jueves, 22 de mayo de 2025

Colección Libros Reno

Esta colección fue publicada por Plaza & Janés Editores entre 1959 y 1984.


1. Mika Waltari. Sinuhé El Egipcio, 2 tomos
2. Maxence Van der Meersch. Cuerpos y Almas, 2 tomos
3. W. Somerset Maugham. Servidumbre Humana, 2 tomos
5. Sinclair Lewis. Calle Mayor
6. Lajos Zilahy. Los Dukay
7. Lajos Zilahy. El Crepúsculo de Cobre (continuación de Los Dukay)
8. Vicki Baum. Shangai-Hotel, 2 tomos
9. John Knittel. Vía Mala
10. Romain Gary. Las Raíces del Cielo
11. Knut Hamsun. Bendición de la Tierra
12. John P. Marquand. La Rebelde
13. Ben Ames Williams. Que el Cielo la Juzgue
14. Jakob Wassermann. El Hombrecillo de los Gansos
15. A.J. Cronin. La Ciudadela
16. John Dos Passos. Tres Soldados
17. Sinclair Lewis. Sangre de Rey
18. Lajos Zilahy. El Ángel Enfurecido
19. Curzio Malaparte. Kaputt
20. Nevil Shute. La Hora Final
21. Alberto Moravia. La Romana
22. Lajos Zilahy. Las Cárceles del Alma, 2 tomos
23. Cecil Roberts. Estación Victoria a las 4,30
24. William Faulkner. El Villorrio
25. Lewis Wallace. Ben-Hur
26. Pearl S. Buck. La Gran Aventura
27. Jakob Wassermann. El Caso Maurizius
28. Maxence Van der Meersh. Invasión, 2 tomos
29. Edison Marshall. El Hijo de la Furia
30. Virginia Woolf. Noche y Día
31. Rachel Field. Almas Borrascosas
32. Bartolomé Soler. La Vida Encadenada
33. Ernest Hemingway. Relatos
34. Lloyd C. Douglas. Perdónanos nuestras Deudas
35. Constant V. Gheorghiu. La Segunda Oportunidad
36. Erich Maria Remarque. Náufragos
37. Knut Hamsun. El Juego de la Vida
38. John Lodwick . Amor me dio la Bienvenida
39. Paul I. Wellman. Murallas Humanas
40. Marcia Davenport. Mundos Opuestos
41. John Knitell. El Caminante en la Noche
42. Pearl S. Buck. Un Solo Amor
43. Aldous Huxley. Ciego en Gaza
44. Edison Marshall. El Teniente de Bengala
45. Sigrid Undset. La Orquídea Blanca
46. Paul I. Wellman. Jubal Troop
47. Alba de Céspedes. Nadie vuelve Atrás
48. Sinclair Lewis. Bethel Merriday
49. Edison Marshall. Un Castillo en el Pantano
50. Elizabeth Goudge. El Ventanal del Centro
51. Jakob Wassermann. Gaspar Hauser
52. Cecil Roberts. La Vida Une y Separa
53. Francis Brett Young. El Bosque Lejano
54. Rachel Field. El Cielo y Tú
55. Hans Fallada. Una Vez tuvimos un Hijo
56. John Knittel. El Hakim
57. Cecil Roberts. ¡Queremos Vivir! (continuación de Estación Victoria...)
58. Maurice Baring. La Princesa Blanca
59. Trygve Gulbranssen. La Voz de los Bosques
60. Warwick Deeping. Sinceridad
61. Edna Ferber. Cimarrrón
62. Alice Tisdale Hobart. Esta Tierra es Mía
63. Edna Ferber. Teatro Flotante
64. Arthur Hailey. Diagnóstico Final
65. William Humphrey. Con Él llegó el Escándalo
66. John Galsworthy. Esperanzas Juveniles
67. Alistair MacLean. Los Cañones de Navarone
68. John O'Hara. La Venus de Visón
69. Mika Waltari. Marco El Romano, 2 tomos
70. Thomas T. Chamales. Desnuda por el Mundo, 2 tomos
71. Julien Green. Cada Hombre en su Noche
72. Hamilton Basso. El Baile de la Infantería Ligera
73. Thomas T. Chamales. Cuando hierve la Sangre, 2 tomos
74. Willard Motley. Llamad a Cualquier Puerta
75. John P. Marquand. El Tiempo Vuela
76.Tomás Salvador. Cuerda de Presos
77. Anna Langfus. Equipaje de Arena, 2 tomos
78. Anna Langfus. La Sal y el Azufre
79. Concha Alós. Los Enanos
80. Eugene Vale. El 13º Apóstol
81. Willard Motley. Nadie escriba mi Epitafio (continuación de Llamad a cualquier Puerta)
82. Cécil Saint-Laurent. Lucrecia Borgia
83. Anthony Glyn. Lo quiero Todo
84. John O'Hara. Oculta Verdad
85. Mika Waltari. De Padres a Hijos, 2 tomos
86. Aldous Huxley. Arte, Amor y Todo lo Demás
87. Robert Penn Warren. El Caballero de la Noche
88. Sven Hassel. La Legión de los Condenados
89. Stephen y Ethel Longstreet. Geisha
90. John P. Marquand. Sin Retorno
91. Robert Ruark. Algo de Valor
92. Robert Traver. Anatomía de un Asesinato
93. James Jones. Como un Torrente
94. Theodore H. White. Sendero de Furia
95. Emily Bronte. Cumbres Borrascosas
96. Sergiusz Piasecki. La Quinta Etapa
97. Curzio Malaparte. La Piel
98. Nelson Algren. La Gata Negra
99. Ross Lockridge. El Árbol de la Vida
100. Henry François Rey. Los Organillos
101. Ivo Andric. Un Puente sobre el Drina
102. Nicholas Monsarrat. Piratas de Nylon
103. Jon Cleary. Tres Vidas Errantes
104. Nelson Algren. El Hombre del Brazo de Oro
105. Irwin Shaw. Dos Semanas en otra Ciudad
106. Henry François Rey. La Comedia
107. Sven Hassel. Los "Panzers" de la Muerte
108. Wallace Stegner. Una Estrella Fugaz
109. Pearl S. Buck. Otros Dioses
110. William Faulkner. En la Ciudad
111. Jeramie Price. Katrina
112. Richard Powell. Los Dientes del Dragón
113. Wirt Williams. Ada Dallas
114. Graham Greene. Orient Express (El Tren de Estambul)
115. William Faulkner. Los Rateros
116. Pearl S. Buck. La Promesa
117. Fannie Hurst. Su Vida Íntima
118. William Faulkner. La Mansión
119. Knut Hamsun. Victoria
120. William Faulkner. ¡Desciende, Moisés!
121. Heinz G. Konsalik. Destino de Segunda Mano
122. Ernest Hemingway. Adios a las Armas
123. Graham Greene. Historia de una Cobardía
124. Frank G. Slaughter. La Espada y el Bisturí
125. Heinz G. Konsalik. Llegaron del Cielo
126. Daphne Du Maurier. Rebeca
127. Alexander Ramati. Más Allá de las Montañas
128. Tomás Salvador. Los Atracadores
129. Frederick Prokosch. Balada de Amor
130. James M. Cain. La Mariposa
131. Alba de Céspedes. Cuaderno Prohibido
132. Sven Hassel. Batallón de Castigo
133. Michel Déon. La Zanahoria y el Palo
134. Petru Dumitriu. Los Placeres de la Juventud
135. Giovanni Papini. Gog
136. Constant V. Gheorghiu. La Hora 25
137. Monica Dickens. El Corazón de Londres
138. Fritz Woss. Perros, ¿Queréis vivir Eternamente?
139. Gerald Green. Luz Cruel
140. Gerald Green. Los Devoradores de Lotos
141. Arthur Hailey. Altas Esferas
142. Joyce Cary. El Curandero
143. Sven Hassel. Camaradas del Frente
144. Sergiusz Piasecki. El Enamorado de la Osa Mayor
145. W. Somerset Maugham. El Filo de la Navaja
146. Pearl S. Buck. La Estirpe del Dragón
147. Lloyd C. Douglas. Sublime Obsesión
148. André Maurois. Climas
149. Gabrielle Chevallier. Clochemerle
150. Pierre Boulle. Una Noche Interminable
151. Joyce Cary. Narraciones
152. Herbert Heckmann. Benjamín y sus Padres
153. Lajos Zilahy. El Desertor
154. Philip Roth. El Declive
155. Philip Roth. Niños y Hombres
156. Pearl S. Buck. Cerca y Lejos
157. Robert Sabatier. La Muerte de la Higuera
158. W. Somerset Maugham. El Agente Secreto
159. Mijail Cholojov. El Don Apacible, 4 tomos
160. Lajos Zilahy. La Ciudad Vagabunda
161. Sven Hassel. Gestapo
162. Stephan Zweig. La Piedad Peligrosa
163. Lajos Zilahy. El Alma se Apaga
164. Pearl S. Buck. Brillante Desfile
165. Georges Bernanos. Diario de un Cura Rural
166. W. Somerset Maugham. La Otra Comedia
167. Darío Fernández-Florez. Lola, Espejo Oscuro
168. Cécil Saint Laurent. Carolina Querida, 2 tomos
169. Joseph Conrad. Lord Jim
170. Giovanni Testori. El Puente de la Ghisolfa
171. Francisco Candel. Hay una Juventud que Aguarda
172. W. Somerset Maugham. Cautiva de Amor
173. Pearl S. Buck. Hasta que la Muerte nos Separe
