sábado, 30 de agosto de 2014

Rompiendo el Punto de Estancamiento: Cuando tu cuerpo dice "No" al Crecimiento.


Por Greg Zulak.


Puntos de estancamiento: no hay nada peor. Entrenas hasta romperte la espalda y lo haces todo bien pero sigues sin llegar a ningún sitio. Peor aún, has estado tanto tiempo en entrenos infructuosos que has intentado todas las formas posibles para romper la barrera del no progreso pero todavía te ves sin progreso alguno. Bien, ahora existe una nueva esperanza. Aquí tienes la forma de superar esos puntos de estancamientos y hacer que tu cuerpo vuelva a estar en el camino de los aumentos musculares.



Tradicionalmente se han utilizado varios métodos para romper los puntos de estancamiento.

Un método es utilizar técnicas de alta intensidad como las repeticiones forzadas y las negativas. Para aquellos que no han entrenado duro, esas técnicas pueden ser muy útiles. Si te has dedicado a tope a tu entreno entonces esas técnicas sólo agravarán el problema.

Existe otro método que involucra el llamado método de entreno de shock. Este método es utilizado para aquellas partes del cuerpo que no responden al entreno.

Este escritor ha intentado esto varias veces con éxito limitado. En el siguiente entreno, normalmente, el culturista todavía se encuentra anclado a sus niveles anteriores de tamaño y fuerza

Todavía hay otro método que es cambiar los ejercicios para proporcionar nuevos estímulos. Si estás mentalmente sobreentrenado (normalmente creo que esto es equivalente al aburrimiento) esta técnica ha tenido éxito en algunas ocasiones.

Sin embargo, si te encuentras como la mayoría de culturistas con una buena capacidad recuperativa que has tropezado con los síntomas anteriores y entrenas duro y motivado, tu problema normalmente no se podrá resolver utilizando las técnicas anteriormente citadas.

Desafortunadamente, la mayoría de puntos de estancamiento, son causados por un culturista que ejecuta demasiadas series, utilizando demasiada intensidad, entrenando demasiado a menudo, consumiendo una cantidad de calorías inadecuada o una combinación de todos esos factores.


Todo eso conduce al punto de estancamiento, normalmente seguido por una regresión
(Nota: Retroceso, acción de volver hacia atrás, especialmente en una actividad o proceso. WordReference.com)

Antes de ofrecer una solución para superar el punto de estancamiento, vamos a observar las posibles causas fisiológicas.

Nuestro entreno induce -o produce- una respuesta de stress de nuestro cuerpo y ocasiona una fatiga a corto término de la cual podemos o no, recuperarnos. Si nos recuperamos, será terrorífico puesto que veremos los aumentos de fuerza y tamaño siempre que los estímulos sean suficientes. Si no nos recuperamos del entreno no se observarán resultados (punto de estancamiento) y, si continuamos el mismo programa el resultado será el sobreentrenamiento. La mayoría de culturistas están familiarizados con los síntomas del sobreentreno. Éste incluye el cansancio, la apatía y una disminución del rendimiento en la sala de pesas.

Un estudio reciente propuso el siguiente mecanismo para explicar algunos de los síntomas del sobreentreno. Existe una vía química en el cerebro que lleva al aminoácido triptófano a ser convertido en 5-HT. Los efectos del 5-HT incluyen la inducción del sueño y una inhibicón del centro motor del cerebro, el cual es esencial para la actividad física. Para que el triptófano penetre en el cerebro debe cruzar la barrera sanguínea, y para entrar deberá competir con la leucina, la isoleucina y la valina, por otra parte conocidos como aminoácidos ramificados. Si el entreno con pesos se realiza cuando el músculo está en un estado de agotamiento de glucógeno, los músculos utilizarán los aminoácidos ramificados para obtener energía.
Puesto que sabemos que los aminoácidos ramificados compiten con el triptófano para penetrar en el cerebro, un nivel bajo de circulación de aminoácidos ramificados le proporciona al triptófano una cierta ventaja para penetrar en el cerebro.

Si los niveles de triptófano que entran en el cerebro aumentan también aumentarán los niveles de 5-HT. Esto, desde luego, hace aumentar el cansancio, la inhibición del centro motor y el aumento de la necesidad de sueño. También, el 5-HT ocasiona efectos reconocibles en la periferia. Entre estos, se incluye el aumento del ritmo cardíaco, el cual es quizás, la señal más común entre los atletas para descubrir los síntomas del sobreentrenamiento.

Este estudio muestra puntos interesantes. Si observas la cadena de acontecimientos que conducen a aumentar el nivel de 5-HT, sabrás que la causa principal es la falta de glucógeno en el músculo y en el hígado. Esto es causado por una dieta demasiado baja de carbohidratos o por un programa de entreno demasiado severo. También sería interesante observar la suplementación de aminoácidos ramificados para frenar los efectos del sobreentreno. Sin embargo, el punto más importante que se deduce del estudio es el no permitir la falta de glucógeno en el músculo ni en el hígado.


Si sigues un programa de entreno demasiado duro, ni todos los carbohidratos del mundo podrán aportar la cantidad adecuada de compuestos glucógenos.

