miércoles, 11 de febrero de 2009

La Feria de Libros

A fines de enero se celebró en Trujillo la cuarta feria bianual del Libro.
Como no soy novelero y detesto las aglomeraciones de gente no fui el primer día.

Me dirigí a ver qué tal estaba al segundo día y estaban cobrando la entrada... no era mucho pero si a la gente le cobras... lo único que haces es ahuyentarla.

Eran unos genios... por eso había tan poca gente dentro de la feria. Días después dejaron de cobrar y dijeron que podía pagar voluntariamente.
Los siguientes días no pagué nada...

Tuvieron de invitados a Vargas Llosa, Carlos Monsivais y a otros escritores.

En sí esto me produjo una total indiferencia porque si van a cobrar hasta por escuchar no entro a oírlos.

Me daba igual el rollo discursivo de Vargas Llosa y de los demás.

Me revisé todos los stands como los de Santillana, Planeta, Fondo de Cultura Económica, Océano, Peisa y otros.
Al final terminé en el stand de unos libreros de Lima que vendían obras de segunda mano a los que ya conocía de ferias anteriores.
Conversé con ellos y fui a ver qué había, ese día compré unos 7 libros y separé varios para ver si podía comprar más al final de la feria.
Ese viernes terminé con el cerebro cansado de ver tanto libro.

La gente compraba libros para pedir el autógrafo de fulanito, se tomaba fotos con zutanito aunque no le compraran ni un ejemplar, hacía escándalo cuando llegaba algún conocido de la televisión a la feria y demás tonterías.

Hubo presentación de libros aunque algunos salen del cerebro de gente que sólo escribe cosas indigestas e insoportables como uno del político Alva Castro con su rollo sobre el fundador del partido aprista (el de Alán García). El tipo se ilusiona creyendo que alguien va a leer su libraco, no lo leen ni los de su partido menos lo hará el resto de personas.

Fue a presentar su bodrio -lo llamo así porque he leído otros textos del tipejo y son como para quemarlos- y lo recibieron con insultos los familiares de maleantes que habían sido muertos por la policía durante el tiempo que AC fue ministro del Interior del actual gobierno.
A los familiares los sacaron de la feria.

Días antes había llovido fuerte y los organizadores no tomaron sus precauciones y en los otros días volvió a llover lo que causó daños a un montón de libros.
Por la vergüenza de haber sido tan tontos y sabiendo que los libreros les iban a cobrar las pérdidas los organizadores no se acercaban por los stands.


No fui unos días porque me sentí cansado y a mí la misma rutina me aburre.
Durtante esos días traté de conseguir y prestar algo de dinero para comprar más libros.No conseguí mucho pero sí lo suficiente para comprar lo que pudiera.

Estuve los días viernes, sábado y domingo encontrándome en la feria con gente conocida que había estudiado conmigo o habían sido clientes cuando vendía libros cerca a la Universidad Nacional.

Lo que me repatea de algunos conocidos es que se aferran a la obsesión novelera de que hay que leer como si fuera obligatorio a una serie de fulanos.
A mí no me gusta leer a Hesse, Kundera, Pynchon, Camus, Lovecraft, Amis, Bukowski, Pérez Reverte, Cormac McCarthy, Carson McCullers, Boris Vian, Cortázar, Borges, Bioy Casares, Joyce y un largo etcétera esté o no de moda.
No me interesan ni su estilo, su temática, su ritmo, sus personajes, su descripción ni tampoco si ganaron cuchucientos premios o que se venden como churros.
No me atraen nada de nada
Voy a revisar las obras de Roberto Bolaño para ver si es cierta tanta belleza que pintan... No me entusiasma y me desagrada la escritura como la Rayuela de Cortázar.

También se vendía la versión vampiresca simplona, aburrida y patética de Crepúsculo... más conocida como La Muerte de Drácula o Como Tratar un Mito como Papel Higiénico.
Un libraco insustancial y tedioso que está de moda, que pronto irá al rincón del olvido y que por mis ojos jamás pasara.... Ni regalado.

Termino:
Conseguí todo el dinero que pude, fui el domingo que era el último día de la feria, escogí los de segunda mano que me parecieron los mejores. No compré nuevos porque no me llamaban la atención o eran muy caros. Preferí comprar usados porque encontré títulos muy interesantes porque estaban más baratos y lo mismo daba comprarlos nuevos o usados.

Para una sola vez que tal vez los voy o vaya a leer...

No podían faltar los ladrones y los que pagaban con billetes falsificados...un asco de gente

Empezó a llover y me retiré de la feria con mis 21 libros.