174. Frank G. Slaughter. Jezabel, el Precio del Pecado
175. Ernest Gann. Del Bien y del Mal
176. Giovanni Testori. La Gilda del Mac Mahon
177. Anne M. Ekert Rotholz. Donde las lágrimas están prohibidas
178. Rabindranath Tagore. Gora, 2 tomos
179. Hans Habe. La Tarnowska
181. Henry Jaeger. Tiempo de Castigo
182. Graham Greene. Brighton, Parque de Atracciones
183. Mijail Cholojov. Tierras Roturadas, 2 tomos
184. Harold Robbins. Los Profanadores del Amor
185. Daphne Du Maurier. La Posada de Jamaica
186. Heinz G. Konsalik. El Médico de Stalingrado
187. Lloyd C. Douglas. El Paso Disputado
188. Janet Framé. Al Margen del Alfabeto
189. Max Catto. El Día D en el Paraíso
190. Frank G. Slaughter. El Infierno de las Sombras
191. Harold Robbins. No amarás a un Extraño
192. Knut Hamsun. Vagabundos
193. Paul Hoffmann. La Zarza Ardiente
194. Dino Buzzati. Un Amor
195. Roger Grenier. El Palacio de Invierno
196. A.J. Cronin. Avemnturas de un Maletín Negro
197. Alberto Denti di Pirajno. Ippolita
198. Frank G. Slaughter. Fuerte como el Amor
199. Alberto Moravia. Los Indiferentes
200. Michel de Saint Pierre. Los Nuevos Curas
201. Evan Hunter. Fue Dicho: No desearás la Mujer de tu Prójimo
202. Thomas Mann. La Montaña Mágica. 2 tomos
203. Hubert Von Breisky. Ellos esperan el Mañana
204. Lajos Zilahy. Las Armas miran Atrás
205. Frank G. Slaughter. El Velo de la Verónica
206. André Maurois. Las Amigas
207. Gilbert Cesbron. Nuestra Prisión es un Reino
208. W. Somerset Maugham. El Velo Pintado
209. Francisco Candel. Han Matado a un Hombre, han roto un Paisaje
210. Michel Bataille. El Fuego del Cielo
211. Pierre Boulle. El Jardín de Kanashima
212. Alberto Moravia. El Engaño
213. Frank G. Slaughter. Lorena
214. A.E.W. Mason. Las Cuatro Plumas
215. Concha Alós. Los Cien Pájaros
216. René-Víctor Pilhes. El Ruibarbo
217. Ramon Folch I Camarasa. La Visita/La Maroma
218. Constant V. Gheorghiu. El Oro de la Piel
219. Stephen Longstreet. El Dorado Exilio
220. Juan Guerrero Zamora. Enterrar a los Muertos
221. Ladislao Passuth. El Dios de la Lluvia llora sobre México, 2 tomos
222. Alberto Moravia. Las Ambiciones Defraudadas, 2 tomos
223. Frank G. Slaughter. Epidemia
224. Paul Hoffmann. El Fuego Eterno
225. Heinz G. Konsalik. Bajo el Cielo de Kazakstán
226. Knut Hamsun. Augusto
227. András László. Mi tío Jacinto/La Rapsodia del Cangrejo
228. Jean Husson. El Caballo de Herbeleau
229. André Maurois. Tierra de Promisión
230. Alba de Céspedes. Remordimiento
231. Sebastián Juan Arbó. Martín de Caretas (Trilogía completa: En el Pueblo; En el Campo; En la Ciudad)
232. Sven Hassel. Monte Cassino
233. Morris West. Kundu
234. Francisco Candel. Donde la Ciudad cambia su Nombre
235. Constant V. Gheorghiu. La Casa de Petrodava
236. Stephen Wendt. A Propósito de una Mujer
237. Ricardo Fernández de la Reguera. Vagabundos Provisionales
238. András László. El Castillo de las Focas/Doña Juana, don Juan, Juan y Juanito
239. Robin Moore. Boinas Verdes
240. Evan Hunter. La Jungla de Pizarra
241. Heinz G. Konsalik. Natacha
242. John Steinbeck. Las Uvas de la Ira, 2 tomos
243. Pearl S. Buck. Puente de Paso
244. Evan Hunter. Los Jóvenes Salvajes
245. Maxence Van der Meersch. El Pecado del Mundo
246. Giovanni Papini. El Libro Negro
247. Pearl S. Buck. Hombres de Dios
248. Kathleen Winsor. Por Siempre Ámbar, 2 tomos
249. Darío Fernández Flores. Alta Costura
250. Elleston Trevor. El Lanzamiento
251. Max Catto. Tengo Amigos en el Cielo
252. Ernst Wiechert. La Vida Sencilla
253. William Faulkner. La Paga de los Soldados
254. Frank Yerby. El Camino de los Griffin
255. Nigel Balchin. En Ausencia de la Sra Petersen
256. John Hersey. Demasiado Lejos para ir Andando
257. András László. Donde los Vientos duermen
258. Daphne Du Maurier. A Través de la Tormenta
259. Ernest Hemingway. Las Verdes Colinas de África
260. Alexander Lernet-Holenia. El Estandarte
261. Anya Seton. Avalon
262. Julian Gloag. Sentencias de Vida
263. Joseph Heller. Trampa 22
264. Michel Bataille. La Ciudad de los Locos
265. Nelson Algren. Nunca llega la Mañana
266. H.E. Bates. Sólo los Ángeles tienen Alas
267. Graham Greene. Un Sentido de la Realidad
268. John Steinbeck. Atormentada Tierra
269. Horton Foote. La Jauría Humana
270. Sebastián Juan Arbó. María Molinari
271. Stephen Longstreet. Los Santos y sus Sueños
272. Charlotte Bronte. Jane Eyre
273. Giovanni Papini. Juicio Universal, 2 tomos
274. Frank Yerby. La Risa de los Viejos Dioses
275. H.G. Wells. La Mitad de Seis Peniques (Kipps)
276. Edmonde Charles-Roux. Olvidar Palermo
277. Dino Buzzati. Historias del Atardecer
278. Frank G. Slaughter. María de Magdala
279. Jean Lartéguy. Los Centuriones (primera parte de la trilogía)
280. Jean Lartéguy. Los Mercenarios (segunda parte)
281. Jean Lartéguy. Los Pretorianos (tercera parte)
283. Frank Yerby. Mientras la Ciudad Duerme
284. Stephen Wendt. Excepto Yo Mismo
285. Pearl S. Buck. Peonía
286. Renato Ghiotto. Jaque a la Reina
287. Heinz G. Konsalik. Maniobras de Otoño
288. Vicki Baum. La Carrera de Doris Hart
289. Ángel María de Lera. Los Clarines del Miedo
290. Pearl S. Buck. Bambú
291. Frank G. Slaughter. El Navegante
292. Sinclair Lewis. Cárceles de Mujeres
293. Vintila Horia. La Séptima Carta
294. Frank Yerby. El Cielo está muy Alto
295. Pearl S. Buck. El Patriota
296. Julio Verne. De la Tierra a la Luna/Viaje alrededor de la Luna
297. William Saroyan. Las Aventuras de Wesley Jackson
298. Jerome K. Jerome. Tres Hombres en una Barca
299. Frank Yerby. Pasiones Humanas
300. José María Gironella. La Marea
301. José María Gironella. Todos somos Fugitivos
302. Pearl S. Buck. La Flor Escondida
303. Nigel Balchin. Reyes del Espacio Infinito
304. Sebastián Juan Arbó. Relatos del Delta
305. Vicki Baum. Una Noche en el Trópico
306. Max Catto. Los Recolectores de Bananas
307. John Harris. La Carga de la Caballería
308. Jacques Peuchmaurd. La Noche Alemana
309. José María Gironella. Los Fantasmas de mi Cerebro
310. Frank G. Slaughter. Hospital General del Este
311. Charles Nordhoff y James N. Hall. Se acabó la Gasolina
312. Alba de Céspedes. La Muñeca
313. Paul Hoffmann. La Serpiente de Bronce
314. G.K. Chesterton. El Hombre que sabía Demasiado
315. Harold Robbins. Una Lápida para Danny Fisher
316. Vicki Baum. Grand Hotel
317. Pearl S. Buck. Orgullo de Corazón
318. Ángel María de Lera. La Boda
319. Henry-François Rey. La Fiesta Española
320. Frank G. Slaughter. La Cosecha del Diablo
321. Michel Bataille. El Árbol de Navidad
322. William Faulkner. Mosquitos
323. W. Somerset Maugham. Entonces y Ahora
324. Alberto Moravia. La Campesina
325. Frank G. Slaughter. Cirujano del Aire
326. Max Catto. Tres Muchachas de París
327. John Rowan Wilson. Al Lado de los Ángeles
328. Frank G. Slaughter. Los Peregrinos del Paraíso
329. Frank Yerby. La Risa del Diablo
330. Harold Robbins. Los Insaciables, 2 tomos
331. Ángel Palomino. Zamora y Gomorra
332. Sven Hassel. ¡Liquidad París!
333. Morris West. Manchado de Sangre
334. Vicki Baum. Amor y Muerte en Bali
335. Pearl S. Buck. La Gran Dama
336. Mariano Tudela. Nueva Tierra de Promisión
