sábado, 31 de mayo de 2025

"La Doctrina Monroe nunca ha estado más viva": de dónde surge la idea de que América Latina es el patio trasero de EE.UU.

 
Caricatura satírica que apareció en la revista Judge en 1903: la Doctrina Monroe aplicada a Latinoamérica bajo ciertas condiciones.
 
 
Por Vinícius Mendes
BBC News Brasil
 
 
"La Doctrina Monroe está muerta".

Esa sentencia fue dictada en noviembre de 2013, al término de la reunión de ese año de la Organización de los Estados Americanos (OEA), celebrada en Ciudad de Guatemala.

Le siguió un cálido aplauso de un auditorio lleno y que estaba compuesto por representantes de los gobiernos de América Latina y el Caribe.

La frase la dijo John Kerry, entonces secretario de Estado de Estados Unidos bajo la presidencia de Barack Obama.

Kerry representaba al país que precisamente había desarrollado la doctrina hacía dos siglos.

Dijo que, en lugar de la antigua relación "intervencionista" de EE.UU., comenzaba una era en la que los países americanos se verían "como iguales, compartiendo responsabilidades, cooperando en materia de seguridad y adhiriéndose ya no a una doctrina, sino a decisiones tomadas conjuntamente".

"Pero la Doctrina Monroe nunca ha estado tan viva", observa Carlos Gustavo Poggio, profesor de Ciencias Políticas en el Berea College, en EE.UU., y también en la Pontificia Universidad Católica de Sao Paulo (PUC-SP).

"Más aún viendo una Casa Blanca [bajo la administración del republicano Donald Trump] cuya cabeza está en el siglo XIX".

Esta es su reacción a las recientes declaraciones de Pete Hegseth, el actual secretario de Defensa de EE.UU.

En abril, Hegseth dijo en The Will Cain Show de Fox News que Estados Unidos debe recuperar influencia en su "patio trasero perdido" ante China.

Hegseth se refería a la tensión de la actual Casa Blanca con el gobierno de Panamá por el control del canal marítimo que atraviesa el país centroamericano y les ahorra días de viaje a los barcos que necesitan pasar de un lado a otro del continente.

Washington alega que Panamá violó los Tratados Torrijos-Carter cuando se unió a la Iniciativa del Cinturón y la Ruta, el proyecto masivo de expansión comercial de China conocido como la "Nueva Ruta de la Seda", en 2017.

Se refería a los tratados firmados en la década de 1970 para entregarle el canal a Panamá, construido con fondos estadounidenses entre 1904 y 1914, al país centroamericano a partir de 1999.

El presidente panameño José Raúl Mulino ha reiterado que las decisiones sobre el canal las toma únicamente su país.

Días antes de la entrevista de Hegseth con Fox News, la Autoridad del Canal de Panamá (entidad que administra el paso marítimo) había emitido un comunicado conjunto con el propio secretario reafirmando la soberanía panameña sobre el canal, pero autorizando la intensificación de la presencia militar estadounidense en el país.

En febrero, Mulino recibió la visita del secretario de Estado de Trump, Marco Rubio, poco después de que el presidente estadounidense dijera que, si fuera necesario, utilizaría la fuerza militar para retomar el canal.

El acuerdo parecía haber salido indemne, pero en los últimos días casi todas las ciudades panameñas han sido tomadas por protestas contra, entre otras cosas, el acuerdo con EE.UU.

Caricatura de 1901 con la leyenda "Europa: ¡No eres el único gallo en Sudamérica! Tío Sam: ¡Lo sabía cuando te encerré!". 

Según un informe de la BBC, China fue responsable de alrededor del 21% de la carga transportada a través del canal entre octubre de 2023 y septiembre de 2024.

El país asiático fue el segundo mayor usuario del paso, solo por detrás de EE.UU.

"Vamos a invertir en lo que impulse los intereses estadounidenses en nuestro patio trasero mientras interrumpimos la influencia china allí", dijo Hegseth a Fox News.

 

El patio

Hablar de "patio trasero" es un legado que dejó la Doctrina Monroe como una forma común de referirse a América Latina y el Caribe desde la perspectiva estadounidense.

Esta doctrina se refiere a la política exterior adoptada por EE.UU. a partir de 1823 y a las diversas redefiniciones que ha sufrido desde entonces.

"Quiere decir, en efecto, que, debido a la proximidad entre los territorios, EE.UU. se considera un guardián", afirma Poggio, autor, entre otros libros, de "El pensamiento neoconservador en la política exterior de Estados Unidos" (Unesp, 2010).

"Dicen: 'Miren, ustedes los latinoamericanos necesitan aprender a comportarse. Hay muchas revoluciones, mucho caos allí, y nosotros, los anglosajones, necesitamos ponerles orden'.

"Esta visión está muy presente en la actual administración de Trump".

Una de las resignificaciones más relevantes de la Doctrina Monroe ocurrió a finales de 1904, durante el período del conservador Theodore Roosevelt.

En su discurso a la nación del 6 de diciembre de ese año, el entonces presidente estadounidense se sintió urgido a hacer una defensa más enérgica de las intervenciones que su país había realizado en Cuba y Puerto Rico poco antes.

Afirmó que no era correcto decir que Estados Unidos sentía "hambre de tierra" y que, por el contrario, su país sólo quiere "vecinos estables, ordenados y prósperos".

Luego sentenció: "La adhesión de EE.UU. a la Doctrina Monroe puede obligarnos, aunque sea a regañadientes, en casos flagrantes de irregularidades o de incapacidad, a ejercer un poder de policía internacional".

En esta caricatura política, el Tío Sam blande un gran garrote con la inscripción "Doctrina Monroe 1824-1905". El pie de foto dice: "¡Expansión! El largo camino de la patrulla occidental".

 

Para la profesora Marina Gusmão de Mendonça, del Departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad Federal de Sao Paulo (Unifesp), se trataba de una forma "sofisticada" de nombrar lo que después se conoció como la política del "gran garrote", que EE.UU. adoptó a partir de entonces.

Ese apelativo venía de una frase que el presidente utilizó al expresar sus ideas sobre política exterior.

Tiene su origen en un dicho africano: "Habla suavemente y lleva un gran garrote; llegarás lejos".

Sin embargo, en la historia esta política tuvo otro nombre: Corolario de Roosevelt.

El gran garrote fue una "visión más incisiva de la Doctrina Monroe", señala Mendonça.

Poggio añade: "Sólo actúas así en un lugar que consideras como tu 'patio trasero'".

 

Doctrina Monroe 2.0

Expertos entrevistados por BBC News Brasil coinciden en que, al menos desde el Corolario de Roosevelt, no ha habido un momento en el que la postura de EE.UU. hacia América Latina y el Caribe haya sido tan agresiva como ahora.