Por lo tanto, asegúrate de que al menos el 60% de tus calorías provengan de los carbohidratos. A pesar de que la cantidad necesaria variará dependiendo del individuo según la edad, el tamaño, el sexo y otros factores, los atletas con entrenos duros deberán consumir al menos de 500 a 600 gramos diarios.

Si eres como la mayoría de culturistas con una capacidad recuperativa media que has experimentado los anteriores síntomas de sobreentreno,tu problema no se resolverá utilizando los métodos tradicionales de entreno que mencionamos anteriormente. Deberías combinar las indicaciones dietéticas con la siguiente técnica de entreno.

Para describir la técnica utilizo la analogía de un hombre que esté de pie en la base de una pared. La pared representa el punto de estancamiento en fuerza y tamaño. Aumentar la intensidad o el volumen de entreno es como intentar saltar este muro estando a 5 centímetros del muro. No importa las veces que intentes saltarlo (aumentando las series y repeticiones) no lo conseguirás. La mejor alternativa sería retroceder 10 pasos, correr y saltar sobre el muro.

La técnica es conocida como "ciclar hacia atrás", y ha sido aplicada por powerlifters y culturistas inteligentes.

Digamos que acabaste tu último ciclo de entreno haciendo press de banca con 110 kilos para 5 repeticiones. No empieces el siguiente ciclo con 110 kilos para 5 repeticiones, quita 10 kilos y haz una serie de 5 repeticiones. Siéntete poderoso con el peso además de desarrollar tu autoconfianza.

Al cabo de varias semanas vuelve a subir a los 110 kilos pero ahora nota la diferencia. La quinta repetición será mucho más fácil que en el ciclo anterior con la confianza que has adquirido.

Cabalga sobre la cresta de la ola ahora y sube tu récord personal en algunos kilos.
Añade peso peso muy lentamente para fastidiar a la mente y mantenerla pidiendo más y más kilos.

Con el tamaño y la fuerza conseguida es muy tentador entrenar con mucho peso.

Evita esas tentaciones porque buscar siempre el fallo conduce al punto de estancamiento, sea cual sea la eficacia de tu dieta y de tus hábitos de descanso. Tómate tiempo y ve escalando lentamente hacia nuevas alturas.
Como dijo Arnold: "Engaña a la mente y mantenla hambrienta de más".


En definitiva, es muy importante no ir siempre a tope. Espera el momento oportuno y mantén la mente con ganas de hacer más.
 
El no poder alcanzar la repetición que buscabas impide el ímpetu y ocasiona dudas en la mente para el siguiente entreno. Si tienes dudas a la hora de lograr algún número de repeticiones no lo conseguirás. Ten en cuenta las anteriores explicaciones sobre el sobreentreno cuando consideres una elección de tipo dietético. Considera la suplementación de aminoácidos ramificados antes y después del entreno y observa cualquier aumento de la recuperación. 

Y lo más importante, sé positivo y lograrás buenos resultados.



Revista Musclemag N° 56, páginas 72-73.


Las negritas y las notas son mías.

La Media Sentadilla está Muerta

La Media Sentadilla está Muerta

Por Jace Derwin


El resultado ya está decidido y no sirve discutir. Las Media sentadillas son malas. Si tú eres serio en el entrenamiento, las sentadillas deben estar rompiendo la paralela cada vez que las haces. Es una cuestión de eficiencia e incluso de seguridad. No voy a asaltar tu carácter si no tienes la movilidad necesaria en las caderas para llegar a la profundidad necesaria, pero si tú no estás tomando las medidas para mejorar la movilidad, entonces probablemente no estás invitado a mi fiesta de cumpleaños (está bien, nadie se presenta de todos modos). 

Hay tres puntos principales dentro de la programación de Volt y hay una razón por la que la media sentadilla no es uno de ellos.


Mantener las caderas debajo de las rodillas es la que hace de una sentadilla una sentadilla. La profundidad adecuada permite a los glúteos y los isquiotibiales que se extienden estar bajo tensión mientras que el torso se mantiene erguido y fuerte. Esto permite no sólo a la columna vertebral y a las caderas estar en posiciones seguras bajo carga, sino que también permite a toda la parte inferior del cuerpo producir la mayor fuerza posible. Conseguir la profundidad con la velocidad y el control adecuado permite a un atleta utilizar un reflejo de estiramiento de la cadena posterior de expulsar de la parte inferior. Este reflejo se denomina "ciclo de estiramiento-acortamiento" (SSC). A medida que las fibras musculares se contraen para salir de la posición de sentadilla son ayudadas por las propiedades elásticas de las estructuras de los tejidos circundantes.


El SSC ayuda a impulsar el atleta hacia arriba con más velocidad y más fuerza. Desarrollando no sólo la fuerza, sino también el reclutamiento neuronal necesaria para saltar de una sentadilla profunda que ayuda a un atleta a desarrollarse más potente. Pero medias sentadillas no promueven el mismo poder que las sentadillas completas, y se quedan cortas en el desarrollo de una posición estable y la activación de la cadena posterior. ¿Y qué es lo que una cadena posterior subdesarrollado te da? Glúteos y los isquiotibiales débiles, que son los principales indicadores de riesgo de lesión en la competencia atlética. Así que hágase un favor y desarrollen unos glúteos de hierro haciendo sentadillas profundas, OK?