337. Margaret Drabble. La Piedra del Molino
338. Francisco Candel. Los Hombres de la Mala Uva
339. Frank G. Slaughter. El Espejismo de El Dorado
340. Alistair MacLean. Cabo de Java
341. Frank Yerby. El Capitán Rebelde
342. András László. Paco el Seguro
343. Thérèse de Saint Phalle. El Girasol
344. Tomás Salvador. Cabo de Vara
345. Constant V. Gheorghiu. El Crimen de Kyralessa
346. Sebastián Juan Arbó. Tino Costa
347. Frank G. Slaughter. Hospital de Sangre
348. Vintila Horia. El Hombre de las Nieblas
349. Noel Clarasó. El Asesino de la Luna
350. Yasunari Kawabata. Kioto/La Bailarina de Izu
351. Alberto Moravia. El Amor Conyugal
352. Frank G. Slaughter. Aventura en Darién
353. Líbero Bigiaretti. Las Indulgencias
354. Budd Schulberg. Mas Dura será la Caída
355. W. Somerset Maugham. Ah-King
356. Michel de Saint Pierre. Los Murmullos de Satán
357. Francisco Candel. Los Importantes: Pueblo
358. Francisco Candel. Los Importantes: Élite
359. Pearl S. Buck. La Madre
360. Ricardo Fernández de la Reguera. Bienaventurados los que Aman
361. Evan Hunter. Desenlace Final
362. Frank G. Slaughter. David
363. Frank Yerby. Una Mujer llamada Fantasía
364. Pierre Daninos. Los Comentarios y el Secreto del Mayor Thompson
365. Daphne Du Maurier. Una Vida por Otra
366. Luis Romero. Las Viejas Voces
367. Mary Renault. La Máscara de Apolo
368. Tomás Salvador. División 250
369. Ricardo Fernández de la Reguera. Cuerpo a Tierra
370. Vladimir Nabokov. Risa en la Oscuridad
371. Heinrich Mann. El Ángel Azul
372. Graham Greene. El Poder y la Gloria
373. Morris West. El Abogado del Diablo
374. Daphne Du Maurier. Los Lentes Azules (relatos)
375. Thomas Mann. Los Budenbrook, 2 tomos
376. Daphne Du Maurier. Los Pájaros (relatos)
377. Russell H.Greenan. ¿Sucedió en Boston?
378. Antonio Pereira. Un Sitio para Soledad
379. Yasunari Kawabata. El Clamor de la Montaña
380. Erich Maria Remarque. El Cielo no tiene Favoritos
381. James Kirkwood. Buenos Momentos, Malos Momentos
382. Arthur Weiss. «Eclipse»
383. Davis Grubb. Desfile de Tontos
384. Evan Hunter. Soledad y Angustia
385. Frank Yerby. Gillian
386. Frank G. Slaughter. La Fatídica Dama de Shangai
387. Alberto Moravia. El Conformista
388. Sebastián Juan Arbó. La Espera
389. Jack D. Hunter. Uno de Nosotros trabaja para Ellos
390. Darío Fernández-Florez. Frontera
391. G.K. Chesterton. El Candor del Padre Brown (La Inocencia del Padre Brown)
392. Erich Maria Remarque. Una Noche Larga
393. Henry François-Rey. Una Fuerza Loca
394. Harold Robbins. Nunca me Abandones
395. Pearl S. Buck. Muerte en el Castillo
396. Mariano Tudela. El Techo de Lona
397. Pierre Boulle. Historias Caritativas e Historias Absurdas
398. Fannie Hurst. Las Manos de Verónica
399. Frank G. Slaughter. Hombres de Blanco
400. Erich Maria Remarque. Arco de Triunfo
401. Daphne Du Maurier. El Vuelo del Halcón
402. Bernard Malamud. El Hombre de Kiev (The Fixer, El Reparador)
403. Tomás Salvador. Historias de Valcanillo
404. Rocky Graziano y Rowland Barber. Marcado por el Odio
405. Thérèse de Saint Phalle. El Soberano de Oro
406. Luis Romero. Carta de Ayer
407. Víctor Alperi. La Batalla de aquel General
408. John Galsworthy. Prado Florido
409. Constant V. Gheorghiu. La Túnica de Piel
410. Noel Clarasó. Miedo (relatos)
411. James Hilton. Horizontes Perdidos
412. James A. Michener. Sayonara
413. Alan Burguess. El Albergue de la Sexta Felicidad
414. Sven Hassel. General SS
415. W. Somerset Maugham. Diecisiete Narraciones Perdidas
416. Mary Renault. El Rey debe Morir
417. James A. Michener. Caravanas
418. Jesús Torbado. Historias de Amor
419. Graham Greene. El Agente Confidencial
420. Francisco Acevedo. Los Ancianitos son una Lata
421. Pearl S. Buck. Aún es Mediodía
422. Erich Maria Remarque. Tiempo para Amar, Tiempo para Morir
423. Jean Lartéguy. Tierra de Asilo
424. Carmen Mieza. La Imposible Canción
425. Frank Yerby. El Honor de los Garfield
426. Tomás Salvador. La Nave
427. Frank G. Slaughter. Vuestro Cuerpo y vuestra Alma
428. Christine Garnier. La Fiesta de los Sacrificios
429. Darío Fernández-Florez. Nuevos Lances y Picardías de Lola, Espejo Oscuro
430. Vicki Baum. Camino a Escena
431. Daphne Du Maurier. No Después de Medianoche
432. Jean Lartéguy. Los Tambores de Bronce
433. Francisco Candel. Historia de una Parroquia
434. Arthur Hailey. Hotel
435. Pearl S. Buck. Viento del Este,Viento del Oeste
436. Pierre Boulle. El Planeta de los Simios
437. Franz Karl Franchy. La Calle del Incendio
438. Bruce Marshall. El Obispo
439. Alexander Lernet-Holenia. Tres Historias Caballerescas
440. Frank G. Slaughter. La Rosa de Jericó
441. David Harper. Avión Secuestrado
442. Vicki Baum. Los Contrabandistas
443. Gilbert Cesbron. La Soberana
444. Françoise Sagan. Un Poco de Sol en el Agua Fría
445. Guy des Cars. La Catedral del Odio
446. Giovanni Guareschi. Relatos Familiares
447. Francisco Candel. El Empleo
448. Alistair MacLean. La Muñeca Ahorcada
449. Frank Yerby. La Novia de la Libertad
450. Frederick Forsyth. Chacal
451. Luis Romero. La Noche Buena
452. Concha Alós. La Madama
453. Noel Clarasó. Pigmalión 1950
454. Frank G. Slaughter. Huida sin Retorno
455. José Antonio Rial. Venezuela Imán
456. Severiano Fernández Nicolás. El Desahucio
457. Alexander Lernet-Holenia. Boda Nocturna
458. Vicki Baum. Escrito en el Agua
459. Jesús Torbado. Moira estuvo Aquí
460. Frank Yerby. La Serpiente y el Palo
461. Pearl S. Buck. Carta de Pekín
462. Tomás Salvador. El Haragán
463. Morris West. El Embajador
464. Arthur C. Clarke. 2001. Una Odisea Espacial
465. Cornelius Ryan. El Día más Largo
466. W. Somerset Maugham. Soberbia
467. FernadoDíaz-Plaja. A Roma por todos los Caminos
468. Morris West. Las Sandalias del Pescador
469. John Fowles. El Coleccionista
470. Pierre Nord. El Serpiente (Trece Suicidios) (sic)
471. José Antonio García Blásquez. Fiesta en el Polvo
472. Severiano Fernández Nicolás. Después de la Tormenta
473. Vicki Baum. Hipoteca sobre la Vida
474. Ana Frank. Diario
475. Morris West. La Torre de Babel
476. Tabor Rawson. ¡Quiero Vivir!
477. Francisco Umbral. Las Europeas
478. Vicki Baum. Hotel Berlín
479. Sven Hassel. Comando Reichfüher Himmler
480. Frank G. Slaughter. La Venus del Cuadro
481. Carmen Kurtz. Detrás de la Piedra
482. Frank Yerby. El Tesoro del Valle Feliz
483. Alexander Lernet-Holenia. El Conde de Saint-Germain
484. Francisco Candel. ¡Dios, la que se Armó!
485. Morris West. La Concubina
486. Vicki Baum. Cita en París
487. Morris West. El Caso Orgagna
488. José Antonio García Blásquez. No encontré Rosas para mi Madre
489. Maxence Van der Meersch. Cuando enmudecen las Sirenas
490. Sol Stein. El Mago
491. Darío Fernández-Florez. Asesinato de Lola, Espejo Oscuro
492. Vicki Baum. Accidente sin Consecuencias
493. Alberto Vazquéz-Figueroa. Manaos
494. Morris West. El País Desnudo
495. Rodrigo Rubio. La Sotana
496. Sebastián Juan Arbó. Entre la Tierra y el Mar
497. Bruce Marshall. El Papa
498. Severiano Fernández Nicolás. Las Influencias
499. Tomás Salvador. La Virada
500. Frederick Forsyth. Los Perros de la Guerra
