jueves, 17 de julio de 2025

Anecdotario VII

Al enterarse de que el puesto de su amigo republicano Frank Mason, cónsul de los Estados Unidos en Frankfurt, peligraba con motivo del cambio de gobierno (Grover Cleveland, acababa de posesionarse de la presidencia) el humorista norteamericano Mark Twain escribió así a la hija del Presidente:
«Mi estimada Ruth: Soy miembro de los «Independientes» y una de las sagradas reglas de nuestra orden nos impide pedir favores a los funcionarios del gobierno; pero nada tiene de particular que yo le escriba a usted en forma amistosa para hacerle saber de una gran injusticia que está a punto de cometer el padre de usted al dejar cesante al mejor cónsul que conozco, sólo por el hecho de ser republicano.» Después de detallar los servicios de Mason, Mark Twain concluía: «La próxima vez que hable con el Presidente le ruego que le diga lo que yo pienso de un gobierno que trata así a sus funcionarios eficientes.»

Algún tiempo después Twain recibió la siguiente respuesta de puño y letra del Presidente: «La señorita Ruth Cleveland se complace en acusar recibo de la carta del señor Mark Twain y en manifestarle que se tomó la libertad de leerla al Presidente, quien desea agradecer al señor Twain sus informes y asegurarle que el señor Mason no será molestado en el consulado de Frankfurt.»
Fue necesaria la intervención del Presidente para contestar la carta, pues en aquel momento Ruth Cleveland contaba sólo con un año de edad.




Gazapos 

Nota de sociedad en el Journal de Atlanta, Georgia: «Como esta es la primera vez que van de visita a la casa de los Robinson en las montañas, los Jarrell esperan pasar un rato agradable».

Del periódico Península Herald, de Monterey, California: «La señorita Roberta Ford fue herida ayer en un accidente de automóvil ocurrido en las afueras de la ciudad. El lugar donde sufrió las lesiones la señorita Ford es de singular belleza natural».

Del Herald de Miami: «El general y su señora no tienen hijos. La diversión favorita de él es el golf.»

Aviso en el periódico Enterprise de Mishawaka (Indiana): «¡También USTED podrá tener úlceras! Por $ 30 le vendemos un buen piano para que trate de hacer que su hijo estudie música».


—¿Qué te hace pensar que esta sea la computadora más inteligente que jamás se haya construido?
―Se ríe cuando le hacen preguntas estúpidas.




Protesta
Asistí a un recital de piano en compañía de mi primo, que sabe mucho de música. Durante la ejecución de una obra se mostró muy disgustado con el pianista: era la sonata Appassionata de Beethoven y, en su opinión, el pianista trataba de compensar con un excesivo volumen su falta de virtuosismo. En eso se oyó, en medio de aquel estruendo, la campanilla de un teléfono en el vestíbulo.
—¿Qué te dije?, me susurró mi primo. Ahí llama Beethoven.




Candor

En la sección de anuncios clasificados de cierto periódico apareció el siguiente aviso:
“Querida abuela: me divertí mucho en tu casa. Siento mucho haber trasplantado tus plantas. Siento mucho haber usado todo un rollo de papel higiénico. Siento mucho haberlo arrojado en el excusado. Siento mucho haber tratado que se fuera con el agua. Siento mucho que el agua se haya derramado en el piso. Siento mucho haber molestado a tus vecinos. Siento mucho haber hecho que el abuelo se enojara. Si ellos ya no te hablan, lo siento mucho. Siento mucho haber puesto arena en tu agua de lluvia. Siento mucho haber perdido tres cucharas.
Abuela, ¿puedo pasar contigo unas cuantas semanas el próximo verano?

Tu nieto, Gary”


Crítica Pericial
Samuel F. B. Morse, inventor del telégrafo, era un eminente pintor. Un día rogó a un amigo médico que mirase uno de sus cuadros que representaba a un hombre agonizante. Cuando el hombre hubo examinado minuciosamente la obra de arte, le preguntó Morse:
—Bueno. ¿Qué le parece?
—Malaria —contestó el doctor.



Charlas de Sociedad

Un solterón bastante pagado de sí mismo asiste a una fiesta en la cual se halla una señora cuya invitación a comer no pudo él aceptar hace algunos días.

—Me parece recordar que tuvo usted la amabilidad de invitarme a la comida que dio el miércoles pasado—le dice pomposamente después de saludarla.
—Sí, me parece que sí... —contesta la señora sonriendo distraídamente— Y dígame: ¿tuve el gusto de verlo a usted entre mis invitados?

 

En cierta ocasión en que el actor Ezra Stone, que interpretaba a Henry Aldrich en la radio, y el empresario Herman Shumlin habían ido a cenar juntos, el actor empezó a explicarle a su compañero un argumento que le parecía magnífico.Tan concentrado en ello se hallaba, que cuando les sirvieron la sopa siguió habla que habla sin probarla siquiera. Por fin Shumlin, que acababa de llevarse a la boca la última cucharada de la suya, mira al plato de Stone, sonríe, se encara con su amigo y le dice:
—Hombre, Ezra, mejor será que te tomes la sopa antes que se te enfríe la conversación.


 

Táctica del Escapismo

«Cuando me encuentro con alguien cuyo nombre no puedo recordar», decía Disraeli, «me concedo un par de minutos para hacer memoria. Si continúo sin recordarlo, considero desesperado el caso, y pregunto: ¿Cómo van esos viejos achaques, amigo?»

 

Marxismos
Chico Marx, uno de los famosos hermanos cinematográficos, estaba en un restaurante mirando y remirando el menú, cuando un sirviente muy afable se acercó para preguntarle:
—¿Qué le agrada más al señor?
—Las mujeres —contestó Chico.— ¿Y a usted?

Receta de Groucho Marx para llegar a viejo y con salud: «Levántate a las siete. Desayúnate a las ocho. Vuelve a acostarte a las nueve»


 

Una revista londinense, The New Review, en la cual estaban interesados H.G. Wells y un amigo suyo, Henley, atrajo muy poco la atención del público al principio. Cierto día lluvioso, Wells y Henley, un tanto alicaídos, estaban mirando la calle a través de la empañada ventana de su oficina, cuando pasó un entierro.
—¡Te apuesto una libra —dijo Wells—a que ahí llevan a nuestro suscriptor!



 

Cita Citable: 

Cuando el menor de los hijos ha aprendido a no revolver la casa, llega el mayor de los nietos a volverla un desastre.—Christopher Morley


 

Definiciones

Agente de Publicidad: Individuo sin cuyo auxilio nadie leerá las cosas que uno no dijo.

Moderno: Palabra usada frecuentemente para justificar lo que no tiene otro mérito.

Optimista: El que le dice a uno que tenga ánimo cuando todo le sale bien a él.


Nota: En otros artículos pondré la bibliografía porque en los primeros con anécdotas olvidé colocar ese detalle.

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