jueves, 3 de noviembre de 2016

El Arte de Ser Prudente

Algunos consejos mejoran con el paso del tiempo

Condensado de Oráculo Manual  y Arte de Prudencia

Por Baltasar Gracián

“Pensar por anticipado”. ”No ser fácil en creer ni en querer”. ”No empeñarse con quien no tiene qué perder”. “No obrar apasionadamente”… Cualquiera juraría que estos consejos fueron tomados de un libro moderno de superación personal. Pero no, Son creación de un jesuita español del siglo XVII.
El ambiente cortesano en que le tocó vivir a Baltasar Gracián -capellán militar, predicador prestigiado y confesor de gente poderosa-, hacía falta mucho ingenio para triunfar. Observador agudísimo y realista implacable, se convenció de que no llega a la meta quien no ve bien dónde  pone cada pie. A esto llama “vivir a lo práctico”.

Con la intención de instruir a sus contemporáneos en ese arte, escribió Oráculo Manual y Arte de Prudencia, libro que resume una rica experiencia y un gran conocimiento de la vida y de los hombres.

De este libro hemos tomado algunas máximas, tan útiles hoy como hace tres siglos. Para facilitar su lectura, simplificamos y adaptamos al español actual algunas palabras o expresiones que, por haber sido escritas en un estilo tan complejo como era el conceptista, tal vez resulten oscuras para el lector de hoy.


No Descubrirse por Completo. El jugar a juego descubierto ni es de utilidad, ni de gusto. El no declararse al punto da lugar a la expectación. Es el recatado silencio refugio de la cordura. Las resoluciones, una vezmanifestadas, quedan expuestas a la crítica; y si no tuvieran éxito, usted será dos veces infeliz.

Conocer su mejor Cualidad. Cultive con especial esmero su principal talento y fomente los demás.
Cualquiera podría triunfar en algo si supiera en qué descuella.

Nunca Exagerar. Los superlativos ofenden la verdad y dan indicio de la cortedad del conocimiento. Anda el cuerdo con pies de plomo, y quiere más pecar de corto que de largo. La exageración es hermana de la mentira y menoscaba su reputación de buen gusto.

Actuar con Moderación. No se ha de emplear en las cosas más esfuerzo delo que es menester. No ande ostentando, que dejará de sorprender a los demás. Siempre ha de haber novedad con qué lucirse: que quien cada día revela más de sí mismo, mantiene siempre la expectación y nunca llegan a descubrirle los límites de su caudal.

Tratar con Gente de la que se pueda Aprender. Haga de los amigos maestros y combine la utilidad del aprendizaje con el gusto de conversar.  Disfrute de lo que usted diga, se le recompensará con aplausos; por lo que oiga con aprendizaje.

No Cansar. La brevedad es agradable y lisonjera. Lo bueno si breve, dos veces bueno. Y aun lo malo, si poco, no tan malo.

Prepararse para la Fortuna Adversa en la Próspera. Es de sabios hacer en el estío* provisión para el invierno, y resulta más fácil; son baratos entonces los favores y hay abundancia de amistades. Rodéese de amigos y de agradecidos, que algún día apreciará lo que ahora no parece importante.

*Estío:  Verano

Nunca Hablar de Sí, porque o se ha de alabar, que es vanidad, o se ha de criticar, que es poquedad* de espíritu. Quien habla de sí revela falta de cordura e incomoda a los que oyen.

*Poquedad: Timidez, pusilanimidad. Cortedad, escasez, miseria. Cosa de poco valor.

Haga al Principio el Cuerdo  lo que el necio hace al fin. Sólo hay un método de caer en la cuenta: a tiempo. El necio hace por fuerza lo que pudiera haber hecho de buen grado; en cambio, el discreto pronto ve lo que ha de hacer tarde o temprano, y ejecútalo con gusto, y con ello mejora su reputación.

Nunca Quejarse.  La queja siempre trae descrédito. En vez de compasión, suscita insolencia e induce a los otros a imitar la conducta de aquellos de quienes hay querella. Mejor política es celebrar los favores de unos para ganarse los de otros.

Hacer, y Hacer Parecer. Las cosas no pasan por lo que son, sino por lo que parecen. Valer y saberlo  mostrar es saber dos veces. Un buen exterior es el mejor medio para mostrar la perfección interior.

No Ser de Vidrio. Algunos se quiebran con gran facilidad, descubriendo con ello su poca consistencia.
Llénanse a sí mismos de resentimiento, y a los demás de enfado. Muestran tener la condición más niña que la de los ojos. Están llenos de sí y son esclavos de su gusto.

No Vivir Aprisa. Conocer el momento adecuado de las cosas es saberlas gozar. Muchos querrían devorar en un día lo que apenas podrán digerir en toda la vida. Aun en el querer saber ha de haber cuidado para no saber las cosas mal sabidas. En el gozar, despacio; en el obrar, aprisa.

Retirarse cuando se lleva Ventaja,  es de tahúres de reputación. Tanto importa una bella retirada como una bizarra acometida. Cánsase la fortuna de llevar a uno a cuestas durante largo tiempo.

Al acabar las cosas, es preciso poner cuidado en la felicidad de la salida que en el aplauso de la entrada. Lo primordial no es que le aplaudan cuando llegue, sino que se entristezcan cuando salga.


Revista Selecciones del Reader’s Digest, Tomo CV, N° 628, Año 53, Marzo de 1993, págs.  101-102, Selecciones del Reader’s Digest  Latinoamérica, S.A., Coral Gables, Florida, Estados Unidos


Las notas en asterisco y algunas negritas son mías (B.A.)

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