martes, 12 de noviembre de 2013

La Soltería


 Por qué considerarnos tontos y egoístas a los que no tenemos pareja.
Tenerla ahora es más difícil.
Cómo voy a tenerla si no tengo ni para invitarle un café, un té o un vasito de vino o para poder ir al cine o apenas me alcanza para mantenerme solo.

Cuando todavía no te sientes preparado y encima tienes tantos problemas y obligaciones es como para pensarlo bastante y  para que ni se te ocurra en tener a alguien a tu lado.

A nadie se le obliga a estar soltero ni tampoco a casarse. Eso es decisión personal y libertad de cada uno con su conciencia.

Cada quien vive diferentes circunstancias por las que está o se encuentra soltero.

Que nos dejen de fastidiar de que somos tontos, egoístas y "raros" por ser solteros.

Estamos cansados que nos pregunten a cada rato: ¿y tú cuándo te casas? 

Otro(a) idiota de mente sucia te dice: ¿no serás marica o lesbiana (homosexual)? Porque ya estás viejo y no tienes nada con nadie.

Me provoca decirles:
Cállate, imbécil, pobre infeliz. Tú no sabes ni ubicar el baño con un letrero en la puerta...
¿Tú me ayudas, te intereso, te importa mi vida?
Gran cosa es tu matrimonio lleno de puras apariencias y plagado de cuernos, pleitos, hipocresías y mentiras, en donde el amor y el resto de sentimientos brillan por su ausencia.
En donde no te divorcias porque eres un(a) cobarde hipócrita y te gusta seguir con las comedias y las máscaras del matrimonio (in)feliz.
Tus hijos se ve que son unos huérfanos (emocionalmente) con padres vivos.
¿Y sabes qué? me casaré con quien quiera y cuando me dé mi reverenda gana y cuando lo haga me ocuparé de no tener el mal gusto de invitarte para no ver tu horrenda cara.
Hablas nomás porque tienes boca. 

Pero así con todas las estupideces incomprensivas y crueles que nos digan nuchas veces no vale la pena discutir porque no nos van a entender ni apoyar en nada, y es mucho mejor tener la suficiente distancia física y emocional con la gente tan cerrada de mente sean parientes o no.


Todos tenemos derecho a ejercer nuestra libertad hasta los límites de ésta -no podemos hacer todo lo querramos- pero no debemos caer en el libertinaje y la irresponsabilidad.

No somos animales.

Las cosas actualmente no están nada fáciles para nadie sea casado o soltero.

Tengo 43 y por el momento me tengo que resignar a mi situación como soltero y a tener confianza a que vengan tiempos más propicios si quiero casarme o tal vez no lo haga.

Si me quedo soltero pues soltero me quedaré pero si quiero casarme primero debo aprender a vivir como soltero y de ahí me lanzaría a la piscina del matrimonio (respeto a los que conviven aunque no esté de acuerdo con ello).

El futuro no se puede adivinar y ahora sólo nos queda esperar y tener paciencia.

Como dijo Julio César:

Alaea Iacta Est (la suerte está echada)