Confidencial 

43. Angela Du Maurier. El Destino de Mary 

44. Mary Howard. Tres Enamoradas. En 1956

44. Valentine Williams. Tres de Trébol. En 1958

45. Cecil Roberts. David y Diana 

46. G.K. Chesterton. El Hombre que fue Jueves 

47. W. Somerset Maugham. La Carta y otras Narraciones 

48. Mario Lacruz. La Tarde 

49. Nina Fedorovna. Los Hijos 

50. Budd Schulberg. Más Dura será la Caída 

51. Louis Bromfield. Colorado 

52. Pearl S. Buck. Retrato de un Matrimonio 

53. P.C. Wren. Vidas Atormentadas 

54. Raymond Escholier. Al llegar la Noche 

55. Nancy Mitford. Amor en Clima Frío 

56. Warwick Deeping. Año de Ceguera 

57. Angela Du Maurier. Ansia 

58. Louis Bromfield. Hasta que amanezca 

59. W. Somerset Maugham. Catalina 

60. Liam O'Flaherty. El Martír 

61. Álvaro A. de Calle. Veinte Aspectos del Amor 

62. Pedro Espinosa Bravo. Todos somos Accionistas 

63. Manuel Pereda de la Reguera. M-8634. El Laberinto 

64. Warwick Deeping. Refugio Secreto 

65. James Hilton. Almas en la Sombra 

66. Howard Spring. Hechos 

67. W. Somerset Maugham. Rosie 

68. H.G. Wells. Un Criado que promete 

69. Claude Houghton. El Espesor de un Cabello 

70. Warwick Deeping. El Puente del Deseo 

71. Angela Du Maurier. Trágica Herencia 

72. Donald Macardle. Nacida en Jueves 

73. Booth Tarkington. Dulce Julia 

74. François Mauriac. La Farisea 

75. Jo Van Ammers-Küller. Mascarada 

76. Dominique Florent. París... Palace Hotel 

77. Cecil Roberts. Canción de Primavera 

78. G.K. Chesterton. El Escándalo del Padre Brown 

79. W. Somerset Maugham. Soberbia 

80. Daphne Du Maurier. ¡Adelante, Julio! 

81. H.E. Bates. La Llanura Roja 

82. Antoine de Saint Exupéry. Vuelo Nocturno 

83. François Boyer. Juegos Prohibidos 

84. Lajos Zilahy. Vida Serena 

85. Claude Anet. Ariane 

86. Lajos Zilahy. El Velero Blanco 

87. Colette. Sido 

88. François Campaux. Maniquíes de París 

89. W. Somerset Maugham. En los Mares del Sur 

90. Maxence Van der Meersch. La Huella del Dios 

91. G.K. Chesterton. La Incredulidad del Padre Brown 

92. André Maurois. Retrato de una Actriz 

93. W. Somerset Maugham. Extremo Oriente 

94. Max Catto. Fuego Escondido 

95. W.B. Maxwell. Olvidamos porque debemos olvidar 

96. Warwick Deeping. La Mujer en el Umbral 

97. W. Somerset Maugham. Tras una Noche de Espanto (relatos)

98. André Maurois. La Máquina de leer los Pensamientos 

99. Lajos Zilahy. Retorno al Hogar 

100. Pearl S. Buck. Viento del Este, Viento del Oeste 

101. G.K. Chesterton. El Secreto del Padre Brown 