1.) Ignorancia. La mayoría de la gente está mal informada acerca de las sentadillas y por no saberlo no llega a la profundidad necesaria. Esto puede ser una excusa razonable para el tipo promedio en el gimnasio, pero si tú eres un atleta, debe hacer sentadillas correctamente. Pero, ¿es culpa del deportista? No lo creo. En última instancia, entrenadores, entrenadores de fuerza, profesores de educación física, padres y cualquier otra persona responsable de la formación del atleta necesitan dar un paso hasta la placa y enseñar la técnica correcta en sentadillas.


2.) Ego Inflado. Esto no es bueno, hermano. Alimentar el ego es la peor razón absoluta para la media sentadilla y es la razón principal por la que las sentadillas cada vez tienen una mala reputación. Poner el peso en la barra con el que tú no puedes realmente hacer sentadillas sólo aumenta el riesgo de lesión y deja a un atleta con indicaciones artificiales de su fuerza real. O bien eres hombre y disminuyes el peso en la barra a lo que tú puedes manejar en el rango de movimiento y entrenar para conseguir ser fuerte, o puedes mudarte a una parte de la tundra Siberiana en donde no pueda encontrarte. 


3.) Estrategia. Bien, ésta es la única razón excusable para emplear una media sentadilla. Entrenar específicamente para aislar y fatigar los cuádriceps (para el culturismo) o entrenar en ángulos específicos (de las articulaciones) para adaptaciones de cargas específicas tiene su propósito. Pero aquí está el reparto: en la programación Volt, no entrenamos culturistas y no cargamos medias sentadillas porque nuestros atletas no necesitan ese nivel de ángulo preciso de la articulación. A menos que sea de calibre olímpico, es muy probable que usted no necesita eso. Voy a tomar una conjetura salvaje y asumir que tú no tienes un equipo de científicos del deporte que miden y registran cada uno de tus movimientos y no eres un atleta avanzado lo suficiente como para requerir especificidad de nivel olímpico en tu programación (plan de entreno). Así que no realizamos medias sentadillas. Y si tú eres un culturista (lo apoyo a usted, por cierto el culturismo es un mundo difícil), ya sabes estas cosas y ya deja de leer y vete a comer tus 15 pechugas de pollo (guárdame algo).

Entonces, ¿qué pasa si no puedo hacer una sentadilla profunda debido a mis problemas de movilidad? 

Muy buena pregunta. Al hacer eso significa que estás haciéndote cargo de tu entrenamiento y yo quiero enviarte un batido de proteínas y un palmoteo de saludo. Un gran recurso para el trabajo de la movilidad es el sitio web del Dr. Ryan DeBell, The Movement Fix. Ofrece una gran información, consejos y enfoques prácticos para mejorar la mecánica de stu cuerpo. Y ni hablar sólo de sentadillas tampoco; The Movement Fix tiene correcciones y ajustes que te ayudarán sobre cada movimiento atlético. Una vez que tú comienzas a invertir tiempo en mejorar la forma en que tu cuerpo se mueve, lo mejor será en tus ganancias de fuerza en el entrenamiento que se traducirán en la competencia. Un atleta eficiente es un atleta saludable.


Fuente:

The Half Squat is DEAD

miércoles, 20 de agosto de 2014

La Esperanza para los Lentos en Progresar de Forma Natural

Comentario: Los principios básicos expresados en el artículo siguen siendo útiles para los lentos en progresar sean ectoformos o no. Tiene mucho de motivador para quien entrena y/o desea salir del estancamiento.


¿Notas que no puedes recuperarte de las rutinas de intensidad normal recomendadas en las revistas? ¿te sientes desanimado porque no puedes aumentar el tamaño, la fuerza y el desarrollo que deseas?. El autor Greg Sushinsky dice que hay esperanzas para los lentos en progresar y les da útiles consejos sobre cómo empezar a hacer esos progresos.


Por Greg Sushinsky

Los lentos en progresar, tanto los competitivos como los no competitivos, se van quedando atrás en el culturismo. Relegados a un status peor que de segunda categoría, la mayoría de los lentos en progresar tienen que recoger las migajas y las sobras del mundo culturista, en lo que se refiere a dieta e información -al menos una información que les sirva de ayuda-. En peor situación están esos lentos que no toman drogas anabólicas, los que entrenan naturalmente. Ellos están sentados fuera del salón del banquete en el mundo del culturismo, hambrientos de algo que les funcione.

EL PROBLEMA

Los lentos en progresar quieren tamaño, necesitan tamaño, y cualidades de las que carecen -masa muscular, fuerza, etc. El problema no es sólo que carezcan de ello; es que no pueden conseguirlo o no saben cómo conseguirlo. Este problema viene de algo que la gente no acaba de entender, que necesitan tamaño y fortaleza para poder conseguir tener más.

¿Suena raro? Pero no lo es. Es sólo parte de una paradoja que concierne al lento en progresar. Mira a cualquier culturista voluminoso de tu gimnasio. Cuando sigue un programa de aumento de masa, generalmente tiene éxito, hasta cierto punto. Él aumenta sus medidas.