Los entrevistados afirman que, si bien el país mantuvo una postura intervencionista en la región a lo largo del siglo XX —como en las ocupaciones de países como Haití (1915-1932) y Nicaragua (1912-1933) o en el apoyo a las dictaduras militares involucradas en la Operación Cóndor, en la Guerra Fría—, EE.UU. siempre buscó legitimar sus acciones cubriéndolas con "valores universales".

"Justificaron sus intervenciones ya sea construyendo un 'mundo libre', defendiendo la libertad o incluso expandiendo la democracia.

"Ahora, nada de eso está sucediendo: Trump claramente planea simplemente retomar la antigua orientación imperial de EE.UU.", explica Fábio Luis Barbosa, profesor del Programa de Posgrado en Integración Latinoamericana de la Universidad de Sao Paulo (Prolam-USP).

Lo hace sin apelar a ningún gran valor universal. Trump dice abiertamente que sólo lo hace por interés.

Poggio suscribe esta lectura, afirmando que Trump retoma la visión estadounidense del siglo XIX.

"Es la idea de zonas de influencia, de poder puro sin ningún criterio moral ni siquiera de derecho internacional", dice.

Sin embargo, destaca que toda la agresividad de la postura estadounidense hasta ahora se limita al ámbito retórico.

"Trump 'habla fuerte'", dice, refiriéndose a la famosa frase de Roosevelt, "pero el garrote aún no ha sido usado".

"No sabemos si lo sacarán", añade.

Para Gusmão, la postura actual de la Casa Blanca hacia la región se puede explicar, curiosamente, por la dependencia que EE.UU. proyecta tener de América Latina y el Caribe a medida que comiencen a sentirse los efectos de la imposición de aranceles comerciales a casi todo el mundo.

En su análisis, la economía estadounidense necesitará recurrir a los países de la región en busca de materias primas para la industria y, al mismo tiempo, explorar mercados de consumo.

Por eso, recuperar el control del "patio trasero" es también una forma de bloquear el acceso chino a las mismas materias primas y mercados potenciales.


La Doctrina Monroe en acción. Tarjeta de 1941 que muestra al Tío Sam estrangulando a Sudamérica. 

 

El gigante asiático es, hoy en día, el principal socio comercial de países como Brasil, Perú, Chile y Venezuela.

EE.UU., a su vez, ocupa este papel entre naciones como México, Guatemala, Colombia y Ecuador.

Entre ellos, Brasil tiene un peso decisivo en esta esfera de influencia global, ya que es el principal socio de vecinos como Argentina, Bolivia y Paraguay.

En este sentido, la declaración de Trump sobre Brasil el día de su investidura -"No los necesitamos, pero ellos nos necesitan"- es todo lo contrario.

"Trump necesita reservar este espacio para posibles reflexiones internas sobre sus políticas económicas. Es un área de disputa con China", afirma Gusmão.

"Lo que nadie sabe es cómo reaccionarán los países ante los ataques", continúa.

 

"América para los americanos"

Una tarde de diciembre de 1823, el entonces presidente de EE.UU., James Monroe, subió al podio del Capitolio, sede del Congreso del país, en Washington, para leer el tradicional discurso presidencial de fin de año.

Nadie esperaba que de allí surgiera una de las posiciones políticas más sólidas y duraderas de la futura superpotencia: la doctrina que lleva su apellido.

Aunque largo, el texto se condensa en casi una sola frase, hacia el final.

Hizo elocuentes elogios a los colonizadores europeos –países como Francia, Inglaterra y España, sobre todo– hasta decir que aquellos sistemas políticos, en cambio, eran diferentes del estadounidense.

Por tanto, sería necesario decirles que "cualquier intento de extender esos sistemas a cualquier porción de este hemisferio sería considerado como un peligro para la paz y la seguridad" de EE.UU.

El mensaje era muy claro: Estados Unidos ya no toleraría la colonización de los países latinoamericanos y caribeños, recién independizados. Por eso, el lema de la doctrina era: "América para los americanos".

De hecho, la Doctrina Monroe estuvo rodeada de movimientos independentistas: Perú había firmado la suya dos años antes, en 1821, y Bolivia lo haría dos años después, en 1825. Uruguay (1828) y Ecuador (1830) seguirían el mismo camino antes de que terminara esa década.

Barbosa reflexiona, sin embargo, que la Doctrina Monroe fue ambigua desde el principio.

Por un lado, expresaba una postura de dominación de un país que aun estaba lejos de ser la potencia global que es hoy. Por otra parte, fue bien recibido por las naciones que, a primera vista, estaban sujetas a las intervenciones previstas en el texto.

"Como todavía eran países débiles, recién independizados, había allí algo emancipador, y lo aprovecharon", analiza.

La satisfacción del Imperio de Brasil con el mensaje de Monroe, que contó con el apoyo de Colombia –de Simón Bolívar– y de México, es un ejemplo de esta postura.

El emperador Don Pedro I incluso propuso una alianza con EE.UU. para llevar a cabo la doctrina.

"Brasil se vio a sí mismo como defensor de esta doctrina en Sudamérica y mantuvo esta postura durante mucho tiempo", apunta Poggio.

De hecho, Brasil se veía a sí mismo como el protector del subsistema regional, Sudamérica, y en cierto modo incluso le preocupaba la influencia de EE.UU. en esta área, explica.

"EE.UU. no contaba con los recursos necesarios para implementar la doctrina, sobre todo porque la Armada chilena era mucho más fuerte que la estadounidense en ese momento".

La Doctrina Monroe fue el tema de una película propagandística de 1896. 

Muchos estudios, sin embargo, señalan que el factor preponderante en el contexto de la Doctrina Monroe fue la Santa Alianza, firmada por Rusia, Prusia (en la actual Alemania), Austria y Reino Unido en Viena, tras la derrota de Napoleón Bonaparte, en 1815.

Había resurgido el deseo de "volver a la situación anterior a la Revolución Francesa", dice Gusmão, en la que las potencias europeas dependían de sus colonias de ultramar.

Para Estados Unidos, eso era problemático.

"Las victorias militares estadounidenses sobre Inglaterra habían generado un desarrollo industrial muy fuerte en el país, que demandaba mercados de consumo y materias primas.

"La América Latina independiente representaba una oportunidad económica que no podía volver a manos europeas".

Pero, en esa misma América Latina independiente, hubo un esfuerzo que iba en otra dirección: el bolivarianismo de Simón Bolívar, que pretendía unir a las naciones independientes en una gran confederación.

La idea cayó derrotada en el Congreso de Panamá, en 1826, según Gusmão, por dos motivos.

"Porque las élites de Hispanoamérica eran muy diferentes entre sí, más allá de las distinciones geográficas.

"Y porque EE.UU. e Inglaterra hicieron todo lo posible para garantizar que esta unión nunca ocurriera", explica, señalando que esta unión habría producido un país lo suficientemente fuerte como para enfrentar las dos potencias.