501. Françoise Sagan. La Capitulación
502. Alberto Moravia. El Paraíso
503. Tomás Salvador. Los Garimpeiros
504. Frank G. Slaughter. El Oro de los Apalaches
505. Antonio Pereira. La Costa de los Fuegos Tardíos
506. Mariano Tudela. El Torerillo de Invierno
507. Morris West. Hija del Silencio
508. Antonio Prieto. Prólogo a una Muerte
509. Vicki Baum. Sentencia Secreta
510. Morris West. La Segunda Victoria
511. Raúl Guerra Garrido. Cacereño
512. Noel Behn. La Carta del Kremlin
513. Frank Yerby. La Verde Mansión de los Jarret
514. Pearl S. Buck. Retrato de un Matrimonio
515. Francisco Candel. Treinta Mil Pesetas por un Hombre
516. Pierre Boulle. Las Virtudes del Infierno
517. Vicki Baum. Entreacto
518. Alexander Lernet-Holenia. El Hombre del Sombrero
519. Ilario Fiore. El Comodín
520. Francisco García Pavón. El Reinado de Witiza
521. Sven Hassel. Los vi Morir
522. Alberto Vazquéz-Figueroa. ¿Quién mató al Embajador?
523. Giuseppe Maria Lo Duca. La Dolce Vita
524. François Mauriac. Vida de Jesús
525. Rodrigo Rubio. Agonizante Sol
526. Bruce Marshall. Las Vacaciones del Padre Hilario
527. G.K. Chesterton. La Sabiduría del Padre Brown
528. G.K. Chesterton. La Incredulidad del Padre Brown
529. G.K. Chesterton. El Secreto del Padre Brown
530. G.K. Chesterton. El Escándalo del Padre Brown
531. Manuel Salado. Alenda Desnuda (36 Actos de una Adolescente)
532. Carlos Alberto Montaner. Perromundo
533. Jean-François Revel. Ni Marx Ni Jesús
534. Anna Langfus. Salta, Bárbara
536. Jorge Luis Borges. El Informe de Brodie/HistoriaUniversal de la Infamia
537. Georges Conchon. El Estado Salvaje
538. Marc Norman. Oklahoma, Año Diez
539. Pierre Boulle. Oídos en la Jungla
540. José M. Moreno Echevarría. Los Marañones
541. Ephraim Kishon. El Zorro en el Gallinero
542. Carlos de Arce. Donde el Amor cambia de Nombre
543. Pauline Smith y Brian Blake. Retrato de una Muchacha
544. Manuel Vásquez Montalbán. Tatuaje
545. Erich Maria Remarque. El Regreso
546. Steve Shagan. Salvad al Tigre
547. Hervé Bazin. El Matriarcado
548. Marcia Davenport. Mundos Opuestos
549. Ota Philip. Un Loco para cada Ciudad
550. Kathleen Winsor. Por Siempre Ámbar
551. Alain Fournier. El Gran Meaulnes
552. Ricardo Fernández de la Reguera. Perdimos el Paraíso
553. Ronald Harwood. Los Mercaderes de la Venganza
554. Knut Hamsun. Un Vagabundo toca con Sordina
555. Anne Herbert. Kamuraska
556. Orlando Hernández. Máscaras y Tierra
557. Robert Littell. El Rizo
558. Jack London. Las Aventuras del Gran Norte y otros Relatos
559. Richard Bradford. Cielo Rojo al Atardecer
560. Yael Dayan. La Muerte tenía Dos Hijos
561. Alistair MacLean. Fuerza 10 de Navarone
562. Jean Lartéguy. Los Bufones
563. Rodrigo Rubio. Álbum de Posguerra
564. Anders Bodelsen. Piense en un Número
565. Alistair MacLean. Base en el Ártico
566. Juan José Armas Marcelo. Estado de Coma
567. William Goldman. Marathon Man
568. Vassilis Vassilikos. El Monarca
569. Ramón Carnicer. Los Árboles de Oro
570. Émile Ajar (Romain Gary). La Vida ante Sí (La Vida por Delante)
571. Mariano Tudela. Últimas Noches del Corazon
572. Len Deighton. Juegos de Guerra
573. Baltasar Porcel. Caballos hacia la Noche
574. John Carter. Los Mercenarios de los Diamantes
575. Eduardo Guzmán Espinosa. Mi Hija Hildegart
576. Alberto Vazquéz-Figueroa. Marfil
577. Bruce Marshall. Plegaria para una Concubina
578. Víctor Alperi. Una Historia de Guerra
579. Alberto Vazquéz-Figueroa. Marea Negra
580. Nicholas Meyer. Elemental, Dr. Freud
581. Ricardo Fernández de la Reguera. Cuando voy a Morir
582. Camille Gilles. 400.000 Dólares para matar a Kennedy en París
583. Bruce Marshall. Operación Iscariote
584. Orlando Hernández. Catalina Park
585. Erskine Caldwell. Annette
586. John Godey. A Emoción por Minuto
587. Vladimir Nabokov. Barra Siniestra
588. William Goldman. Magic
589. George Stone. Ventisca
590. Isaac Asimov. Viaje Alucinante
591. Bernard Clavel. La Época de los Lobos
592. Rupert Gilchrist. Dragonard
594. Leonardo Sciascia. Dueto Siciliano (El Día de la Lechuza/A cada uno lo Suyo)
595. Isaac Bashevis Singer. Gimpel, el Tonto (y otros relatos)
596. Eyvind Johnson. Era el año 1914/Aquí tienes tu Vida
597. Isaac Bashevis Singer. Satán en Goray
598. Harold Robbins. Avenida del Parque, 79
599. Albert Belivacqua. Humana Aventura
600. Alberto Moravia. Otra Vida
601. Hans Habe. Palazzo
602. Robert Graves. El Sello que Naufragó
603. Carmen Kurtz. El Becerro de Oro
604. Enrique Jardiel Poncela. La Mujer como Elemento Indispensable para la Respiración
605. Juan Luis Gónzales-Ripoll. Los Hornilleros
606. Carmen Conde. En Manos del Silencio
607. Harry Martinson. Las Ortigas
608. François Truffaut. La Piel Suave
609. Carmen Kurtz. Entre Dos Oscuridades
610. Gordon D. Shirreffs. El Último Tren de Gun Hill
611. Frederick Forsyth. Odessa
612. Eduardo Zamacois. El Seductor
613. Émile Agar (Romain Gary). Gros-Calin (Mimos)
614. José Luis de Villalonga. Furia
615. Françoise Sagan. Ojos de Seda
616. Russell H. Greenan. La Mansión de los Pendleton
618. Harry Paterson. Operación Valhalla
619. Ramón Carnicer. También murió Manceñido
621. José Luis de Villalonga. El Hombre de Sangre
622. John Godey. Pelham 1, 2, 3
623. Morris West. La Salamandra
624. Gabriel García Márquez. El Otoño del Patriarca
625. Knut Hamsun.Victoria/Los Esclavos del Amor
626. Mika Waltari. El Ángel Sombrío (o El Sitio de Costantinopla)
627. Thomas Mann. Carlota en Weimar
628. Tomás Salvador. Monki (Monkey)
630. Carlos de Santiago. El Hombre que mató dos veces al diablo
631. Gilbert Cesbron. Don Juan en Otoño
632. Roger Barniche. El Play-Boy
633. Pierre Schoendoerffer. El Cangrejo-Tambor
634. William Saroyan. La Comedia Humana
635. Julio Verne. Viaje al Centro de la Tierra
636. William F. Buckley. Salvad a la Reina
637. Tomás Salvador. Las Siete Preguntas
638. Julien Green. Medianoche
639. Carlos Rojas. Mein Führer, Mein Führer!. El Libro Prohibido
640. Sarah Patterson. El Distante Verano
641. Julio Manegat. Amado Mundo Podrido
642. Vicente Blasco Ibañez. Flor de Mayo
643. René-Víctor Pilhes. La Bestia
644. Rupert Gilchrist. La Sangre de los Dragonard
645. Bruce Marshall. El Cobarde
646. Vicente Blasco Ibañez. A los pies de Venus
647. Julio Verne. El Rayo Verde
648. Michel Bataille. Cenizas en el Mar
649. Bruce Marshall. ¿Un Asesino para Juan Pablo?
650. Tomás Salvador. Una Pared al Sol
651. Claude Nerón. Mado
652. Harry Paterson. Atrapa a un Rey
653. Hans Habbe. Polvo en Septiembre
654. Mariano Tudela. La Madrugada de las Mercenarias
655. Carmen Kurtz. Al Otro Lado del Mar
656. Bruce Marshall. El Último Baluarte
657. Alberto Moravia. ¡Boh!
658. Cristóbal Zaragoza. El Escándalo del Silencio
659. Baltasar Porcel. Las Manzanas de Oro
660. George Stone. La Leyenda del Lobo Cantor
661. Eileen Lottman. Dinastía
662. Isaac Bashevis Singer. Enemigos: Una Historia de Amor
663. Morris West. Hijos del Sol
664. Concha Alós. Argeo ha muerto, supongo
665. Romain Gary. La Angustia del Rey Salomón
666. Luigi Bartolini. El Ladrón de Bicicletas
667. Tomás Salvador. La Escuela de Don Cato