Este proceso de aumento de masa se repite una y otra vez en el curso de la vida de entrenamiento de un culturista. Y aunque es verdaderamente cierto que cuando un culturista aumenta más su masa, llega un momento a partir del cual se hace mucho más difícil seguir aumentándola (ya que hay un punto de vuelta a la disminución para todos los culturistas nadie ha logrado todavía mejoras de tamaño infinito) el caso es que la mayoría de los culturistas tiene éxito en algún momento del proceso del aumento de sus dimensiones; y si que aumentan sus medidas adicionales, lo que les permite manejar mayores pesos, y finalmente, les conduce a aumentos mayores. Este simplificado proceso no funciona para los lentos en progresar.

Muchos de ellos no pueden aumentar su masa muscular al principio y algunos de ellos no pueden aumentar en absoluto. Y no es porque dejen de poner todo su empeño tampoco. Muchos de ellos hacen grandes esfuerzos para ponerse voluminosos y/o fuertes, y cuando no funciona, despues de semanas, meses o incluso años de sentirse frustrados, abandonan. ¿Quién puede culparles? No les va mucho mejor a aquellos que logran una mejoras mínimas, luego las pierden fácilmente, volviendo casi a lo que eran cuando empezaron. ¡Frustración total!


¿QUIENES SON LOS LENTOS EN PROGRESAR?

Generalmente -pero no siempre- los chicos delgados. Los chicos flacos y las chicas. Viejos, jóvenes, novatos y los culturistas que llevan entrenando largo tiempo. No hay una definición o categoría precisa, ya que el término ha sido aplicado tan imprecisamente que cubre incluso a los competidores de alto nivel que intentan ganar el Olympia, o tan estrictamente que determine a todos menos a los pocos que no han aumentado su masa en absoluto. Simplemente consideremos lentos en progresar a esos culturistas que no tienen verdadera disposición para aumentar sus medidas incluso a base de un sólido esfuerzo y unos entrenamientos que son generalmente efectivos para la mayoría del resto de los culturistas y los levantadores de pesas. No es una alegoría absoluta y si tú te consideras uno de ellos, la noticia es que hay algo que puedes hacer para solucionarlo.


BREVE, PESADO Y DURO ¿QUÉ PASA SI NO PUEDES?

Aunque no hay mucha información sobre el entrenamiento dirigido al lento en progresar, algunos de los consejos tradicionales han sido bastante buenos: Haz breves y pesados entrenos -no de esos de diez o veinte series- por -cada parte del cuerpo-. Lo que sucede con frecuencia sin embargo, es que un lento en progresar, delgado y sin mucha masa y fortaleza, intenta levantar mucho peso en los ejercicios básicos, pero si nunca sucede nada -no hay aumentos-, o puede que trate de levantar pesos que serían moderados o ligeros para la mayoría pero que son pesados para él, y sume a su cuerpo en un estado casi de pánico. 
Agotado,desanimando y quizá incluso lesionado, el lento en progresar decide que después de todo, el levantamiento de pesas y el culturismo no están hechos para él. 
¿Por qué no escuchas algo más sobre esto?
La mayoría de esos lentos en progresar no envían una carta de contento a las revistas para contar su gloriosa experiencia. Ellos se consideran como un fracaso total, cuando en realidad el fracaso ha sido del sistema de entrenamiento o de las limitaciones de ese sistema en lo que a ellos se refiere.


MÁS ALLÁ DE LOS EJERCICIOS BÁSICOS. UN NUEVO ENFOQUE

Muchos de los lentos en progresar no poseen el tamaño muscular, la fuerza, el poder de recuperación, o el sistema nervioso necesario para enfrentarse a entrenamientos duros e intensos. Incluso los básicos pesados son demasiado duros. La solución no es decirles que no están trabajando lo bastante duro o lo bastante pesado. La solución es conseguir que empiecen a aumentar; aunque sea mínimamente y de la forma que ellos puedan. Cambiando el enfoque del entrenamiento, los lentos en progresar puede que sean capaces de hacerlo en la medida que los entrenamientos normales lo permitan; sin embargo, sino pasan por la fase inicial de mucho -esfuerzo, ningún - aumento, ellos nunca jamás, sobrevivirán en el culturismo.

En los casos más difíciles este nuevo enfoque supondría hacer que un lento en progresar sea primero capaz de hacer algo fácil, antes de hacer algo difícil, y hacer algo ligero antes de hacer algo pesado. Y como muchos «nuevos» enfoques, tiene sus raíces en algunas «viejas» ideas. Los antiguos culturistas y levantadores de peso, de hecho, entendían mucho mejor que los de hoy, como funcionaba esto. Esto era en los día en que el culturismo iba unido a salud y la cultura física antes de que fuera aislado de la salud hoy día. La idea de antes era desarrollar la salud y una base física, para que luego pudieran producir mejoras de masa muscular y de fuerza. Sin esta base estabas condenado al fracaso. Esta base se conseguía, bien a través de la participación en algún deporte o actividad física o actividad física o bien utilizando los llamados calisténicos de desarrollo muscular tipo gimnasia sueca. Ya sabes cuáles, lagartijas, abdominales, sentadillas libres, etc. Este tipo de actividad, aún cuando no ocasione el crecimiento del músculo en sí mismo, al menos preparará el cuerpo para que produzca ese crecimiento. La costumbre habitual de coger un lento en progresar muy delgado y decirle señalándole al soporte de sentadillas. «Bien, camarada haz ocho repeticiones, o todas las que puedas con este peso», aunque sea sólo 30 ó 40 kgs, no hará que se produzca un crecimiento muscular en una persona que no es atlética, que nunca ha hecho ningún tipo de entrenamiento. En lugar de ello, será para él un esfuerzo matador e improductivo.