102. James Hilton. La Llama de Plata 

103. David Divine. La Sirena y el Delfín 

104. Maxence Van der Meersch. Porque no saben lo que se hacen 

105. Knut Hamsun. Hambre 

106. Maurice Baring. Daphne Adeane 

107. G.K. Chesterton. La Hostería Volante (o La Taberna Errante)

108. Stefan Zweig. La Piedad Peligrosa 

109. George Du Maurier. Svengali (o Trilby)

110. W. Somerset Maugham. El Agente Secreto 

111. G.K. Chesterton. El Regreso de Don Quijote 

112. Maxence Van der Meersch. El Pecado del Mundo 

113. Maurice Baring. La Túnica sin Costura 

114. James Hilton. Y Ahora... Adiós 

115. André Maurois. Siempre ocurre lo Inesperado 

116. W. Somerset Maugham. Cosmopolitas (relatos)   

117. Maurice Bedel. Jerome, 60º Latitud Norte 

118. Bartolomé Soler. Marcos Villarí 

119. G.K. Chesterton. Cuatro Granujas sin Tacha (o El Club de los Incomprendidos: Cuatro Granujas sin Tacha)

120. Andre Maurois. Tierra de Promisión

121. William Saroyan. La Comedia Humana

122. Bartolomé Soler. La Selva Humillada

123. Knut Hamsun. Bajo las Estrellas de Otoño

124. Milli Dandolo. La Dádiva del Inocente 

125. Knut Hamsun. Un Vagabundo toca con Sordina 

126. Maxence Van der Meersch. La Casa de las Dunas 

127. Virginia Woolf. El Cuarto de Jacob 

128. Knut Hamsun. La Última Alegría 

129. G.K. Chesterton. El Club de los Negocios Raros 

130. W. Somerset Maugham. Lo Mismo de Siempre 

131. Bartolomé Soler. Patapalo 

132. A.J. Cronin. Calidoscopio en "K" (o El Cirujano Barclay)

133. Bonnie Colightly. La Ciudad Perdida 

134. John P. Marquand. Arrepentimiento 

135. Aldous Huxley. Un Mundo Feliz 

136. Maxence Van der Meersch. El Coraje de vivir 

137. W. Somerset Maugham. La Joven Romántica 

138. Lajos Zilahy. El Pájaro de Fuego 

139. Earnest Hoberecht. Romance en Tokio 

140. Luigi Bartolini. El Ladrón de Bicicletas 

141. André Maurois. Entre la Vida y el Sueño 

142. Guy y Constance Jones. Un Hombrecillo 

143. Odette Ferry. Vacaciones en Roma 

144. William Saroyan. Respirando en el Mundo 

145. Honor Croome. Viento del Oeste 

146. Juan José Mira. Rita Suárez 

147. Albert Vidalie. Los Joyeros del Claro de Luna 

148. André Maurois. El Pesador de Almas 

149. Stirling Silliphant. Maracaibo 

150. W. Somerset Maugham. La Imperfecta Casada 

151. Gerald Kers. Los Débiles y Los Fuertes 

152. Odette Ferry. Silvie y sus Vagabundos 

153. Louis Golding. Sin Noticias de Elena 

154. Milli Dandolo. Tierra a la Vista 

155. John P. Marquand. Una Luz en el Puerto 

156. Maxence Van der Meersch. Cuando enmudecen las Sirenas 