 

Afirmaciones sobre una verdad demostrada

Desde que fue anunciada por James Monroe, la doctrina ha sufrido varias reinterpretaciones, a la luz de las circunstancias globales y del papel que EE.UU. asumió en esos períodos.

Las reinterpretaciones se llamaron "corolarios" porque, al igual que el significado de la palabra en el diccionario, añadían nuevas afirmaciones a una "verdad ya demostrada". En este caso, a la verdad de la Doctrina Monroe.

En 1845, por ejemplo, el presidente James Polk leyó, desde la misma tribuna, un texto que decía que EE.UU. estaba abierto a anexarse otras regiones.

No fue casualidad que, un año después, declarara la guerra al vecino México, al que le arrebataría dos tercios del territorio. El discurso se conoció como el "Corolario Polk".

Ese mismo año, un periodista daría forma a la idea del "Destino Manifiesto" de EE.UU.: una creencia común de que el país tenía el "derecho moral y la misión divina de expandir sus territorios desde la costa atlántica hasta el Pacífico".

Más de dos décadas después, en 1871, Ulysses Grant, un militar que gobernó EE.UU. durante dos mandatos, también hizo su corolario.

Afirmó que el país no podía permitir que "ningún gobierno independiente, dentro de los confines de América del Norte, pasara de una condición de independencia a una posesión o protectorado bajo una potencia europea".

Fue una justificación para el intento de anexión de la República Dominicana (entonces llamada Santo Domingo), que se venía gestando desde 1870.

Existe también el Corolario Olney, de 1895, que trata de que EE.UU. es "prácticamente soberano en este continente (...) con fuerza de ley para los súbditos que están confinados dentro de su interposición".

Las palabras fueron pronunciadas por Richard Olney, secretario de Estado del gobierno demócrata de Glover Cleveland.

Caricatura publicada en La Silhouette en 1903 sobre la Doctrina Monroe, con Inglaterra, Estados Unidos, Alemania y el bloqueo venezolano. 

 

Para Barbosa, si bien la Doctrina Monroe tenía, de hecho, cierto carácter emancipador, los corolarios tenían significados opuestos: cada uno reforzaba un poco más los intereses exclusivos de EE.UU. en América Latina y el Caribe.

"Cuando Roosevelt anunció su corolario, el del 'gran garrote', fue como una autorización para intervenir si percibían que sus intereses están siendo perjudicados".

"No es diferente a lo que ocurre ahora en Panamá", explica.

"Es como la Cuba de 1903", continúa Gusmão.

Se refiere a la Enmienda Platt, un conjunto de leyes que EE.UU. logró imponer a la Constitución cubana después de la guerra que independizó a la isla en 1898.

Propuesta por el senador Orville Platt de Connecticut, limitaba al país vecino la posibilidad de realizar negocios y firmar tratados con otras naciones.

También abrió el territorio a los planes militares estadounidenses y autorizó a la Casa Blanca a intervenir cuando fuera necesario "para preservar la independencia cubana".

"La Enmienda Platt no fue una política dirigida únicamente a Cuba. De hecho, reforzó el derecho de EE.UU. a intervenir en Latinoamérica dondequiera que sus intereses políticos y económicos estuvieran en riesgo.

"No es casualidad que entrara en vigor poco después, en la República Dominicana", explica, recordando la invasión militar de la isla vecina en 1904, meses antes del Corolario Roosevelt.

La Doctrina Monroe y sus corolarios posteriores dieron, en la lectura de Barbosa, el tono completo de un complejo balance de las acciones estadounidenses en América Latina.

"A veces se basa más en el consenso, a veces más en la coerción", dice. "Una combinación de momentos donde hay más esfuerzos en una dirección y otros donde los métodos son coercitivos".

El golpe de Estado que depuso y mató al entonces presidente electo de Chile, Salvador Allende, en 1973, fue, por ejemplo, un momento de coerción y violencia explícitas, señala Barbosa, aunque bajo la narrativa de un supuesto valor universal, el anticomunismo.

La implementación de la agenda de ajuste económico estructural, con el objetivo de abrir los mercados de los países latinoamericanos al neoliberalismo, "se hizo sobre la base del consenso y el diálogo".

El regreso del Corolario Roosevelt y su gran garrote significaría, hoy, el posible uso de la fuerza militar para llevar a cabo los planes expansionistas de Trump, principalmente la reanudación del control del Canal de Panamá .

"Si esto realmente sucede, ¿China lo aceptará?", se pregunta Gusmão.

Cuando BBC News Brasil redirige la pregunta, la analista plantea otra que es aún más difícil de responder.

"China no tiene la potencia de fuego para enfrentarse a EE.UU. y está muy lejos de Latinoamérica, lo cual, en una guerra, siempre es importante.

"Pero Rusia sí la tiene. ¿Habría entonces una coalición entre China y Rusia?".

 

Fuente: Doctrina Monroe 

 

jueves, 29 de mayo de 2025

La oscura influencia en América Latina de la bananera de EE.UU. United Fruit Company y su heredera Chiquita Brands

 


Por Santiago Vanegas
BBC News Mundo

 

"Esta nota fue publicada en junio de 2024 y la republicamos a raíz de la declaración del estado de emergencia por parte del gobierno de Panamá en la provincia donde Chiquita despidió a 5.000 trabajadores".

El fallo del lunes 10 de junio contra Chiquita Brands por su responsabilidad en ocho asesinatos cometidos por paramilitares en Colombia no es el primer caso en el que se relaciona a la empresa con episodios violentos en países latinoamericanos.

El veredicto a favor de las víctimas al que llegó un tribunal de Florida es la conclusión de uno de los cientos de casos que enfrenta la compañía en la justicia estadounidense.

En 2007, la empresa ya había reconocido ante las autoridades de Estados Unidos que le pagó US$1,7 millones al grupo paramilitar de derecha Autodefensas Unidas de Colombia y tuvo que pagar una multa de US$25 millones.

Chiquita argumenta que comenzó a hacer los pagos luego de que el líder de las AUC en aquel momento, Carlos Castaño, insinuara que el personal y las propiedades de la empresa podrían sufrir daños si no entregaban el dinero.

La empresa expresó en un comunicado tras el veredicto de esta semana que la situación en Colombia fue "trágica para muchos, incluidos los directamente afectados por la violencia allí, y nuestros pensamientos permanecen con ellos y sus familias".

"Sin embargo, eso no cambia nuestra creencia de que no hay base legal para estas reclamaciones", añadió.

BBC Mundo contactó a la empresa para recabar más información, pero no recibió respuesta.

Los pagos a grupos paramilitares en Colombia, país cuya justicia no ha condenado a la empresa, son solo una de las sombras que oscurecen la larga historia de la compañía.

Chiquita Brands es heredera de la United Fruit Company, que operó en Centroamérica desde finales del siglo XIX.

