martes, 30 de julio de 2024

Noche de monstruos

¿Por qué el mundo distrae tanto a nuestro hijo a la hora de dormir?

Por Dave Barry
 

Los niños constituyen el recurso de la naturaleza para controlar la natalidad. A fin de ilustrar la forma en que cumplen con esta función, veamos cómo mi esposa y yo acostamos a nuestro hijo de seis años, Robert, en una noche cualquiera. Con la esperanza de tener algún tiempo entre nosotros, tratamos de que esté en la cama a  las 8 de la noche. Para ello, iniciamos la labor de convencimiento una hora antes.

7 de la noche: Anunciamos: “Robert, es hora de que te prepares para dormir”.

7:04, 7.09, 7:12, 7:14, 7:17, 7:18, 7:22, 7:24, 7:25, 7:26 y 7:27: Le advertimos a Robert que Ahora Sí debe prepararse para ir a la cama y que esta vez Va en Serio.

7:28: Robert se dirige a su habitación y comienza, realmente, a prepararse para dormir. 

7:29: Nuestro hijo no encuentra a Godzilla, su monstruo de hule. Nadie se explica cómo advierte la ausencia del muñeco en un cuarto que contiene unos 78,500 juguetes; pero así es. Y, desde luego, debemos suspender todas las actividades hasta que resolvamos este asunto, porque sería verdaderamente imperdonable que  un chiquillo tuviera que irse a la cama sin su Godzilla de hule.

7:43: Encontramos a Godzilla y Robert empieza a quitarse la ropa. Esto es algo que puede hacer Por Sí Mismo.

9:27: Hasta ahora  se ha quitado Por Sí Mismo la  camisa y un zapato. Acudo a  ayudarlo.

9:30: Ya en pijama, Robert se deja cepillar los dientes, la señal esperada para anunciar que tiene hambre. Le respondemos que la culpa es suya porque no se terminó la cena, que ya no es hora de comer nada, no señor, de ninguna manera, que ni lo imagine, que ya es tiempo de que aprenda su lección, etcétera.

9:57: Robert se termina un  plato de pasta, y se somete de nuevo al cepillado de los dientes.

10:02: Para que se duerma, le leemos el cuento Horton empolla un  huevo, del doctor Seuss. Esto resulta tardado porque debemos examinar cuidadosamente todas y cada una de las páginas por si hay algún detallito que se nos pudiera haber escapado las 267 noches consecutivas en que se lo hemos leído.

10:43, 10:47, 10:51, 10:54, 10:56, y 10:59: Le advertimos que Ahora Sí es hora de irse a la cama y que esta vez Va en Serio.

11.03: Robert se mete en la cama. Lo cobijamos, le damos el beso de las buenas noches, salimos sigilosamente de la habitación: por fin solos.

11.17: Nuestro hijo se queda dormido, pero lo despierta una terrible pesadilla, provocada por compartir su cama con Godzilla, su   monstruo de hule. Se lo quitamos.

11:28: Le damos a Robert el beso de las buenas noches y salimos de la habitación: por fin solos.

11:32: Al escuchar ruidos procedentes de la habitación del pequeño, regresamos y lo encontramos llorando a moco tendido. Casi sin poder articular las palabras, nos explica que la mamá pájaro de Horton empolla un huevo pierde a su cría al final, y que, aunque ella fue muy mala, probablemente ahora esté arrepentida y se sienta muy sola. Intentamos explicarle que esa no es la moraleja de la historia; pero Robert está inconsolable. Acabamos accediendo a que se meta en la cama con nosotros… solamente un minuto.

2:47 de la madrugada: Llevamos a Robert a su cuarto, le damos el beso de las buenas noches y salimos de puntillas de la habitación: por fin solos.

3:14, 3:58, 4:26, 5:11, y 5.43: La casa entra en Alerta Roja conforme se suceden diversas pesadillas de rutina, cada una de las cuales nos obliga a cruzar el pasillo tambaleantes y medio dormidos.

6:12: Amanece.

Cuando leo en el periódico algún artículo sobre matrimonios que tienen, por ejemplo, nueve hijos, nunca me pregunto cómo se las arreglan para cuidar de todos ellos, sino cuándo tuvieron tiempo para concebirlos.


Condensado de “Dave Barry’s Guide To Marriage And/Or Sex”, © 1987 por Dave Barry, publicado por Rodale Press, Inc., de Emmaus, Pensilvania.


Revista Selecciones del Reader’s Digest, Tomo CII, N° 608, Año 51, Julio de 1991, páginas 19-20, Reader’s Digest Latinoamérica, S.A., Coral Gables, Florida, Estados Unidos

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