157. Bartolomé Soler. Tamara 

158. Rosamond Lehmann. Una Nota en la Música 

159. James Hilton. Plazos que no se cumplen 

160. Maxence Van der Meersch. La Compañera 

161. Guy y Constance Jones. Domador de Sirenas 

162. G.K. Chesterton. La Sabiduría del Padre Brown (o La Sagacidad del Padre Brown) 

163. Pierre Benoit. La Castellana del Líbano 

164. Maxence Van der Meersch. Leed en mi Corazón 

165. Pierre Boileau y Thomas Narcejac. De entre los Muertos (inspiró la película Vértigo de Alfred Hitchcock)

166. Geneviève Fauconnier. Las Lagunas de la Double 

167. André Maurois. Destinos Ejemplares (biografías)

168. Mika Waltari. La Reina del Baile Imperial 

169. Knut Hamsun. Tierra Nueva 

170. Feike Feikema. El Cerezo 

171. Alan Burgess. El Albergue de la Sexta Felicidad 

172. Mackinlay Cantor. Encaje de Medianoche 

173. Pierre Boulle. William Conrad

174. Nevil Shute. Réquiem por una Doncella  

175. Mika Waltari. Reina por un Día 

176. Anne Maybury. Llegó la Primavera 

177. Bartolomé Soler. Almas de Cristal 

178. Katherine Mansfield. Felicidad 

179. Maxence Van der Meersch. María, hija de Flandes 

180. Jakob Wassermann. Golovin/El Crimen Angélico 

181. Lajos Zilahy. Algo flota sobre el Agua 

182. Pierre Loti (Julien Viaud). El Libro de la Piedad y de la Muerte 

183. Claude Houghton. El Huésped del Tercero 

184. Maurice Baring. Mañana es Hoy 

185. Pierre Benoit. La Señorita de la Ferté 

186. Lajos Zilahy. Primavera Mortal  

188. Maurice Baring. Aves de Paso 

189. François Mauriac. El Fin de la Noche 

190. André Maurois. Para Piano Solo 

191. Sergey Potemkin. Un Amor. Historia de Grasdanka 

192. G.K. Chesterton. El Poeta y los Lunáticos

193. W. Somerset Maugham. El Velo Pintado    

195. Mika Waltari. Un Forastero llegó a la Granja 

196. Lajos Zilahy. El Amor de un Antepasado Mío 

197. André Maurois. Viaje al País de los Articolas 

198. Marya Mannes. Toda una Mujer 

199. Charles Plisnier. Falsos Pasaportes 

200. Lajos Zilahy. El Alma se apaga (o También el Alma se extingue)

201. W. Somerset Maugham. Liza de Lambeth

202. Maurice Baring. Darby y Joan   

203. Knut Hamsun. En el País de los Cuentos 

204. Bartolomé Soler. Entre Dos Mujeres (Germán Padilla) 

205. André Maurois. Las Paradojas del Doctor O'Grady 

206. Marika Stiernstedt. Pisando sus Huellas 

207. Paul Vialar. Clara y sus Raptores 

208. Marvin H. Albert. Chicago, Año 30 

209. André Maurois. Sentimientos y Costumbres

210.  W. Somerset Maugham. El Mago 

211. Donald Hamilton. Horizontes de Grandeza

212. ¿? 