 

Un innovador mercado

Chiquita Brands es la heredera de la United Fruit Company, una empresa fundada en 1899 que cambió el mundo con su modelo de producción de banano e influyó en la política y la economía de varios países latinoamericanos al punto de que se les empezó a llamar "repúblicas bananeras".

Su negocio consiste, desde hace más de 100 años, en llevar bananos frescos desde los países productores, que son necesariamente tropicales, a las mesas de los consumidores de todo el mundo.

En palabras de Peter Chapman, autor del libro Bananas: How the United Fruit Company Shaped the World ("Bananos: Cómo la United Fruit Company moldeó el mundo"), la empresa fue la primera de las multinacionales modernas.

Supuso pues un paso clave en la historia del capitalismo.

Antes de ser un producto de consumo masivo, el banano era una fruta exótica atractiva por su sabor dulce.

 

La United Fruit Company construyó una red de enormes plantaciones que iba desde Guatemala hasta Colombia (pasando por Honduras, El Salvador, Belice, Nicaragua, Costa Rica y Panamá) e incluía islas del Caribe como Cuba y Jamaica.

Su capacidad para operar en muchos casos superaba a la de los gobiernos de esos países.

"Podía usar su tecnología, su experticia, para operar en áreas donde otros no podían ir", le dice Chapman a BBC Mundo.

Como empleadora de miles de personas, dueña de miles de hectáreas de tierra y aliada cuando lo requería del gobierno estadounidense, la United Fruit Company podía influir en generar estabilidad o inestabilidad.

Décadas antes de financiar paramilitares, la empresa jugó un papel central en la llamada masacre de las bananeras de 1928, también en Colombia, y en el golpe de Estado de Guatemala de 1954.

Aunque atravesó una fuerte crisis a mediados de los 70, la sobrevivió cambiando de dueños y en la actualidad, Chiquita Brands vende toneladas de bananos con stickers azules en los supermercados del mundo.

 

Los inicios

Antes de convertirse en un magnate bananero, Minor Keith, fundador de United Fruit Company, era un empresario de ferrocarriles.

"Solo se interesó en los bananos cuando se dio cuenta de que los trabajadores jamaiquinos que había llevado a Costa Rica para construir el ferrocarril habían traído consigo una producción a pequeña escala de bananos para alimentarse", cuenta el periodista y escritor Peter Chapman.

"Entonces, Keith, que estaba en problemas financieros para construir el ferrocarril, pensó que podía vender bananos en Estados Unidos".

Desde 1873, comenzó a experimentar con la producción y el transporte de bananos.

Para entonces, hacer que un banano llegara desde Costa Rica hasta Nueva York antes de que se pudriera era una proeza. No existían siquiera los barcos con refrigerador.

"Era un lujo esta fruta dulce que sabía tan bien, venía de muy lejos y podías tener todo el año", explica Chapman.

Keith "empezó a usar la producción y distribución de banano como una forma de respaldar su gran proyecto de construir un ferrocarril en Costa Rica", y empezó a hacerlo a gran escala.

En 1899, se fusionó con otra empresa que dominaba el negocio del banano en Jamaica, y así nació la United Fruit Company.

Keith fue un magnate de los ferrocarriles que se convirtió en uno de los fundadores de la United Fruit Company 

 

Las repúblicas bananeras

Cuando se dio cuenta de que podía ganar dinero con los bananos, Keith empezó a negociar con el gobierno de Costa Rica para que le diera terrenos baldíos alejados del centro de poder a cambio de impulsar avances tecnológicos y en infraestructura en esas zonas, describe Chapman.

Así nació su modelo de funcionamiento que luego expandió por los demás países de Centroamérica y parte de la costa atlántica de Colombia.

"De repente, la compañía terminó acumulando un poder considerable y se convirtió casi que en un gobierno autónomo. A pesar de que estaba haciendo cosas que el gobierno encontraba muy útiles, era casi un estado dentro de un estado", le explica Chapman a BBC Mundo.

30 años después, según escribió la historiadora Catherine LeGrand en el libro "Nueva Historia de Colombia", la United Fruit Company poseía más de 1 millón de hectáreas, había construido más de 2.400 kilómetros de ferrocarril y contaba con 90 barcos de vapor, conocidos como la Gran Flota Blanca, que transportaban bananos a Estados Unidos y Europa.

"Las exportaciones de banano llegaron a los 65 millones de racimos al año", según dice LeGrand en su libro.

Tenía un monopolio casi total del mercado del deseado fruto.

Ese poder económico abrió la puerta a que la empresa influyera en el poder político.

"Había mucho espacio para la corrupción en el sentido de que siempre podían sobornar a la autoridad central, o podían favorecer un candidato presidencial por encima de otro y tenían el dinero y los recursos para llegar al centro del poder", señala Chapman, quien fue corresponsal de la BBC y The Guardian en Centroamérica y el Caribe.

Es decir, la empresa solía tener influencia y una relación amistosa con el gobierno, y cuando no, lo podía cambiar según sus intereses, como pasó en el golpe de Estado en Guatemala en 1954 del que hablamos más adelante.

La United Fruit Company fue pionera en instalar refrigeradores en sus barcos, lo cual facilitaba conservar la frescura de los bananos.

La United Fruit Company era "la representante por excelencia del imperialismo estadounidense en América Latina", pues tenía "al gobierno local en el bolsillo, controlaba la economía local de los países donde operaba y explotaba duramente a los trabajadores de las plantaciones", escribió el historiador Marcelo Bucheli en un artículo de la revista The Business History Review.

De esta situación se hicieron eco en sus letras autores como Miguel Ángel Asturias y Gabriel García Márquez.

Algunas de las llamadas "repúblicas bananeras" ni siquiera eran grandes productoras de banano, dice Chapman.

No era una gran industria en Nicaragua o El Salvador, por ejemplo. Pero también allí el sistema político estaba corrompido en la época por poderosas fuerzas externas.

Y, añade Chapman, no hay que olvidar que el banano en el mundo angloparlante es visto como una broma o algo tonto, así que "república bananera" es un término peyorativo.

En todo caso, la United Fruit Company llevó ferrocarriles y servicios que antes no tenían a zonas remotas de Centroamérica.

"Por ejemplo, el único ferrocarril que existió en Honduras por mucho tiempo fue el que construyó la United Fruit Company y que proveía a la zona alrededor de sus plantaciones en la lejana costa atlántica", narra Chapman.

Pero estos beneficios solo llegaban cuando y donde le convenían a la empresa.

Chapman cuenta, por ejemplo, que en Honduras la empresa le pedía periódicamente al gobierno más tierras para cultivar banano a cambio de continuar el ferrocarril hasta Tegucigalpa, pero luego nunca cumplió con ese trato porque en la zona de Tegucigalpa no había plantaciones.

"La compañía proveía cuando le era conveniente. Y cuando no, había confusión y disputas", le dice Chapman a BBC Mundo.