miércoles, 21 de mayo de 2025

Colección Novela y Ocio

Salvat Editores
1986-1988

No se incluyen las obras que hablan de pseudociencia aunque esté mezclada con fantasía novelesca ni a los socios del club de las dudas contagiosas/opiniones irresponsables o por otras razones.
No cambiaremos de opinión.



1. Graham Greene. El Tercer Hombre
2. Klaus Mann. Mefisto
3. David Morrell. Primera Sangre
4. Jane Austen. Orgullo y Prejuicio
5. Arthur Hailey. Traficantes de Dinero
6. John Cheever. Falconer
7. Robin Cook. En Coma
8. Louis Bromfield. Vinieron las lluvias (1)
9. Louis Bromfield. Vinieron las lluvias (2)
10. Joseph Conrad. Lord Jim
11. Arthur C. Clarke. 2010: Odisea Dos
12. Harold Robbins. Los sueños mueren primero
13. Anthony Burgess. Sinfonía Napoleónica
14. Sidney Sheldon. Cara descubierta
15. KenKesey. Alguien voló sobre el nido del cuco
16. Frank Herbert. Dune (1)
17. Frank Herbert. Dune (2)
18. Michael Crichton. El Gran Robo del Tren
19. Françoise Dorin. Las camas individuales
20. Ernest Lehman. El secuestro del transatlántico
21. Brian W. Aldiss. Mano Dura
22. Emily Brontë. Cumbres borrascosas
23. Francis More. La noche de los asesinos
24. Henry Deker. Médicos
25. Yasunari Kawabata. Lo bello y lo triste
26. Alex Haley. Raíces (1)
27. Alex Haley. Raíces (2)
28. Graham Greene. El americano impasible
29. Nicholas Meyer. Elemental, Dr. Freud
30. Choderlos de Laclos. Relaciones peligrosas
31. Henri Troyat. El Descarado
32. William Kinsolving. Nacido con el Siglo (1)
33. William Kinsolving. Nacido con el Siglo (2)
34. Rolf Hochhuth. Un Amor en Alemania
35. Edward Bulwer-Lytton. Los Últimos Días de Pompeya
36. Richard Peck. ¿Estás sola en casa?
37.  Edward Stewart. La Promesa (1)
38. Edward Stewart. La Promesa (2)
39. Lothar-Günter Buchheim. Submarino
40. Hans Jorgen Nielsen. El ángel del fútbol
41. Diana Davenport. La lujuria del poder
42. Dashiell Hammett. La maldición de los Dain
43. Arthur Herzog. El enjambre
44. Doris Lessing. Memorias de una superviviente
45. Dee Wells. Jane
46. James Brady. París Uno
47. Nicholas Monsarrat. El Cura de Malta (1)
48. Nicholas Monsarrat. El Cura de Malta (2)
49. Helen MacInnes. La Red del Cazador
50. John Cheever. Suburbio
51. Pedro Antonio de Alarcón. El Escándalo
52. Pavel Kohout. El Beso de Clara
53. Joan Sansom. El Subastador
54. William Wharton. Huellas de Pájaro (Birdy, Huellas de Pájaros)
55. Phyllis A. Whitney. Envuelta en la niebla
56. Lois Gould. La Presidenta
57. Donald A. Stanwood. El Secreto del Titanic
58. Elsa Joubert. Una mujer llamada Poppie
59. Samuel R. Delany. Babel-17
60. Iris Murdoch. El Hijo de las palabras
61. Charlotte Brontë. Jane Eyre (1)
62. Charlotte Brontë. Jane Eyre (2)
63. Mary Danby. Una mujer soltera
64. George Markstein. Manténgase alerta
65. Ben y Norma Barzman. Sueños Dorados (1)
66. Ben y Norma Barzman. Sueños Dorados (2)
67. Manuel Halcón. Manuela
68. Joanna Russ. El hombre hembra
69. Jonathan Black. Petróleo
70. Nicholas Monsarrat. El Marino maldito (1)
71. Nicholas Monsarrat. El Marino maldito (2)
72. M. Woodhouse y R. Ross. Los Cañones de los Médicis (Los cañones de los Médici)
73. Prosper Mérimée. La Dama del antifaz
74. Armistead Maupin. Historias de San Francisco (1)
75. Armistead Maupin. Historias de San Francisco (2)
76. Andreu Martín. La camisa del revés
77. Herman Melville, Billy Budd, marinero
78. Mary MacCracken. Un caso especial
79. Robin Cook. Médico interno
80. Mary Gordon. Cuentas saldadas
81. Michael Crichton. Los devoradores de cadáveres (*)
82. Paul- Loup Sulitzer. El Rey verde (1)
83. Paul- Loup Sulitzer. El Rey verde (2)
84. Guy de Maupassant. Bel Ami
87. Henry James. La Vuelta de Tuerca (Otra Vuelta de Tuerca)
88. Paul Erdman. Colapso
89. Bernard Wolfe. Limbo (1)
90. Bernard Wolfe. Limbo (2)
92. John Brunner.El jinete en la onda del shock
93. Baronesa de Orczy. La Pimpinela Escarlata
94. Paul Erdman. Los Últimos Días de América
95. Oscar Wilde. El retrato de Dorian Gray
96. Julian Stryjkowski. El victimario del inquisidor
97. Fedor Dostoievski. El Jugador
98. Harriet Frank. Mujeres solas (1)
99. Harriet Frank. Mujeres solas (2)



(*) El libro tiene varios errores históricos. 

El que avisa no es traidor.

martes, 20 de mayo de 2025

Lo que aprendí de la Flor de Fuego

Lo que expresaba era tan viejo como el tiempo y tan frágil como el pétalo de una rosa
 

Por Jeanne Hall

DICEN que no se debe retornar. Pero aquel era día indicado para volver. Rebaños de nubes pacían en el firmamento. Codornices moteadas se agitaban rumorosamente entre el matorral. Y el canto del saltamontes vibraba por las colinas de nogales y los valles de robles. Día hecho para retornar a la niñez, para comprobar si aquel antaño fue realmente como uno cree.

Lejos de la universidad donde mi marido enseña, lejos del suburbio donde vi, salí en busca de un sitio donde el verano se siente profundamente. Al fondo de caminos polvorosos bordeados de flores amarillas encontré el recodo que conducía al valle de mi infancia. Busqué con los ojos una figura recogiendo bayas: de piernas finas y bronceadas bajo unas blancas faldas almidonadas. Pero mi madre hacía años que no pasaba por allí. Y además su esbeltez y su ágil paso eran ya también cosas de otra época.

No pensaba yo entonces en las rosas, ni tampoco en la extraña sensación de respeto que nunca dejan de suscitar en mí. Pero sí, al pasar ante la finca que había sido suya, evoqué al señor Riley, el hombre que cultivaba esa especie tan singular de rosa. Y apresuré la marcha, porque el valle parecía llamar a alguien que estaba muy dentro de mí: a una niña de diez años, de ojos demasiado grandes para su cara y cabellera corta con fleco.