213. Knut Hamsun. Redactor Lynge 

214. Curzio Malaparte. Evasiones en la Cárcel

215. Vicente Risco.  La Puerta de Paja 

 
216. W. Somerset Maugham. El Paso del Hombre
217. Maurice Baring. Recuerdo Inquietante

218. Maurice Constantin-Weyer. La Cuerda sobre el Abismo 

219. François Mauriac. Thérèse Desqueyroux

220.  Kate O'Brien. La Antesala 

221. Ernest Hemingway. Fiesta (The Sun also Rises, El Sol también se levanta)

222. Knut Hamsun. Rosa 

223. André Maurois. Siete Aspectos del Amor 

224. Stefan Zweig. El Mundo Insomne 

225. David Garnett. La Vuelta del Marinero 

226. W. Somerset Maugham. Una Hora antes del Amanecer 

227. Graham Greene. El Poder y la Gloria 

228. Michael McLaverty. En Éste tu Día 

229. Jacques Chardonne. La Dicha de Barbezieux 

230. John Steinbeck. La Perla

231. Paul Morand. Lewis e Irene

232. Ernest Hemingway. Las Nieves del Kilimanjaro 

233. Maurice Baring. El Señorito Nerón 

234. G.K. Chesterton. Cuentos del Arco Largo 

235. C.V. Gheorghiu. Contrata de Héroes 

236. Thomas Burke. El Viento y la Lluvia 

237. Bruce Marshall. Cirios Amarillos por París 

238. Maxence Van der Meersch. El Elegido 

239. Ernest Hemingway. Los Asesinos (narraciones)

240. Claude Houghton. Vecinos 

241. Bruce Marshall. El Mundo, la Carne y el padre Smith 

242. Charles Morgan. Camino Secreto

243. Henry Troyat. El muerto se apodera del vivo  

244. George Bernanos. Nueva Historia de Mouchette 

245. Maxence Van der Meersch. Una Esclavitud de nuestro Tiempo 

246. Maurice Constantin-Weyer. Manitoba 

247. Marika Stiernstedt. La Fama de Alma Wittfogel 

248. Christopher La Farge. El Huésped Inesperado 

249. Claude Houghton. Cristina 

250. J.B. Priestley. Perdidos en la Noche 

251. Graham Green. El Americano Impasible

252. Aldous Huxley. Limbo  

253. W. Somerset Maugham. Ah King. Mi criado chino 

254. John Steinbeck. El Omnibus Perdido 

255. Peter De Polnay. Antes de dormirme 

256. Henri Daniel-Rops. Sentimientos Enfermos 

257. SaulCooper. Capri. (Bahía de Nápoles)

258. Andre Maurois. Un Arte de Vivir 

259. Graham Green. Inglaterra me ha hecho así 

260. Sergiusz Piasecki. La Canción de los Ladrones 

261. W. Somerset Maugham. A Orillas del Támesis 

262. Aldous Huxley. La Envoltura Humana 

263. Henri Troyat. Una Vida en Falso 

264. Erskine Caldwell. Un Lugar llamado Estherville 

266. Julien Green. El Peregrino en la Tierra 

267. C.V. Gheorghiu. Los Sacrificados del Danubio 

268. Pearl S. Buck. La Madre 

269. Lloyd C. Douglas. Estandartes Blancos 

270. Aldous Huxley. Mi tío Spencer (relatos)

271. George Bernanos. Un Mal Sueño

272. Knut Hamsun. Soñadores

273. Theodor Plievier. En el Último Rincón del Mundo

274. Joseph Roth. No Hay Tiempo para el Amor

275. Mouloud Mammeri. La Colina Olvidada   

276. Thomas Burke. Zanquilarga 

277. Francisco Candel. Donde la Ciudad cambia de Nombre 

278. William P. McGivern. Reto al Destino 

279. Pearl S. Buck. Voces Secretas 

280. Jean Hougron.Volveré a Kandara 

281. Maxence Van der Meersch. La Máscara de Carne 

282. John Castle y Arthur Hailey. Vuelo hacia el Peligro 

283. Paul l .Wellman. Broncho Apache 

284. Eric Kästner. Tres Hombres en la Nieve 

285. Hermann Hesse. Bajo las Ruedas 

286. Frank G. Slaughter. El Guerrero 

287. Graham Greene. El Agente Confidencial  

288. Gertrud von Le Fort. El Papa del Ghetto (sobre el antipapa Anacleto II)

290. Heinrich Mann. El Profesor Unrat (o El Ángel Azul)

291. George Bernanos. Las Víctimas 