 

La masacre de las bananeras

Los líderes de la huelga de las bananeras de 1928 en Colombia reclamaban un contrato directo y mejores condiciones de salubridad en sus viviendas.

 

Las condiciones de trabajo en las plantaciones de la United Fruit Company eran precarias.

Aunque la empresa ofrecía una oportunidad de empleo como pocas para miles de campesinos, y en algunos casos ofreció salarios altos para atraer mano de obra, no contrataba a sus trabajadores directamente, sino a través de terceros.

Además, a los empleados les pagaba por día y no siempre había trabajo para todos. Muchos se terminaban endeudando con la misma empresa y las condiciones de salubridad en las que vivían en las plantaciones eran pésimas.

"No tenían ventilación, agua potable, duchas o retretes", relató la historiadora Catherine LeGrand.

En Colombia, los trabajadores hicieron huelgas en 1910, 1918 y 1924. Pero la de 1928 tuvo otra magnitud.

"El 12 de noviembre de 1928 estalló una gran huelga en la zona bananera de Santa Marta, una huelga masiva jamás vista en Colombia. Más de 25.000 trabajadores de las plantaciones se negaron a cortar los bananos", según documentó LeGrand.

Durante un mes, se paró por completo la producción y exportación de banano mientras los trabajadores le pedían a la empresa sentarse a negociar una serie de peticiones.

La United Fruit Company resolvió apelar al gobierno conservador de la época y éste respondió poniéndose del lado de la empresa.

Primero envió tres batallones a las plantaciones, encarceló decenas de huelguistas y finalmente vino la masacre.

"La huelga terminó con un baño de sangre: en la noche del 5 de diciembre, soldados colombianos dispararon sobre una reunión pacífica de millares de huelguistas, matando e hiriendo a muchos", escribió LeGrand en el libro "Nueva Historia de Colombia".

Un documento enviado por la embajada de Estados Unidos en Bogotá al secretario de Estado de la época registró: "Tengo el honor de reportar que el representante de la United Fruit Company en Bogotá me dijo ayer que el número total de obreros en huelga muertos por el ejército colombiano superó los mil".

 

El golpe de Estado en Guatemala de 1954

Los golpistas de 1954 alegaban que el presidente Jacobo Árbenz era comunista.

 

25 años después, la injerencia de United Fruit Company en la política latinoamericana llegó más lejos que nunca: la CIA orquestó un golpe de Estado militar contra el entonces presidente de Guatemala, Jacobo Árbenz, para proteger los intereses de la compañía bananera.

De acuerdo con documentos oficiales desclasificados, se trató de una operación encubierta bautizada internamente en la CIA como PBSUCCESS.

"La situación era que United Fruit Company se había acostumbrado a trabajar con gobiernos centrales que eran complacientes, y llegó un nuevo régimen liberal, el gobierno de Árbenz, un militar", explica Chapman.

"El gobierno les dijo: 'Miren, ustedes tienen un desmesurado y extraordinario excedente de tierra y Guatemala tiene un gran exceso de campesinos sin tierra'".

Según Catherine LeGrand, para 1930 la empresa usaba poco más del 5% de tierra que poseía en toda la región para cultivar banano.

Árbenz logró aprobar un decreto que le permitía expropiar tierras ociosas, y empezó a llevar a cabo su reforma agraria quitándole tierra a la United Fruit Company para dársela a los campesinos.

En Estados Unidos, era la época del Macartismo, en la que se perseguía ferozmente a las personas que eran sospechosas de ser comunistas.

"La United Fruit Company era muy amiga de la gente del gobierno republicano de la época (el de Dwight Eisenhower). Los hermanos John Foster Dulles, secretario de Estado, y Alan Dulles, director de la CIA, habían sido anteriormente abogados de la United Fruit Company", agrega.

La compañía aprovechó esa cercanía para denunciar ante Washington al gobierno de Árbenz de ser comunistas alineados con la Unión Soviética.

Hasta el reciente triunfo de Bernardo Arévalo, Árbenz había sido el presidente más progresista en ganar unas elecciones en Guatemala.

Las autoridades estadounidenses desplegaron, entonces, una operación que incluyó bombardeos para derrocar a la fuerza al presidente Árbenz y poner en su reemplazo a Carlos Castillo Armas, un militar que estaba exiliado en Honduras.

El nuevo gobierno ilegalizó el Partido Guatemalteco del Trabajo, las asociaciones y sindicatos. Las tierras que habían sido repartidas fueron devueltas a la United Fruit Company.

Esa colaboración entre la empresa y la CIA se dio también en otros momentos, como cuando, según reveló un alto funcionario años después, la empresa prestó algunos de sus barcos para la invasión de la bahía de Cochinos en Cuba que buscaba derrocar a Fidel Castro en 1961.

 

Chiquita Brands y los pagos a paramilitares

Durante los 70, la compañía que había sido por décadas la punta de lanza del capitalismo multinacional entró en una crisis de tal magnitud que Eli M. Black, quien era su presidente, se suicidó lanzándose desde su oficina en un rascacielos de Manhattan.

"El golpe de Estado de Guatemala condujo en alguna medida a su caída", le dice Peter Chapman a BBC Mundo.

Según Chapman, ciertos hombres en el corazón del poder estadounidense empezaron a defender, luego del derrocamiento de Árbenz, que "la United Fruit Company les estaba dando razones a la gente para ser comunistas" en vez de atajar el comunismo.

La compañía empezó a perder la reputación que tenía.

Y al tiempo, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá se unieron en un intento de formar un cartel de países exportadores de banano con el fin de lograr un mayor poder de negociación con la United Fruit Company.

Dice Chapman que después de la muerte de Black, se supo que había intentado sobornar al gobierno militar de Honduras.

"Había calculado que, en el momento de necesidad que vivía el país tras el huracán Fifi de 1974, un pequeño incentivo de US$1 millón y cuarto podría animarles a sacar a Honduras del cartel bananero que le había declarado la guerra a la United Fruit Company", explica el autor en su libro "Bananos: Cómo la United Fruit Company moldeó el mundo".

La empresa perdió el monopolio y empezó a operar más discretamente.

En 1990, la empresa fue rebautizada como Chiquita Brands International.

Chiquita era la marca que llevaban décadas poniendo en sus bananos.

Según reconoció ante las autoridades estadounidenses, Chiquita Brands les pagó US$1,7 millones a las AUC entre 1997 y 2004.

 

Poco después vinieron los pagos que hizo la empresa a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) por los que el jurado concluyó el pasado lunes que la empresa fue responsable de ocho asesinatos. Se hicieron entre 1997 y 2004.

Según el Informe de la Comisión de la Verdad de Colombia, los pagos "eran revisados y aprobados por altos ejecutivos de la compañía" y Chiquita "sabía de la naturaleza violenta de dicha organización".

A pesar de las sombras, Chiquita dice ser "la marca de bananos preferida de los consumidores".

