martes, 28 de febrero de 2012

Profesor Patético

Otro hermoso recuerdo de ese parque temático de Burrolandia llamado Universidad.

Este es otro ejercicio de maso... digo, de soltar a otro de mis demonios de la memoria de elefante que es mi madero de tormento, cruz o como se diga.

Me acuerdo que en el primer año en la Facultad de Edu... de la Ignorancia tuvimos un curso de... Dudas Políticas y demás adefesios.
El asno, digo, el profesor vino a dárserlas de muy leído y a zamparnos una ensalada indigesta de marxismo-leninismo mezclado con el resto de toda esa búsqueda bizantina de la inmortalidad del mosquito llamada filosofía desde los presocráticos en adelante.

El muy cretino creía que soltando su rollo pachanguero de mezcolanzas oscuras que todos los universitarios burros sólo iban a parar las orejas, a ponerse a copiar y a tragarse toda la sarta de estupideces no explicadas que soltaba su majestad ateo católico apostólico romano.

Sí, porque el loco se tiraba hablando de la basura marxista-leninista ateo-agnóstica-perdidos en el espacio filosófico y luego tan campante se iba a la iglesia San Pedro... sí que tendría asco.

Y hablaba basura, estiércol, relleno sanitario disfrazado de cátedra y para nosotros era un placer contradecirlo a cada rato, hacerlo sufrir con lo que no sabía o no esperaba que le dijeran.

¿Acaso la burriuniversidad no es un lugar para debatir o es sólo es un sitio para copiar y tener un bonito cuaderno de apuntes plagado de idioteces que después al final únicamente servirá cuando te falte papel higiénico o para limpiar las cacas de los perros?

Clase tras clase eran debates con un tipejo que no soportaba la contradicción de dos alumnos en cualquier tema y lo fregáramos a cada momento dejándole el cerebro hecho una basura...

Caray, no lo hacíamos por fregar pero discutiendo nos aburríamos menos, la clase se ponía más interesante y si al señor de las moscas no le gustaba el análisis, la opinión contraria con base, ése era su problema, entonces para qué diablos se metió a ser profesor ( "catedrático")

Si a los profesores universitarios no les gusta debatir entonces todo su rollo de la dialéctica era y es pura mentira y una tremenda imbecilidad de la boca para fuera.

Y un día pasó: se fue a contarle a otro cate... burro -me niego a llamarlos catedráticos- de cómo nosotros, el par de miserables continuamente le contradecíamos en clase y se puso a llorar.

Poco después llamaron a otro fanático del lenguaje enredado para que ayudara en la clase y también era otro católico marxista-leninista.
Según el profesor enredado el agua y el aceite sí se podían mezclar... -y no hablamos de la emulsión-, que se podía ser creyente y ateo a la vez

Ya comentaré en otra ocasión sobre este sinvergüenza campeón del lenguaje que no se entendía ni a patadas.

Además del profesor de Ética que exhibía su adulterio... y de los acosadores sexuales -hasta en plena clase- de ese manicomio-fábrica de títulos llamado Universidad. Como aprobaban poniendo en práctica el Kamasutra o con pagos para que los alumnos salieran aprobados, sin olvidarnos del acoso moral-psicológico, es decir, cómo te destrozaban, hacían pedazos la autoestima de cualquiera en clase.
Con todo ese material se podía hacer una nueva tesis sobre sadomasoquismo o sobre las nuevas Sodoma y Gomorra en el interior de ese local supuestamente dedicado a la edu... en donde sales más ignorante si no has tenido la costumbre de estudiar y de leer por tu cuenta.



En conclusión:
Alumnos que debatan ahora en clase... pues échate a buscarlos.