UNA RUTINA 

La costumbre convencional de considerar solamente el entrenamiento de más alta intensidad y los pesos más pesados para los lentos en progresar (o nulos en progresar, superlentos en progresar, o como quieras llamarlos) probablemente contribuye en gran medida a sus fracasos y a su desaliento. Generalmente, el problema es la genética culturista de los que ofrecen tales consejos. No se dan cuenta de que para muchos culturistas es necesario un llamado programa mínimo o remediador, terapéutico o curativo. Pero la buena noticia para los lentos es que hay actualmente muchos sistemas de entreno que pueden funcionar muy bien para ellos; la dificultad está en encontrar cuál es el correcto para un nivel de desarrollo.

La mayoría de los culturistas no quieren tomarse el tiempo necesario para una base física y quieren ir directamente a las pesas, así que si tú eres de esos, o si ya has intentado la rutina standard para principiantes de tres veces por semana, un ejercicio por cada parte del cuerpo, tres series de ocho repeticiones, de moderada a pesada, y no ha surtido mucho efecto, prueba con ésta: Banca, sentadilla y remo incluido dos veces por semanas solamente (no tres veces), tres o cuatro series de 8 repeticiones o menos. Esto ejercita todo el cuerpo trabajando los grupos musculares más grandes, el pecho, la espalda y los muslos.

Intenta aumentar el peso en cada serie, pero no hagas series agotadoras (hasta el fallo), que agotarán tu energía nerviosa más de lo que obtendrás a cambio. Y si no puedes levantar mucho peso levanta menos, con el tiempo te harás más fuerte y levantarás más peso. Estas series te darán una cantidad de volumen (no demasiado), y serán lo bastante pesadas para estimular el crecimiento del músculo pero no supondrán un gasto de energía máximo en cuanto a esfuerzo, lo que a menudo puede conducir a los difíciles de progresar a sobrepasarse en su entrenamiento y dejar de progresar incluso con las más simples y breves rutinas.

Elimina toda actividad física extra (especialmente aeróbicas) durante esta fase. Los lentos más difíciles generalmente no pueden soportar el stress de hacer levantamientos, carrera y seguir aumentando.
Practica de seis a ocho semanas este programa, o mejor aún tres meses si puedes.
Aumenta los pesos de los ejercicios cuando puedas y si tienes altibajos sopórtalo.
Come una dieta lo bastante alta en calorías, proteínas y carbohidratos como para alimentar el aumento de volumen, pero no te atiborres. No te sobrepases con las grasas, y ten cuidado con las «comidas basura». Podías tomar una bebida proteínica o de engorde añadida a tu dieta. Recuerda muchos lentos en progresar no tienen éxito simplemente porque no comen lo suficiente. El editor de Musclemag Greg Zulak dice que el 95% de las veces que alguien no consigue aumentar es porque come menos de lo debido.

Este sencillo programa puede remediar a menudo los problemas de los más lentos en progresar más difíciles. Y el secreto es, además de la cuidadosa aplicación del entrenamiento duro, que están permitiendo al cuerpo adaptarse al esfuerzo y aprender gradualmente a responder y a crecer con mayor fuerza y tamaño muscular. Esta irá haciendo al culturista que nunca había aumentado, empezar a progresar un poco, luego progresar más y finalmente seguir aumentando en masa y fortaleza.
Finalmente, podrá utilizar rutinas más intensas, más complicadas y más duras. Casi todos los lentos en progresar pueden aumentar cada vez más y con más facilidad. Entonces el lento puede también sentarse con orgullo en el salón del banquete del culturismo.


Revista Musclemag nº 4, Marzo, páginas 93-95

lunes, 18 de agosto de 2014

Yo Debí Haber Ganado Ese Certamen


Por Michael Wetmore

Un vistazo entre bastidores a lo que sucede en realidad en una prueba física desde el punto de vista de los jueces y también del competidor. Si alguna vez has participado en una prueba culturista, tendrás que ver con este artículo.

El culturismo es uno de los deportes más subjetivos del mundo y juzgar una competición es una tarea muy difícil ya que no hay un patrón exacto para valorar todos los tipos de cuerpos. Aunque hay unas líneas de guía para el jurado,en el análisis final, a menudo acaba valorándose lo que personalmente les gusta o no les gusta a los jueces en lo que se refiere a tipos de físico, especialmente en las decisiones muy igualadas. Comprensiblemente, entre los concursantes las reacciones ante un físico son siempre muy variadas.

Los ganadores están seguros de que se hizo justicia. Los perdedores pueden darse cuenta de que necesitan trabajar más y convertir la derrota en una victoria a su experiencia de aprendizaje.

Pero con más frecuencia, se sienten menospreciados e incluso discriminados por lo que ellos creen una pobre actuación oficial.