Según Pitchbook, tiene unos 18.000 empleados y su actual sede principal se encuentra en Suiza.

A 125 años de su fundación, es una compañía a la que se le reconoce por haber marcado definitivamente la historia económica del mundo, pero también por haber usado su poder en ocasiones para nutrir la violencia en América Latina, como concluyó esta semana el tribunal de Florida. 

Miss Chiquita Banana es un personaje que ha identificado desde hace décadas a la marca.


Fuente: United Fruit y Chiquita Brands

 

martes, 27 de mayo de 2025

Colección Biblioteca Científica Salvat

Salvat Editores

1985-1989

Entre 1993 y 1995 se volvió a publicar la colección en tapa dura con algunos cambios en los títulos y la numeración.

Publicación original: 30 de mayo de 2016

Revisión 2025
Colección completa


1. Paul Davies. El Universo desbocado. Del Big Bang a la catástrofe final
2. Dianne Fossey. Gorilas en la niebla. Trece años viviendo entre gorilas
3. Dieter Zimmer. Dormir y soñar. La mitad nocturna de nuestras vidas
4. Paul Davies. Superfuerza
5. M. Hoagland. Las raíces de la vida
6. Stefan M. Gergely. Microelectrónica
7. Robert Jastrow. El telar mágico. El cerebro humano y la computadora
8. James S. Tefril. De los átomos a los quarks
9. Richard Dawkins. El gen egoísta
10. Nigel Calder. ¡Que viene el cometa!
11. Jean-Marie Pelt.  Las Plantas. «Amores y civilizaciones» vegetales
12. Paul Davies. La Frontera del infinito. De los agujeros negros a los confines del Universo
13. Alan Charig. La verdadera historia de los dinosaurios
14. Martin Gardner. Izquierda y derecha en el cosmos. Simetría y asimetría frente a la teoría de la inversión del tiempo
15. Bernard Campbell. Ecología humana. La posición del hombre en la naturaleza
16. Hazel Rossotti. Introducción a la química
17. Erhard Keppler.  Sol, lunas y planetas
18. Marvin Harris. Caníbales y reyes. Los orígenes de la cultura
19. Niko Tinbergen. Naturalistas curiosos
20. John Gribbin. En busca del gato de Schrodinger. La fascinante historia de la mecánica cuántica
21. Anthony Smith. La mente I
22. Anthony Smith. La mente II
23. Jane Goodall. En la senda del hombre. Vida y costumbres de los chimpancés
24. Albert Einstein y Leopold Infeld. La evolución de la física
25. John Boslough. El universo de Stephen Hawking
26. René Dubos. Un dios interior. El hombre del futuro como parte de un mundo natural
27. Christopher Jargocki. Rompecabezas y paradojas científicas
28. Paul Davies. Otros mundos. El Espacio y el Universo cuántico
29. Michael Shallis. El ídolo de silicio. La «revolución» de la informática y sus implicaciones sociales
30. Eberhard Weismann. Los rituales amorosos. Un aspecto fundamental en la comunicación de los animales
31. James S.Trefil. El momento de la creación. Del Big Bang hasta el Universo actual
32. Peter Laurie. Informática para todos
33. Heribert Schmid. Cómo se comunican los animales
34. Rudolf Kippenhahn. Cien mil millones de soles. Estructura y evolución de las estrellas
35. Paul de Kruif. Cazadores de microbios
36. Paul Davies. Dios y la nueva física
37. Basil Booth y Frank Fitch. La Inestable Tierra. Pasado, presente y futuro de las catástrofes naturales
38. Brian Leith. El Legado de Darwin
39. James S. Trefil. El Panorama inesperado. La naturaleza vista por un físico
40. Hermann Haken. Fórmulas de éxito en la Naturaleza. Sinergética: la doctrina dela acción de conjunto
41. Martin Gardner. El escarabajo sagrado I. Y otros grandes ensayos sobre la ciencia
42. Martin Gardner. El escarabajo sagrado II. Y otros grandes ensayos sobre la ciencia
43. Wolfgang Schwoerbel. Evolución. Teorías de la evolución de la vida
44. Mariano Medina. Iniciación a la meteorología
45. Martin Gardner. La explosión de la relatividad
46. Dorothy Vitaliano. Leyendas de la Tierra
47. François Jacob. La lógica de lo viviente
48. John Gribbin. Génesis. Los orígenes del hombre y del Universo
49. Martin Gardner. Miscelánea Matemática
50. John Gribbin. La Tierra en movimiento
51. Arthur Koestler. Los sonámbulos I. El origen y desarrollo de la cosmología
52. Arthur Koestler. Los sonámbulos II. El origen y desarrollo de la cosmología
53. John Gribbin. En busca de la Doble Hélice. La evolución de la biología molecular
54. P. W. Atkins. La creación
55. Peter S. Stevens. Patrones y pautas en la naturaleza
56. Paul Davies. El Universo accidental
57. Karl von Frisch. Doce pequeños huéspedes. Vida y costumbres de unas criaturas «insoportables»
58. John Gribbin. El clima futuro
59. Jonathan Winson. Cerebro y Psique
60.  Gerald Feinberg. Claves Ciertas: Física Cuántica
61. David P. Barash. El Envejecimiento
62. Hugo Steinhaus. Instantáneas Matemáticas
63. Irenaüs Eibl-Eibesfeldt. Amor y Odio: Historia natural del comportamiento humano
64. Roger Lewin. Evolución humana
65. Richard Morris: Las flechas del tiempo:  una visión científica del tiempo
66. Eric Chaisson. El Amanecer cósmico: Orígenes de la materia y la vida
67. Steve Prentis. Biotecnología: Una nueva revolución industrial
68. Alwyn McKay. La Construcción de la Era Atómica
69. Irenaüs Eibl-Eibesfeldt. Guerray Paz: Una visión de la etología
70.  E. Kasner y J. Newman. Matemáticas e Imaginación (I)
71. E. Kasner y J. Newman. Matemáticas e Imaginación (II)
72. Carsten Bresch. La Vida, un estadio intermedio
73. George Gamow. Biografía de la Física
74. J. Hecht y D. Teresi. El Rayo Laser
75. Richard Alexander. Darwinismo y Asuntos humanos
76. Rudy Rucker. La cuarta dimensión
77. David Attenborough. El Planeta Viviente
78. Rudolf Kippenhahn. Luz del Confín del Universo: El Universo y sus inicios
79. Organización Mundial de la Salad. Los Alimentos y la Salud
80. Pierre Radvanyi y Monique Bordry. La Radiactividad artificial
81.  George Breuer. El Aire en peligro
82. Robert Shapiro. Orígenes: lo que sabemos sobre el origen de la vida
83. Luis Daufí. La Enfermedad Hoy
84. Paul Davies. En busca de las ondas de gravitación
85. James D. Watson: La Doble Hélice: Un relato autobiográfico del descubrimiento del ADN
86. Umberto Colombo y Giuseppe Turani. El segundo Planeta:  el problema del aumento de la población mundial
87. Gunther S. Stent. Las Paradojas del Progreso
88. Daniel Coleman y Jonathan Freedman. Los Secretos de la Psicología
89. Hans Hass. Del pez al hombre: en torno a la evolución
90. Evry Schatzman. Los niños de Urania
91. Michael Ruse. Tomándose a Darwin en serio
92. David P. Barash. La liebre y la tortuga: Cultura, biología y naturaleza humana
93. Francisco J. Ayala. La naturaleza inacabada
94. David Bodanis. Los secretos de una casa: El mundo oculto del hogar
95. B.F. Skinner. Más allá de la libertad y la dignidad: Un profundo estudio del hombre y la sociedad
96. Academia Norteamericana de Ciencias. Física Nuclear
97. P.H. Ehrlich y A.H. Ehrlich. Extinción (I): La desaparición de las especies vivientes en el planeta
98. P.H. Ehrlich y A.H. Ehrlich. Extinción (II)
99. Helen E. Fisher. El contrato sexual: La evolución de la conducta humana
100. Fred I. Dretske. Conocimiento e Información










