miércoles, 29 de agosto de 2012

Velocidad de lectura

-Conforme vas envejeciendo tu velocidad lectora se va haciendo más y más lenta.

-Los libros conocidos como tochos (ladrillos) ya no parecen o son un descubrimiento o un deleite como en el pasado sino que ahora son una carga, un montón de paja y en el caso de muchos, una tortura (en el pasado también se publicaban adefesios).

-Tengo algunos que hasta ahora me da pereza leerlos.

-Si uno lee tan seguido de un solo género termina(rá) asqueado con éste.

-Hay obras en las que el autor se tomó el trabajo de hacerlas ilegibles, odiosas, inaguantables desde el inicio.
Porque son un fiasco en sus detalles internos: con palabrería oscura y contenido de lo más pedante, y si son "literatura" vienen con una trama necia, diálogos de pacotilla, descripciones insufribles, personajes estúpidos y finales de lo más imbéciles.

-Muchos actuales detectives de novela son una sarta de idiotas depresivos de lo más insoportables.

-Me importa un comino que tales libros sean bestsellers cuando su temática es una... porquería.
Las moscas reseñadoras nunca hablan mal de ellos -un montón de basura- para poder seguir recibiendo obras de regalo.