Michael Wetmore ha enfocado el tema desde ambos lados del escenario. Él es un culturista competitivo y juez nacional de la NPC. Durante diez años Michael actuó como vicepresidente del Cómite Nacional de USA.

En su artículo conocerás lo que los jueces buscan. Wetmore te familiazará con los misterios del arte de ganar un certamen -¡lo que conecta y lo que desconecta el papel del jurado!

Wetmore nos muestra lo que es un competidor de primera en un certamen y examina «la agonía de la derrota» con una inteligente conclusión filosófica. ¡Esta es una historia que tenéis que ver muchos de los que habéis estado allí!



El olor a aceite de coco y almendra mezclado con un sudor fresco pesa en el ambiente tanto como un press de banca de ocho discos grandes. El ruido metálico del hierro y las explosiones de una agitad respiración llenaban mis oídos. Algunos estaban sentados tan inmóviles como estatuas romanas. Como en un estado de trance, sólo el movimiento de sus ojos traicionaba su serenidad.

Rápidas miradas de reojo buscaban en sus oponentes la tan-esperada-debilidad. Otros eran una confusión de movimiento paseándose y congestionando y posando y rezando-. Rezando para que ocurra el milagro en esta última hora. 

«Cinco minutos» gritó el presentador dando la tercera llamada de los últimos quince minutos. Yo terminé lo que de verdad esperaba que fuera mi última congestión. Ya sentía el sabor de langostas de sudor en mis labios. Mejor dicho su falta de sabor. Había desaparecido el fuerte sabor salado de los duros entrenamientos del gimnasio.
Sólo quedaba un ligero sabor a aceite, lo que suavemente me recordaba que «llegó la hora de la prueba». Me siento bien. Creo que puedo ganar esta vez. Midiendo a los competidores, sólo hay en realidad un chico que me preocupa. No... ni siquiera él me preocupa.

Mire a mi alrededor y me hacía preguntas sobre los otros competidores. ¿No les había dicho nadie el aspecto que tenían? La mayoría tenían un buen aspecto aunque yo no habría competido si hubiera tenido un cuerpo como el de ellos. Ellos habían venido a competir, no a ganar. Había varios que habían venido a ganar, pero pude ver por la mirada de sus rostros cuando me vieron que ellos sabía que no era su día. Excepto aquel chico... Él es un presumido S.O.B... Admito que parece preparado pero no es tan grande como yo. Y creo que también estoy en mejor forma.

«¡Alinéense!» Gritó el presentador haciendo estallar mis pensamientos en mil pedazos.
Caminamos sobre el escenario y nos ponemos de cara a los jueces. Yo intento no mirar hacia la cruel iluminación del escenario, esa iluminación que pondrá de relieve todos los defectos. La grandeza o casi grandeza ,de los que competimos también se pondrá de relieve bajo esas mismas luces.
Yo me esfuerzo por mantener una posición de frente en la alineación.

Espero que todos estas semanas de régimen y horas de duro entrenamiento tengan su recompensa. Veo los ojos de los jueces moverse de un lado a otro de la fila. Se detienen un momento y toman notas en sus hojas de puntuación. Yo intento leer algún tipo de aprobación en sus miradas, en vano. Siento el dolor de mis dorsales. Me concentro para mantenerlos tan abiertos como puedo. Aguanto también mis abdominales. Permaneced tensos, pienso. ¡Mis cuadríceps están ardiendo! ¡Los flexiono con la dureza de una vaca! Los mantengo así hasta que... «un cuarto de giro a la izquierda», dice el juez. Tomo rápidamente un trago de aire fresco mientras paso a una postura de costado. Mantengo el pecho erguido. La caja torácica totalmente ensanchada.

Estoy frente a frente con un competidor. Uno de nosotros ha girado en sentido equivocado. Por un segundo dudo de mí; entonces el juez dice al número 17 que gire hacia el otro lado. Los dos comprobamos nuestros números. Rápidamente un compañero gira para colocarse en la posición correcta.

El jefe del jurado continúa con la alineación de espalda, del otro lado, y vuelta a la posición de frente.

No puedo creer lo cansado que me encuentro. Salimos del escenario. No puedo explicar mi sensación de cansancio. Empiezo a congestionar otra vez, preparando mi rutina de pose individual. Sesenta segundos... años de duro entrenamiento me han llevado hasta aquí. Este es mi momento de posar solo.Todos los ojos estarán puestos en mí. Entro al escenario. Hago mi primera pose, un duro doble bíceps. «Nadie me va a ganar en esta pose me digo a mí mismo. Paso a un imponente lado de pecho total. Intento visualizar la famosa pose de espalda de Arnold mientras ejecuto la mía. Oigo a una multitud empezando a interesarse. Oigo a mis compañeros de entreno gritar "despacio". Mi madre dice "¡Ese es mi hijo!" "Gracias mamá" pienso para mí. "Diez segundos", advierte el jefe de jurado. "Voy bien de tiempo" me digo a mí mismo. "Tiempo" anuncia el jefe de jueces. Ataco con entusiasmo una pose super musculada y la congestiono con todas mis fuerzas. "Gracias" dice el juez secamente, haciéndome saber que había usado todo el tiempo que me correspondía»

Estoy de nuevo entre bastidores. Empiezo otra rápida congestión. Acepto modestamente unos cuantos cumplidos de algunos competidores. Volvemos al escenario. Ahora tienen lugar las comparaciones. Los jueces comparan primero los grupos del final y del medio. Yo tengo buen cuidado de colocarme bien enfocado. «Ponte bien prieto», me digo a mí mismo una y otra vez.