Misterios de Agatha Christie

Más leída que cualquier otro escritor inglés, confundió al mundo con sus magistrales novelas policíacas Y ella misma fue siempre un enigma.

 



 

Por Virginia Kelly

Advertencia: El artículo da algunos detalles importantes de alguna de las novelas de Agatha Christie, pero si no te importa leer eso, entonces adelante, vas por tu cuenta y riesgo.

 

EN OCTUBRE DE 1976 los conocedores de la literatura policíaca volvían ansiosamente las páginas de una nueva novela que despertaba en ellos un interés especial y cierta aprensión. No sólo era el último libro de Agatha Christie que veía la luz (la novela de misterio titulada Sleeping Murder)*; también corrían rumores de que en ella la inquisitiva Miss Marple, uno de los detectives más admirados de toda la historia de la novelística policíaca, encontraba la horma de su zapato y perdía la vida.

Afortunadamente, como notaron con alivio los críticos, esta pista de Agatha Christie en particular (como tantas otras entretejidas ingeniosamente en la trama de sus novelas) resultó falsa. La autora que en Curtain*(obra publicada en 1975) no había vacilado en matar a Hércules Poirot, el detective inventado también por ella y tan famoso como Miss Marple, permite que esta supere todos los peligros y salga triunfante y con vida de su nueva aventura.

H.R. Keating, crítico del Times de Londres, comentó con alegría la supervivencia de Miss Marple y, refiriéndose a la novela de que tratamos, escribió entusiasmado: “es de la mejor cepa de Christie, de lectura maravillosamente fácil y que no deja de intrigar un instante al lector. ¿Cómo consigue la autora tal cosa? Sabiendo escoger siempre el momento justo para producir el efecto deseado. Algo en el que nunca yerra”.

Pero Agatha Christie, que en 1971 recibió el título de Dama de la Orden del Imperio Británico, nunca dejó de ser modesta al considerar sus éxitos. Incluso quiso restar valor a su prodigiosa producción, llamándose a sí misma “máquina de hacer embutidos”.

Al morir, el 12 de enero de 1976, a la edad de 85 años, la suma sacerdotisa de la literatura policíaca tenía en su haber 110 títulos (66 de ellos novelas policíacas), de los cuales se estima que se han vendido más de 350  millones de ejemplares. Su obra se ha traducido a 157 idiomas.

Sus cuentos y novelas han inspirado 15 películas y se han representado 17 de sus piezas teatrales. The Mousetrap (“La Ratonera”) es la obra de teatro que ha permanecido en cartel más tiempo que ninguna otra en el mundo, pues habiéndose estrenado en Londres hace más de 24 años, todavía se sigue representando allí con gran éxito.

La película Murder on the Orient Express (“Asesinato en el Expreso de Oriente”), basada en una novela de Christie, constituyó una de las diez atracciones de taquilla de 1975. Y en la semana en que murió la escritora, su novela Curtain encabezaba las listas de los libros más vendidos en ambos lados del Atlántico.

Se calcula que Agatha Christie ganó con sus novelas unos 10 millones de libras esterlinas en total*. Según opinión común, ganó más dinero que cualquier otro escritor de lengua inglesa, y cualquier otro idioma en la historia. Antes de que publicara Sleeping Murder, los derechos para su edición en rústica en Estados Unidos se vendieron por la cantidad sin precedentes de 500.000 libras esterlinas.

Agatha Miller nació en Torquay (en el condado inglés de Devon) y creció en un hogar acomodado, de padre norteamericano y madre inglesa, cuya original opinión era que asistir a la escuela no era conveniente para los ojos y el cerebro de los niños.

Los padres asumieron su instrucción y la niña leía mucho, especialmente novelas románticas y las aventuras de Sherlock Holmes, que influyeron en sus obras, como ella lo reconocía francamente.
Un día, hallándose enferma la niña, su madre le aconsejó que se entretuviera escribiendo un cuento.
Así comenzó a componer una serie de narraciones de  “persistente melancolía, en las cuales la mayoría de los personajes moría”.

En 1915, durante la Primera Guerra Mundial, su hermana mayor le apostó a que no era capaz de “escribir una buena novela policíaca”. Agatha aceptó el reto. Por entonces estaba casada con Archibald Christie, oficial de la Real Fuerza Aérea, y trabajaba como voluntaria de la Cruz Roja en un hospital de Torquay. Varios refugiados belgas estaban alojados en la ciudad y lo que observó en ellos le inspiró el prototipo de Hércules Poirot, con su cabeza oval, mostacho engomado y relucientes zapatos de charol. Poirot solucionó el acertijo en la primera novela de la futura Dama Agatha: The Mysterious Affair of Styles (“El Misterioso Caso de Styles”). 

Por espacio de tres años los editores rechazaron el libro. Por fin se publicó en 1920, se vendieron menos de 2500 ejemplares y la autora ganó 25 libras esterlinas. Sólo después de la aparición, en 1926, de su séptimo libro The Murder of Roger Ackroyd (“El asesinato de Roger Ackroyd”) llegó Agatha a la fama. 

Por esos días vivía con su esposo y su hija Rosalind en Berkshire. Poco después su tranquila existencia comenzó a derrumbarse. Su madre murió y su esposo se enamoró de otra mujer.

Agatha desapareció. Localizaron su auto, abandonado, en un camino rural de la región, y durante diez días, miles de agentes policíacos y voluntarios la buscaron por toda Inglaterra. Guiándose por una información anónima recibida por teléfono, la policía encontró a la escritora en un hotel de Harrogate, donde se había registrado, inexplicablemente, con el nombre de la mujer con quien su esposo se casaría después. El suceso se comentó con grandes titulares y algunos escépticos dijeron que se trataba de un escándalo publicitario para vender The Murder of Roger Ackroyd.