Ella fue, que no yo, quien traspuso la cima y avistó una chimenea asomando entre los árboles, y quien luego sintió que se quedaba sin respiración al ver los cimientos desnudos de la casa. Sin respeto alguno para el titular de la propiedad, una selva de robles pequeños se había adueñado de la tierra, así como lo hiciera cuando primeramente nos instalamos allí, bajo un tejadillo, mientras mi padre construía la casa.

Mi padre había sido un producto del campo, sin mercado inmediato en la ciudad. Sólo que así lo había comprendido demasiado tarde, aunque la oportunidad de volver a la tierra le llegó más tarde todavía. En el mes de abril, en que abandonamos los tugurios de la ciudad, mi padre se veía consumido y tenía la cabeza gris. Hostigado por una debilidad crónica del pulmón huyó a refugiarse en la Naturaleza y en su sueño de poseer una granja en el valle.

Pero mi madre había visto ya disiparse otros sueños semejantes. Unos 20 años más joven que mi padre, su juventud y su vigor contrastaban con la edad y la fragilidad de él. Con ojos compasivos lo veía afanarse, y observaba que las pausas que su esposo hacía para descansar se volvían cada vez más frecuentes. Lo veía empalidecer y apoyar la espalda contra los jóvenes robles.

Cuando por fin mi padre tuvo que internarse en el sanatorio, ella se puso a aprender cómo se cultiva la tierra. Con un blanco pañuelo almidonado sujetándole la luenga cabellera negra, labró el prado hasta convertirlo en un huerto y levantó un gallinero y un granero. Yo le ayudaba a ordeñar las vacas y alimentar a los pollos, a cavar y a plantar, mientras que mi hermana Jo, de 14 años, limpiaba la casa y cocinaba.

Un atardecer estival vimos dos personas aparecer en lo alto de la colina. ʺ¡Deben ser el señor Riley y su hija!ˮ gritó Jo emocionada. Todas nosotras deseábamos conocer a nuestro único vecino, que había estado ausente durante el invierno, trabajando en Fort Smith. La suave luz de la lámpara iluminaba sus cabellos rojos, sus ojos grises, la piel tostada por el sol. Me maravilló advertir que las mismas facciones angulosas hacían al padre apuesto y fea a la hija, Bell, que tenía 16 años. Pero fue el ramo de flores que el señor Riley ofreció a mi madre lo que me movió la curiosidad:
—¿Qué flores son esas? —pregunté, mirando los extraños y bellísimos capullos.
—Es una rosa híbrida que he obtenido yo —replicó el señor Riley con su voz grave y melodiosa—. He llamado a esta especie Flor de Fuego.
El nombre describía perfectamente a los frágiles pétalos de ígneo terciopelo que envolvían en rizos los centros amarillos. Mientras mi madre acomodaba delicadamente el ramo, el señor Riley observaba su sonrisa, sus ojos oscuros y los diminutos aretes de oro, y advertía su afinidad con las rosas.
Cuando hubimos comido, acompañada de suero de mantequilla, una torta recién salida del horno, mi madre había aprendido ya cómo obtener del huerto dos cosechas anuales. También se había enterado de algo que despertó su compasión: la esposa del señor Riley había muerto cuando Bell tenía tres años, y él comprendía que en ese momento la niña necesitaba más que nunca de una madre. Al parecer Bell ya podía manejar un tractor y arar como un hombre hecho y derecho, pero en las labores de mujer era torpe, tímida e incapaz de cocinar y coser. Mi madre, más que conmovida, se ofreció a ayudar a la chica para que fuera más femenina. Propuso que Bell asistiera a las clases de catecismo que todos los domingos nos daba en la cocina de casa.

Esas lecciones eran apenas un disfraz que mi madre inventaba para enseñarnos las artes del hogar. Todos los domingos llegaba Bell saltando colina abajo, vestida con alguna antigualla sacada del baúl de su madre. Y al marcharse lo hacía con algo de más gracia, su vestido sutilmente metamorfoseado por medio de un hilván aquí y una alforza allá.

Terminadas las lecciones dominicales, mi madre ponía a freír un pollo y enseñaba a Bell a cocinar. Cuando el señor Riley llegaba, mi madre lo anunciaba, mientras nosotras sonreíamos: ʺBell se encargó de freír el polloˮ. Riley se mostraba feliz de los progresos de su hija, mas se advertía que estaba hipnotizado por la maestra.

Yo también estaba como arrebatada ante las habilidades de mi madre, sobre todo por su absoluta carencia de miedo. Espantaba raposas y gavilanes sin otra arma que un azadón, y mataba las serpientes ponzoñosas que se acercaban demasiado a la cisterna. Llegué realmente a pensar que mi madre no conocía el temor, hasta ese día a fines de agosto.

Un cielo sucio y amarillento había amenazado lluvia todo el día y una hueca inmovilidad pendía sobre el valle. Mi madre salió al campo a recoger los últimos pepinos y tomates. Cuando volvía a casa oyó un ruido terrible en una pila de ramas, cerca de la escalera de entrada. Al examinar el montón, vio debajo algo aterrador. Un enorme monstruo negro, de cabeza verde y enormes colmillos también verdes.

Las manos de mi madre le temblaban al subir ella la escalera, quitarse el delantal y echar mano de la azada. ʺJoˮ, dijo, esforzándose para que no le temblara la voz, ʺve a traer al señor Riley. Jeanne, tú no te muevas de la casaˮ, me ordenó. ʺYo voy a salir y me estaré de guardia junto al montón hasta que llegue el señor Rileyˮ.

Pasó como una eternidad hasta que llegó el señor Riley, hizo a mi madre a un lado y apuntó su escopeta contra las ramas. Luego, inesperadamente, bajó su arma y se inclinó para ver mejor.
ʺ¿Es ese el monstruo del que hablaba usted?ˮ le preguntó suavemente a mi madre, sonriendo, mientras señalaba las ramas. ʺAcérqueseˮ, añadió, ʺy mire de cerca a una serpiente negra común, que tiene un apetito más grande que su boca. Lo que está allí es una gran rana verde, atascada a medias en la boca de la serpiente. Y esos colmillos son las patas de la ranaˮ.

Fue entonces cuando mi madre ya no pudo más. Le empezaron a correr lágrimas por las mejillas y cayó hacia adelante. Pero el señor Riley se adelantó a tiempo para tomar en brazos el cuerpo vacilante de mi madre. Y en ese momento caí en la cuenta de que las cosas ya no volverían a ser como antes.

Mientras el trueno rasgaba el hueco silencio del campo, miré a mi madre, y de repente comprendí el secreto. Estaba muerta de terror y lo había estado siempre: de las zorras, de los gavilanes, de las culebras. ¡Pero se las había enfrentado, de todas maneras! Nunca más admiraría yo su impavidez, pero siempre habría de maravillarme su valentía. Más adelante advertí otra cosa: la ternura con que el señor Riley sostenía a mi madre, el modo como le brillaban los ojos al posarlos en ella. En los vigorosos brazos del señor Riley mi madre dejó pronto de llorar. Se soltó del abrazo con suavidad y recuperó su compostura preparando limonada. En cambio, el señor Riley había perdido la suya para siempre.

Ya no podría estarse quieto en la misma habitación que mi madre. Nunca más  podría contemplarla a la luz de la lámpara sin pensar que debía hacerla suya. Pero también comprendía que era una mujer capaz de discernir entre el deseo  y la decencia, y el señor Riley sabía bien por cual optaría ella. Por tanto, dejó de frecuentarnos.

Pero luego, una tarde, el señor Riley ʺtrajo a Bell para que conversara afuera con mi hermana y conmigoˮ, mientras él entraba en la casa para hablar con mi madre. Las tres nos sentamos al borde de la cisterna, que sentíamos fresca bajo nuestros pies descalzos, si bien yo tenía el pensamiento puesto en la pareja que hablaba en la casa. La adivinaba yo vacilando al borde de algo, de la misma manera que los guijarros que yo había amontonado en el brocal de la cisterna. Empujé una de las piedrecitas, y todas cayeron al agua. Espantada, volví los ojos hacia la casa. Yo amaba por igual a mi madre y al señor Riley. Pero si estos caían, de algo se vería despojado mi amor por ellos… ¡de algo! ¿De qué?
En esto estaba yo pensando cuando el señor Riley salió a la puerta con mi madre. Parecía desencantado como si disputara algún punto ya perdido.
—Pero en Fort Smith, ¿quién iba a saberlo? —estaba diciendo.
—¡Ellas lo sabrían! —repuso mi madre, indicándonos con un movimiento de cabeza—. ¡Y nosotros también! ¡Oh, Riley! ¿No comprende que si fuera yo el tipo de mujer que se divorcia de un hombre que la necesita desesperadamente, no sería el tipo de mujer que usted querría por esposa?
Él se la quedó mirando largamente y percibió la verdad, porque justamente la parte de lo que amaba en ella era su conciencia de la rectitud.
—Tiene usted razón —dijo roncamente, como si las palabras le quemaran la garganta.
Llamó luego a Bell, dijo ʺAdiósˮ, y echó a andar colina arriba, en dirección a su casa.