Finalmente llaman al mejor grupo. Se nos compara con cinco o seis poses. Los jueces nos mueven de un lugar a otro. Ahora estoy colocado junto al chico que es mi más estrecho competidor. Estoy contento; ahora verán los jueces que yo soy el mejor. Ataco cada pose dándole todo. La multitud se vuelve loca. El jefe del jurado les dice que «¡se calmen!» porque no podemos oír cuando anuncia la siguiente pose. Pose tras pose, vamos luchando. Ya no queda nada. 

¡Esto es todo! Mi boca está tan seca como una toalla caliente. Mi lengua la siento de un modo parecido. Ahora les toca el turno a las aspiraciones y expiraciones profundas. Estoy preparado para luchar hasta el final, sin embargo, finalmente dice el jefe del jurado "Gracias señores, tengan la bondad de volver a colocarse por orden numérico».
Los jueces echarán un último vistazo para comprobar los números. El jefe anuncia «Los veremos esta noche a las siete».

El tiempo que transcurre entre el pre campeonato y la prueba de la noche es el limbo del culturista. Me alegro de que el pre campeonato haya terminado. Estoy deseando que llegue la exhibición de la noche. La rutina que he estado preparando seguro que va a gustar a los espectadores. La música comienza de forma suave y va creciendo hasta llegar a un intenso final. He pasado horas perfeccionando mis evoluciones y ejecutando mis poses para sacar ventaja de los acordes musicales.

Aunque estoy tan seguro de que he ganado, todavía bailan en mi mente pequeñas dudas. Yo las ahuyento considerándolas simple flaqueza humana. Decido concentrarme en el lado positivo. Tengo que ser positivo. Creo que he ganado la prueba; sin embargo, nunca se sabe «hasta que cante la dama gorda».

MÁS TARDE

Esto fue todo, la gran prueba. Mi rutina había salido precisa como un reloj. Recibí una ovación de la multitud en pie -decididamente la mejor respuesta de los fans. Los jueces tenían la palabra.

Yo estaba en pie junto a los otros finalistas. Estábamos esperando que el maestro de ceremonias anunciara el fallo. Yo veía las bonitas chicas escudriñando la mesa de los trofeos. Se estaban asegurando que tenían el trofeo correcto para el puesto correcto. El maestro de ceremonias esperó anunciando el quinto puesto. Yo estaba seguro de que había ganado, pero en cierto modo uno contiene la respiración por la incertidumbre de que pudiera prevalecer la insensatez.

Respiré con alivio cuando anunciaron el quinto puesto. Repetí el mismo proceso, un poco más intensamente según iban subiendo las calificaciones -4º puesto... 3º puesto. Ahora habíamos llegado a los dos finalistas.

La victoria estaba tan cerca que podía saborearla. ¡Qué gran sensación! Las luces brillantes, el murmullo de la multitud -merecía la pena. Yo sabía que saborearía este momento para siempre. 

Oí al maestro de ceremonias comenzar su último y dramático anuncio «...El ganador... del Best Bodybuilder Contest... de 1988 en la categoría de pesos pesados ligeros... es... (parecía durar una eternidad) el número 22 Joe.....».

¡Unnghh! Fue como la coz de una mula. Sabía bien donde se sentaban los burros que habían lanzado las coces. Se sentaban en la mesa del jurado. ¡No puedo haber perdido este certamen! ¡¡No puede ser!!
Sentí náuseas; mi cabeza flotaba. La multitud estaba todavía abucheando la decisión
La chica del trofeo me estaba ofreciendo el trofeo del 2º puesto. "Voy a hacer pedazos este trofeo. ¡Esto es una aberración! ¡Esto es una locura! ¡Yo no entrené para ser el segundo! No puedo creer que esto me suceda a mí... Tengo que controlarme. Tengo que controlar mi disgusto. No quiero parecerme a otros tontos que he visto a veces. ¡Yo tengo más clase que todo eso, pero ahora sé como se sienten!» El ganador Joe se vuelve hacia mí, me tiende la mano y sonríe.

¡Eso es todo! ¡¡Aquí termina todo!! El brillo de la sonrisa de Joe se desvanece un poco cuando las piernas de plástico de mi trofeo crujen bajo el enfurecido apretón de mi mano. ¡¡Wheeeco!!

«Contente» pensé mientras daba la mano a Joe. Luché por por mantener el trofeo intacto con mi otra mano. En realidad no es culpa de Joe, han sido los malditos jueces.

Ahora estaba saliendo entre bastidores. Mi familia y mis amigos se me acercaron. Todos hablaban a la vez. «Te han robado. Debiste haber ganado ese concurso».

«Es todo política» «Está todo arreglado».
Había ruido y furor por todas partes. Mi madre dijo que iba a »decir un par de cosas a los jueces». Yo miraba ferozmente a los jueces según iban pasando por mi lado.
Ellos miraban al suelo o a otro lado. Estaban evitando mi mirada deliberadamente.
Eso lo confirmaba. Sabía que me habían robado.
Ni siquiera pude dormir aquella noche.
Todo el mundo me decía lo mismo. «Tenías que haber ganado este certamen».