292. D.H. Lawrence. El Hombre y el Muñeco (o El Muñeco del Capitán)

293. Hermann Hesse. Peter Camenzid 

294. Giovanni Papini. Palabras y Sangre 

295. Franz Werfel. Aniversario 

296. Jessamyn West. Amistosa Persuasión 

297. Alba de Céspedes. Invitación a cenar 

298. William Faulkner. Los Invictos 

299. Sigurd Hoel. No era una Casa Decente 

300. Aldous Huxley. Los Escándalos de Crome 

301. John Steinbeck. El Valle Largo (relatos)

302. León Uris. Conspiración en Atenas 

303. Jerome K. Jerome. Tres Hombres en una Barca  

304. Georges Conchon. El Fanfarrón.

305. Tomás Salvador. El Haragán  

306. Graham Greene. El que Pierde, Gana 

307. Françoise Sagan. Buenos Días, Tristeza 

308. William Saroyan. Es Cosa de Reírse 

309. Colette. Gigi (narraciones)

310. Françoise Sagan. Las Maravillosas Nubes 

311. Pierre Boulle. Una Profesión de Caballeros

312. Stefan Zweig. Veinticuatro Horas de la Vida de una Mujer  

313. Françoise Sagan. ¿Le gusta Brahms? (No me digas adiós)

314. Antoine Blondin. Un Mono en Invierno  

315. Jacques Rémy. La Chatte 

316. Ugo Pirro. 5 Mujeres Marcadas 

317. Mika Waltari. Vacaciones en Carnac 

318. Romain Gary. Los Colores del Día 

319. Max Catto. Siete Ladrones

320. William Saroyan. Tú estás loco, Papá  

321. Michele Perrein. La Desidia 

322. Gunther Weisenborn. Persecución 

323. Rex Stout. El Señor Cenicienta 

324. Lajos Zilahy. En el Profundo Bosque 

325. Bruce Marshall. Los Estudiantes, la Primavera y el Amor

326. Romain Gary. Una Educación Europea     

327. Giovanni Papini. El Libro Negro (continuación de Gog)

328. Patrick Hamilton. Luz de Gas 

329. John Braine. Un Lugar al Sol 

330. Colette. La Gata

331.  Colette. La Ingenua Libertina (memorias)

332. Françoise Sagan. Dentro de un Mes, Dentro de un Año 

333. Giovanni Papini. Exposición Personal 

334. Colette. Dúo 

335. Leo Perutz. El Marqués de Bolibar (sic)

336. Ernst Wiechert. El Búfalo Blanco 

337. Sebastián Juan Arbó. Martín de Caretas en el Campo

338. Knut Hamsun. Vida Azarosa  

339. Sinclair Lewis. La Avenida de los Sauces 

340. Rudyard Kipling. Puck

341. Mary Howard. Más que Amistad  

342. Sinclair Lewis. Los Padres Pródigos 

343. Thomas Mann. Tristán/Mario y el Mago

344. Ivo Andric. El Lugar Maldito  

345. Erns Wiechert. El Bosque de los Muertos 

346. Mika Waltari. Secuencia 

347. Rudyard Kipling. El Collar Sagrado 

348. Thomas Mann. Tonio Kröger/Señor y Perro 

350. Angus Wilson. La Mala Gente (relatos)

351. Henry Castillou. Thaddëa 

352. John O'Hara. Sermones y Gaseosa 

353. Catherine Paysan. Nosotros los Sánchez 

354. Axel Munthe. Lo que no conté en La Historia de san Michele 

355. Roland Gaucher. La Cabeza debajo del brazo 

356. Edzard Schaper. La Fiera 

357. Angus Wilson. Aquellos Adorables Tipos Raros 

358. Lajos Kutasi-Kovacs. Reparto Teatral 

359. Pierre Boulle. El Verdugo

360. Anne Rives. La Asistenta  

361. Alexander Roda Roda. Las Aventuras del Joven Marius 

362. Leo Perutz. Entre las Nueve y las Nueve (o Mientras dan las Nueve)

363. Erskine Caldwell. La Casa de la Colina (o Una Casa en la Colina)

364. Henry Dory. El Metro se ha Detenido 

365. Knut Hamsun. Pan 

366. Henry Castillou. La Legión de Umrah

367. Dick Francis. Día de Terror  

368. Angela Padellaro. Dulce Recuerdo 

369. Carmen Mieza. La Imposible Canción 

370. Françoise Sagan. Cierta Sonrisa 

371. Colette. Claudine en la Escuela 

372. Leo Perutz. Turlupín 

373. Vicki Baum. Sentencia Secreta 

374. Frank Yerby. El Tesoro del Valle Feliz 