La siguiente y última vez que vi a los Riley habían vendido la granja y se trasladaban a Fort Smith. El señor Riley llevaba un gran paquete de periódicos en los brazos.
—Le traigo la mata de la Flor de Fuego —dijo con sencillez—. ¿Dónde quiere usted que la plante?
—Allí, junto a la escalera —repuso mi madre.
Yo fui a traer la pala y me quedé observando al señor Riley mientras plantaba el gran rosal.

AHORA, ante mi valle del que no quedaba casi más que una selva, dirigía yo la mirada por el prado hacia los cimientos de la casa. ¡Y allí vi aquellas rosas singulares!
No sólo crecían junto a la escalera, sino que cubrían toda una sección del patio. Y entonces comprendí el sentimiento de respeto que las rosas han suscitado siempre en mí. El respeto era ese algo de que yo había temido ver despojado a mi amor por mi madre y el señor Riley.
El respeto: un maravilloso legado que ahora florecía en mi pecho igual que la Flor de Fuego florecía en el valle.


Condensado del ʺChristian Heraldˮ

Revista Selecciones del Reader’s Digest, Tomo LXIII, Número 376, Marzo de 1972, págs. 102-106,  Reader’s Digest México, S.A. de C.V., México, México


Notas

Polvoroso: Que tiene mucho polvo. Cubierto de polvo.
Polvoriento, polvoso, empolvado, abandonado, arrinconado etc. wordreference.com

Finca: Propiedad inmueble, rústica o urbana.

Tugurio: Habitación, vivienda o establecimiento pequeño y de mal aspecto.

Hilván: Costura de puntadas largas con que se une y prepara lo que se ha de coser después de otra manera.

Alforza: Pliegue o doblez que se hace en ciertas prendas como adorno o para acortarlas y poderlas alargar cuando sea necesario.

Antigualla:  Mueble, traje, adorno u otro objeto que ya no está de moda o carece de utilidad. Uso o estilo anticuado.

Brocal: Antepecho alrededor de la boca de un pozo. Tubo corto destinado a la introducción de líquidos en un depósito.

Los significados están tomados de DLE RAE y Diccionario de Amercanismos ASALE.

Las notas son de mi parte.

Actualización en las colecciones

Se han puesto algunos nuevos títulos en Colección Libros Cisne. 

Se ha colocado la Colección Libro Picus.

Se ha colocado la colección Grandes Aventuras de Ediciones Forum.

Se han colocado la colección Nova Dell, Nova-Mex y Joyas de Bolsillo de Novaro: He revisado e incluido más títulos.

Se han puesto más títulos en otras colecciones de lo que hemos podido encontrar como en la colección Caimán (comparto datos con otro blog: Una Plaga de Espías).

Por afán completista he puesto la colección Halcón porque se confunden en varios sitios unas colecciones con otras de la editorial Diana.

De la llamada colección Jaguar de la misma editorial no me ocuparé ni estará aquí porque tiene muy poco o casi nada de lo que me interesa investigar para luego poner un listado en el blog. 

lunes, 19 de mayo de 2025

Colección Halcón

Editorial Diana, México

1954-1971

Unos números son un tanto dudosos porque la información sobre algunas obras está incompleta, es errónea o confusa entre colecciones de la misma editorial.

Las obras de terror y fantasía dentro de la colección se pueden consultar aquí.

 

1. James Maresca. ¿Taxi, señor?
8. Julio Verne. La Isla Misteriosa, volumen I
9. Julio Verne. La Isla Misteriosa, volumen II
10. Julio Verne. Veinte Mil Leguas de Viaje Submarino
17. Phil Hirsch(rec.). Generales en combate
19. Anton Richler. Comando Aéreo
20. Roy MacGregor-Hastie. Vida y Época de Nikita Kruschev
22. Cliff Howe. Hampones, malvados y monstruos humanos
23. José Luis Massó. Cuba: 17 de Abril (sobre la fallida invasión a Playa Girón o Bahía de Cochinos en 1961)
24. Antoni Gronowicz. La Mujer de Hitler
26. Jaime Garza Bores. Construya en inglés: método autodidáctico
28. John Tessitore. Amor al vuelo
32. Mayo Antonio Sánchez. La Comida Mexicana
34. Zane Grey. La Senda del Arco Iris
36. Phil Hirsch. Águilas en combate
37. Zane Grey. Unión Pacífico
38. William Johnston. Dr. Kildare: El corazón tiene una respuesta
39. Ernest Haycox. El Hombre de Montana
43. Nelson C. Nye. Cacen a Sundance Kid. En 1965 (107)
44. Phil Hirsch(rec.). Espionaje y Contraespionaje
45. Lolita Madrigal. Libro de Cocina de doña Lolita Madrigal
46. Nelson C. Nye. Fuego Rápido
47. Zane Grey. Senda Peligrosa
48. Groff Conklin (rec.). 9 Grandes Clásicos de la Ciencia Ficción
49. Jay Mallin. El Crisol Dominicano
50. Phil Hirsch (rec.). La Primera Guerra Mundial
51. Mayo Antonio Sánchez. Los Magnicidas
52. James E. Gunn. La Estación Espacial
55. Jaime Garza Bores. Expréselo todo en inglés: Express everything in spanish
56. Harold Callin. Los héroes no descansan
57. Groff Conklin (rec.). Invasores de la Tierra
58. Groff Conklin (rec.). 4 visiones extraterrestres
59. Lou Cameron. Los valientes mueren de pie
62. J.G. Ballard. El Viento de la Nada
65. Zane Grey. El valle de los caballos salvajes
67. Jaime Garza Bores. Manual completo de los verbos auxiliares e irregulares en inglés
69. Zane Grey. Los Incursores de la Pradera
70. Zane Grey. El Indio Bravo
72. Frank Gruber. Amarga Prudencia
75. Groff Conklin (rec). Cuarta Dimensión
76. Theodore Sturgeon. Sturgeon en Órbita
77. Manuel Ibáñez G. (rec.). Antología de Poesías Populares
78. Zane Grey. Reina sin título
79. James Dark. Ven a morir conmigo
80. Jack Vance. Tiempo futuro
81. James Dark. Incidente en Hong Kong
85. Jaime Garza Bores. Diviértase aprendiendo inglés
86. Roberto Blanco Moheno. Un Son que canta en el río
88. Miguel Guzmán Peredo. Los Juegos Olímpicos y usted
89. L. Sprague de Camp. Que no caigan las tinieblas
90. James Dark. Bomba de bambú
93. Judith Merril. La Gente del Mañana
95. Keith Laumer. Los Invasores
96. Keith Laumer. Los Invasores 2: Enemigos del más allá
97. Carlos Barrera. Hitler y sus secuaces
98. John Brunner. La Tierra de los Sueños
99. Rafe Bernard. Los Invasores: La Carretera Maldita
100. Peter Leslie. Los Invasores. La Noche de los Trilobites
101. Dave Van Arnam y Ron Archer. Perdidos en el Espacio
102. Floyd Gibbons. El caballero rojo de Alemania: El barón Richtofen y su circo aéreo
103. Carlos H. Cantú. Los Halcones Dorados de Villa
105. Peter Leslie. Los Invasores: El Acelerador del Otoño
106. Roberto Blanco Moheno. Cuando Cárdenas nos dio la tierra
107. Nelson C. Nye. Cacen a Sundance Kid. En 1970 (43)
108. Peter George. El Doctor Insólito: o cómo aprendí a a dejar de preocuparme y amar la bomba


Sin numeración conocida:
—Edith Maude Hull. El Hijo del Árabe: Segunda parte de El Árabe (El Árabe)
—María Elena Vignolle. Manual Práctico de Cocina Internacional
—Zane Grey. Vagabundo del Desierto
—Zane Grey. Rastreador de venados



domingo, 18 de mayo de 2025

Proteína de suero: cómo ayuda este suplemento a ganar músculo y para quién se recomienda

 

 

Giulia Granchi
BBC News Brasil 

 

Las proteínas están presentes en todo el cuerpo: en los músculos, los huesos, la piel, el cabello y prácticamente todos los tejidos y órganos.

Para que tu sistema funcione bien diariamente, más de 10.000 tipos de ellas —formadas por diferentes combinaciones de aminoácidos, los "bloques constructores" de este macronutriente— trabajan en procesos complejos del cuerpo.