LA SEMANA SIGUIENTE

Fui al gimnasio una semana después. Todavía estaba resentido por haber perdido un certamen que debería haber ganado.

No me apetecía hablar de ello, pero lo primero que me decían los demás era «debiste haber ganado este certamen».

Parece ser que todos lo sabían menos los jueces.

Entonces vi a uno que estaba en la máquina de piernas. «Miren quien está aquí», «el juez número tres». Hasta la semana anterior yo había creído que este chico era un juez bastante bueno. Decidí tener unas palabras con él. Y me descolgué con un «yo debí haber ganado este certamen».

El respondió: «Hablemos de ello»,mientras me alejaba de la gente que estaba empezando a amontonarse. El juez número tres dijo «estoy de acuerdo, tú debiste haber ganado aquel certamen». «Bien, entonces ¿por qué no lo hice?» dije bruscamente. «Yo voté por ti así como otros dos jueces» dijo el juez número tres.

«Desgraciadamente para ti los otros cuatro jueces votaron por Joe, el número 22».

Yo me sentía tan ultrajado con la conclusión del certamen que no había comprobado los resultados finales. Me sentí un poco mejor al saber que al menos tres jueces tenían algo de sentido.

«Siéntate», dijo el juez número tres.
«Aquella exhibición estuvo muy reñida», el juez continuó, «especialmente durante el precampeonato. Tú eres más grande y estabas en mejor forma. Tu torso es mejor. Las piernas de Joe son mejores que las tuyas, así como sus abdominales».

«Un momento» protesté. «Los abdominales de Joe puede que sean un poco mejores pero sus piernas no».

«Espera», dijo el juez número tres, «¡En mi opinión tus piernas son más voluminosas pero las de Joe tienen más detalle y definición; las inserciones de Joe también son mejores!».

El juez continuó, «yo no te puse a ti en primer lugar hasta el final del precampeonato. La cosa estaba entre tu superior forma y tamaño y el físico de Joe ligeramente más pequeño pero más recortado. Tú empezaste a destacar según el precampeonato iba avanzando»

«Otra cosa que puede haber estado en contra tuya», dijo el juez, «es que Joe ha ganado los dos últimos concursos en que ha participado. Se le considera un ganador. El culturismo es un deporte subjetivo; hay un elemento precedente de inclinarse a favor del campeón en las decisiones más reñidas. Yo no digo que esté bien», siguió el juez, «pero esa es la verdad».

El juez continuó, «ahora llega llega la exhibición de la noche. Ha desaparecido todo el agua de tu piel. Tienes un aspecto estupendo. Joe ha pasado ahora su apogeo. Su definición está ligeramente borrosa. Joe tiene que esforzarse para tener su mejor aspecto. La multitud reacciona según lo que ven; tú estás mejor. Lo que vi como casi un triunfo para ti en el pre campeonato, es ahora un claro triunfo en la prueba de la noche. ¡Pero es demasiado tarde! Para entonces las puntuaciones ya se han contado».

Yo tuve que preguntar al juez: «¿Y qué hay del hecho de que los jueces ni siquiera me mirasen después del concurso?» Yo pensé que pasaba algo.

El juez respondió:« Tú estabas decepcionado después de la prueba -visiblemente agitado-. No creo que nadie quisiera hablar contigo después del incidente del trofeo. Sí», continuó el juez. «Yo vi la expresión de la estatuilla. Me alegro que no fueras más lejos».

«Después de la prueba de la noche« dijo el juez, «Yo hablé con algunos de los otros jueces. Me dijeron que ellos hubieran votado por ti; si hubieras tenido tan buen aspecto durante el pre campeonato».

«Ya sé lo que quieres decir» dije yo, «pero todos mis amigos piensan que yo debería haber ganado. Ellos estuvieron en el pre campeonato».

El juez respondió: «Yo nunca he oído un incidente donde la gente se acercara a un competidor en una exhibición reñida y dijera:«tú deberías haber perdido ese concurso». Esto sencillamente no sucede. Tus amigos y tu familia tienden a ser parciales».

El juez continuó: «tu potencial es ilimitado; me gustaría verte sacarle partido. Mejora tus piernas y preséntate más recortado la próxima vez».

Me sentí un poco mejor después de hablar con el juez. Todavía me gustaría haber ganado ese concurso tan reñido.

Dos meses después miré algunas fotos del pre campeonato. Vi donde podía haber estado mejor. La próxima vez no voy a dejar ni una sombra de duda en las mentes de los jueces. Voy a presentarme en mi mejor forma. Lo voy a hacer por mí en primer lugar y por los jueces en el segundo. De todos modos no hay garantía de que mi idea de un físico perfecto sea igual que el concepto de los jueces.

Todavía puedo oír lo último que el juez me dijo. «Si compites en este deporte el tiempo suficiente, te van a suceder dos cosas. ¡Vas a ganar un certamen que tal vez no deberías haber ganado. Y vas a perder un certamen que tal vez deberías haber ganado!».


Revista Musclemag nº 4, marzo, páginas 89-92.