375. Pearl S. Buck. La Exiliada 

376. James Schmitz. Historia de Dos Relojes 

377. Pierre Boulle. El Planeta de los Simios 

378. Mika Waltari. La Paloma Blanca

379.  John Steinbeck. Las Praderas del Cielo  

380. Vicki Baum. Entreacto 

381. Frank Yerby. La Novia de la Libertad

382. Sergiusz Piasecki. Nadie se Salva  

383. W. Somerset Maugham. Luz en el Alma 

384. Vicki Baum. El Último Día 

385. Gilbert Cesbron. Los Inocentes de París 

386. Pearl S.Buck. El Hombre que cambió a China (sobre Sun-Yat-Sen)

387. Michel Bataille. Cinco Días de Otoño 

388. Guy Des Cars. Tres Noches 

389. Pearl S. Buck. Carta de Pekín 

390. W. Somerset Maugham. Crucero de Invierno 

391. Vicki Baum. Retorno al Amanecer 

392. François Mauriac. El Río de Fuego 

393. H.E. Bates. Una Corona de Mirto Silvestre 

394. Mika Waltari. Cabellos de Oro/Dulcamara 

395. Thomas Mann. Confesiones del Aventurero Félix Krull (o Confesiones del Estafador Félix Krull)

396. Sebastián Juan Arbó. Martín de Caretas en la Ciudad 

397. Roger Ikor. Los Murmullos de la Guerra

398.John Castle. La Séptima Furia

399. Sergiusz Piasecki. Un Mundo Desconocido

400. Michel deSaint-Pierre. Los Nuevos Aristócrtas  

401. Guy Des Cars. La Catedral del Odio 

402. Wolfgang Altendorf. El Transporte 

403. Vicki Baum. Vuelo Fatal 

404. Gilbert Cesbron. La Soberana

405. Vicki Baum. Camino a Escena 

406. Rosamond Marshall. El Lazo de la Carne 

407. Isaac Bashevis Singer. Gimpel, el Tonto (cuentos)

408. Uta von Witzleben. Para A.P. 

409. Alberto Denti Di Pirajno. Una Tumba para un Delfín 

410. Pierre Daninos. Un tal señor Blot 

411. Thomas Mann. Las Tablas de la Ley/Muerte en Venecia 

412.  Pierre Benoit. Flamarens 

413. Pierre Very. Todo debe Desaparecer el 5 de Mayo (relatos)

414. Henry Cornelus. La Estación de Fuego 

415. Vicki Baum. Vida sin Misterio  

416. Isaac Bashevis Singer. El Mago de Lublín 

417. Elisabeth Mulder. El Hombre que acabó en las Islas

418. Pitigrilli. Lecciones de Amor

419. Giovanni Guareschi. Relatos Familiares 

420. Llorenc Saint Marc. Tiempo Atrás. La Picaresca en Barcelona

421. Joaquim Paco d'Arcos. El Anticuario de Sao Paul

422. Michael Sinclair. Como robar un Millón y... 

423. François Mauriac. Los Ángeles Negros 

424. Leo Perutz. De Noche bajo el Puente de Piedra 

425. Michel Servin. Deo Gratias 

426. Nigel Balchin. Antes del Amanecer 

427. Erskine Caldwell. Disturbio en Julio 

428. Michele Saint-Ló. Una Loca en la Casa 

429. Isaac Bashevis Singer. El Spinoza de la Calle Market (narraciones)

430. Roger Ikor. La Lluvia en el Mar 

431.  François Mauriac. La Sed del Alma

432. Pitigrilli. El Caso Susana 

433. Paul Vialar. El Chico del Ascensor 

434. Monika Mann. Recuerdos de Ayer y de Hoy 

435. Albrecht Goes. El Holocausto 

436. François Mauriac. El Misterio Frontenac

437. Roger Ikor. El Cerco Celeste 

438. Erskine Caldwell. Un Muchacho de Georgia 

439. Sebastián Juan Arbó. La Hora Negra 

440. Vicki Baum. Los Contrabandistas

441. Ray Bradbury. Fahrenheit 451

442. Erskine Caldwell. Cerca del Hogar 

443. Ramón Folchi I Camarasa. Alegre Fiesta 

444. Gilbert Cesbron. La Tradición Fontquernie 

445. Art Buchwald. Un Regalo de los Muchachos 

446. J.B. Priestley. Las Formas del Sueño 

447. G.K. Chesterton. Ortodoxia

448. Erskine Caldwell. Una Luz para el Anochecer

449. Pierre Boulle. La Prueba de los Hombres Blancos 

450. Pierre Daninos. Vacaciones a Toda Costa 

451. Pierre Benoit. El Comendador