Con ellas reparamos tejidos, transportamos sustancias a través de la sangre y producimos hormonas y anticuerpos.

Pero entre tantos procesos importantes, uno de sus poderes es el que recibe más atención: su papel en la construcción de masa muscular.

Durante los ejercicios de resistencia, como el entrenamiento con pesas, se producen pequeñas lesiones en las fibras musculares.

Para repararlas y fortalecerlas, el cuerpo utiliza aminoácidos que provienen de las proteínas, favoreciendo el crecimiento muscular y la adaptación al esfuerzo.

Sin una ingesta adecuada de proteínas, el proceso que conduce al aumento de masa muscular está incompleto.

Las principales fuentes de este macronutriente son la carne, los huevos, los productos lácteos y las legumbres, como los frijoles, las lentejas y los garbanzos.

Y, desde la década de 1980, también se han popularizado las opciones de "proteína de suero" en polvo, llamada en inglés whey protein, una forma considerada "más práctica" de ingerir dosis significativas de proteína.

Sin una ingesta de proteínas, el entrenamiento para que crezca masa muscular está incompleto. 

 

Cómo la proteína de suero te ayuda a ganar músculo

Si el objetivo es aumentar la masa muscular, una persona necesita consumir entre 1,4 y 2 gramos de proteína por kilogramo de peso, según la recomendación de la Sociedad Internacional de Nutrición y Deporte.

Esto, por supuesto, debe combinarse con la práctica de actividades físicas enfocadas a ganar masa muscular, como el entrenamiento con pesas.

Para una persona que pesa 70 kg, por ejemplo, la recomendación sería ingerir alrededor de 119 gramos de proteína al día.

Distribuida a lo largo del día, un ejemplo de consumo —considerando solo la ingesta de proteína, sin tener en cuenta otros nutrientes— podría incluir:

  • 3 huevos para el desayuno;
  • un filete de pollo de 150 g para el almuerzo;
  • una taza de 150 g de yogur griego;
  • 12 almendras;
  • 3 cucharadas de requesón para una merienda;
  • Un filete de ternera de 100 gramos para cenar.
La cantidad recomendada de proteína puede variar de acuerdo al peso de la persona.
 
 
Es común que no siempre se priorice la proteína a la hora de preparar las comidas.

Si este es el caso, la proteína de suero de leche aparece como una alternativa práctica para complementar la ingesta de macronutrientes.

Está compuesta por proteínas extraídas del suero, ricas en aminoácidos esenciales, imprescindibles para la recuperación y el crecimiento muscular.

Además, es una solución cómoda para quienes buscan aumentar su ingesta de proteína de una forma sencilla y eficaz.

"Cerca del 80% de las proteínas de la leche son caseína, utilizada en la producción de queso, yogur y cuajada, mientras que el 20% restante corresponde al suero, conocido como proteína de suero, que permanece soluble cuando se elimina la caseína", explica Veridiana Vera de Rosso, experta del Instituto de Salud y Sociedad de la Universidad Federal de São Paulo.

"Es una fuente de proteína de alta calidad, de rápida absorción por el organismo".

A modo de comparación, una dosis del suplemento, tomada en un vaso de agua o leche, normalmente tiene alrededor de 25 gramos de proteína, lo mismo que un filete de res de 125 gr, o cuatro huevos, o un filete de pollo de100 gr.

"El suero de leche puede estar indicado para pacientes con sarcopenia, una enfermedad caracterizada por la pérdida progresiva de masa y fuerza muscular, común en los ancianos", afirma Daniela Gomes, nutricionista del Hospital Albert Sabin de São Paulo.

El proceso natural de pérdida progresiva de masa muscular y fuerza comienza a ocurrir, aunque lentamente, a partir de los 30 años.

Al llegar a los 50 años se empieza a experimentar una pérdida de masa muscular más significativa, que puede llegar al 2% anual.

Según Gomes, el suero generalmente se recomienda después del entrenamiento, ya que su rápida absorción ayuda a la recuperación muscular y a la síntesis de proteínas.

Sin embargo, si el objetivo es simplemente aumentar la ingesta diaria de proteína, el suplemento se puede consumir en cualquier momento, siempre que la cantidad total a lo largo del día sea suficiente para cubrir las necesidades del cuerpo.

 

Tipos de proteína de suero

Aunque existe una cantidad recomendada de proteína, ésta puede variar dependiendo del peso de la persona, de su masa muscular y, lo más importante, de su nivel de actividad física, explica Veridiana Vera de Rosso.

"Una persona sedentaria, por ejemplo, necesita menos proteína que un deportista, que tiene una demanda metabólica elevada".

La especialista aconseja consultar con un nutricionista para saber si realmente es necesario consumir el suplemento y cuál sería la dosis ideal y la mejor versión.

"Lo que hemos visto es que muchas personas empiezan a entrenar y asumen que necesitan tomar creatina o proteína de suero, sin evaluar si realmente existe una necesidad para ello", afirma.

 
La proteína de soja puede ser tan eficaz como la que proviene de animales. 

 

"El seguimiento nutricional es fundamental para tomar decisiones más seguras y adecuadas".

Existen tres tipos principales de suero en el mercado, que se diferencian en términos de cómo la proteína es absorbida y procesada por el cuerpo y su composición nutricional:

Concentrado de proteína de suero

Esta versión tiene menor concentración de proteína. El resto se compone de carbohidratos (lactosa) y grasas, lo que lo hace más barato.

Su procesamiento durante la fabricación es menos intenso, lo que mantiene más nutrientes de la leche, como inmunoglobulinas y lactoferrina.

Aislado de proteína de suero

Contiene 90% o más de proteína, con menos grasa y lactosa: una buena opción para aquellos con sensibilidades o intolerancias.

Esta versión pasa por un proceso de filtrado más riguroso, eliminando la mayor parte de los carbohidratos y grasas.

Es de rápida absorción, ideal para consumir tras el entrenamiento.

Proteína de suero hidrolizada

"El suero hidrolizado se somete a un proceso de hidrólisis enzimática, que simula la digestión en nuestro cuerpo, descomponiendo las proteínas en aminoácidos", explica De Rosso.

"Esto facilita la absorción, ya que el organismo no necesita digerirlas completamente antes de su asimilación", continúa la especialista.

 

"Sin embargo, ya sea aislada, concentrada o hidrolizada, la proteína de suero es altamente digerible y es rápidamente absorbida por el cuerpo".

Opciones veganas

Aunque la proteína de suero es originalmente derivada del suero de leche, existen versiones veganas de proteína en polvo.

Al consumir proteína de alimentos integrales como guisantes y soja, es importante tener en cuenta cuán digeribles son.

La presencia de fibra en estos alimentos puede influir en la absorción de la proteína por parte del organismo.

"Pero en los suplementos, este escenario cambia, porque la proteína se extrae de la matriz alimentaria, reduciendo la interferencia de las fibras", dice De Rosso.

"En un suplemento proteico concentrado, por ejemplo, que contiene entre un 50% y un 55% de proteína, ya se han eliminado gran parte de las fibras vegetales, lo que facilita su absorción".

Según la experta, muchos suplementos veganos son tan eficaces como la proteína de suero.

"La proteína de soja, por ejemplo, tiene un alto valor biológico", dice De Rosso.

 
En general, 30 gramos de proteína por comida es el límite que el cuerpo puede absorber. 
 
 
"Como la extracción de proteína en los suplementos elimina las barreras naturales a la absorción, la diferencia entre las proteínas de origen animal y vegetal se vuelve insignificante desde el punto de vista metabólico", añade.

"Además, la composición de aminoácidos es similar, incluyendo leucina, isoleucina y valina, que son esenciales para mantener y desarrollar la masa muscular".

 

¿Consumir demasiada proteína es malo?

"A menudo digo que incluso demasiada agua puede ser perjudicial", subraya De Rosso.

"Por ello, refuerzo la importancia de contar con un profesional sanitario que instruya al paciente sobre la posible necesidad y cantidad adecuada de cada suplemento".

Para los pacientes con enfermedad renal crónica, el consumo excesivo de proteína puede sobrecargar los riñones, empeorando la progresión de la enfermedad.

El límite seguro depende del estado de la enfermedad, por lo que es aún más importante que este grupo tenga seguimiento nutricional.

Sin embargo, en las personas sanas, la proteína que el cuerpo no absorbe normalmente se excreta, explica la experta.

"En general, 30 gramos de proteína por comida es el límite que el cuerpo puede absorber, aunque esto puede variar de persona a persona", comenta.

"Este valor es una guía para ayudar a repartir el macronutriente a lo largo del día. Si la ingesta es demasiado alta en una sola comida, parte de esta proteína puede eliminarse sin ser utilizada por el organismo".