Aunque confirmaron que había sufrido amnesia, Agatha Christie quedó hipersensible ante el asunto durante el resto de su vida. Sin embargo, aquel hecho dio a conocer su nombre en todo el país, y a la postre, se vendieron más de un millón de ejemplares del libro.

Agatha se divorció del coronel Christie dos años después, pero continuó usando este apellido como autora de novelas policíacas. En 1930 se casó con Max Mallowan, eminente arqueólogo que fue ennoblecido en 1968. Durante algunos años lo acompañó en sus expediciones arqueológicas por el Oriente Medio y le ayudó a fotografiar y clasificar utensilios. En un libro que publicó con el nombre de Agatha Christie Mallowan, Come, Tell Me How You Live (“Ven y dime cómo vives”) hizo un alegre relato de sus expediciones. También escribió cuentos y un libro de versos, y publicó varias novelas románticas con el seudónimo de Mary Westmacott.

Pero lo que ganó la celebridad a Agatha Christie fue el haber cultivado el arte de asesinar como tema de sus entretenidas historias.

En su preparación practicaba minuciosos estudios e investigaciones. Su trabajo como enfermera le permitió adquirir un conocimiento directo de los venenos. A veces las actividades arqueológicas de su esposo le proporcionaban el ambiente de sus novelas (Murder in Mesopotamia, Death on the Nile), e incluso localizó la acción de una (Death Comes as the End)* en Egipto en el año 2000 a. de J.C., para la cual hizo “inacabables indagaciones en torno a los pormenores de la vida diaria de la época”

Cierto lector escéptico viajó en el Expreso de Oriente, a través de Europa, sin otro fin que comprobar si Agatha Christie estaba en lo justo al referirse a los cambios de vía en Murder on the Orient Express. Y en efecto lo estaba.

Sus novelas de trama sólidamente construida (ideó algunas mientras estaba en el baño, mordisqueando una manzana, otras cuando limpiaba o cocinaba), le valieron el título de “Reina del laberinto”. Le gustaba desconcertar al lector, pero sostenía que nunca lo despistaba deliberadamente; sólo dejaba que perdiera la pista por sí mismo.

Por ejemplo, piden a un sospechoso de asesinato que ratifique una fecha. El hombre atraviesa la habitación para mirar de cerca un calendario. Al lector se le induce a pesan erróneamente que la fecha citada por el sospechoso es importante, pero la clave consiste en que el presunto culpable es demasiado miope para ver de un lado a otro del aposento.

Otra treta de Agatha Christie es la mirada sobre el hombro. Alguien mira al frente, por encima del hombro de otra persona, y lo que ve lo deja atónito. La escena se nos describe con todo detalle, de modo que sabemos exactamente qué personas y cosas se encuentran en el campo visual del personaje.
La clave reveladora se nos ofrece con tal llaneza que la perdemos en un mar de pistas falsas.
En una de sus tramas más ingeniosas, Dama Agatha desenmascara a una de las víctimas como el asesino. En otro caso, hace de su detective un homicida.

Tan magistral presdigitación literaria le conquistó la aprobación real. Cuanado la BBC le preguntó a la difunta reina María qué programa deseaba para su cumpleaños pidió un “radiodrama” de Agatha Christie. La autora lo escribió, le dio luego forma de cuento y, finalmente la de obra teatral de extensión corriente. Tituló a su obra The Mousetrap (“La ratonera”), por el “drama dentro de un drama” que hallamos en Hamlet de Shakespeare.

Dama Agatha nunca imaginó que esta obra tendría tanto éxito, pero los derechos de autor correspondientes, que ella había cedido a su nieto, han hecho rico a este.
Lo cierto es que la escritora cedió en vida sus derechos sobre otras muchas obras, con lo que evitó el pago de enormes impuestos sobre la herencia e hizo que su patrimonio, al morir ella, quedara reducido a unas 100.000 libras esterlinas.
Siendo ya de edad avanzada, anunció que escribía sólo un libro al año (que entregaba a su editor a tiempo para asegurar al público “a Christie for Christmas”) porque si escribía más, la mayor parte de las utilidades iría a parar al fisco.

Mujer tímida y retraída, que adoraba su jardín, dama Agatha, según la describía su representante literario, era  “una señora aristocrática chapada a la antigua”. Vivía como los asesinos de su imaginación, en un mundo de grandes casas de campo, donde las personas visten de etiqueta para la cena  y lamentan la desaparición de los buenos sirvientes de antes; donde la plata siempre está bien bruñida (de manera que muestre huellas digitales) y donde las jóvenes jamás pasean, sino que “corren con ligereza” por el césped, que está invariablemente segado (para mostrar huelas de pies).

En las páginas de Agatha Christie no encontrará el lector palabras obscenas ni implicaciones freudianas, y el erotismo en ellas no pasa de un casto beso. “No me gustan las muertes sucias. Ni me agrada tampoco la violencia”, insistía la escritora, aunque se comentaba que obtenía más provecho del asesinato que cualquier otra mujer desde Lucrecia Borgia*. “No sé nada de pistolas y revólveres, por lo cual suelo matar a mis personajes con un instrumento romo… o, mejor todavía, con venenos”.

Como despreciaba a los personajes que “andan golpeándose unos a otros por mero gusto”, hizo que su detective Hércules Poirot, hombre pulcro y de corta estatura, resolviera sus casos con ayuda de “las pequeñas células grises” de su cerebro. Poirot, impecablemente atildado, supremamente seguro de sí, que vivía sacudiéndose con un capirotazo alguna mota de polvo de la manga e intercalando en sus frases dos o tres palabras en un francés escolar, es probablemente el detective más famoso  de la literatura policíaca desde Sherlock Holmes.

Cuando Dama Agatha lo lanzó, lo describió como un famoso inquisidor belga que se había jubilado antes de la Primera Guerra Mundial. Según esto, tendría unos 120 años, cuando murió, en 1975, suceso literario que informó el diario Times de Nueva York, publicando una nota necrológica en primera plana.

La escritora reconocía que la popularidad de Poirot la tenía asombrada, puesto que no era “el tipo de detective privado que uno contrataría actualmente”. Pero no es difícil entender la atracción universal que ejerce Poirot,o, por ejemplo, la anciana detective Miss Marple personaje para el cual Dama Agatha se inspiró en su abuela y su tía abuela y apareció por primera vez en 1930, cuando solucionó el caso de Murder at the Vicarage (“Asesinato en la Vicaría”)*. Poirot y Miss Marple representan la lógica en un mundo ilógico. La virtud siempre triunfa; la maldad queda al descubierto.

La novela policíaca es profundamente moral. Agatha Christie tejió sus relatos durante más de medio siglo, enseñando una lección de responsabilidad moral: “Somos felices o desdichados por lo que llevamos dentro de nosotros mismos”.

Cuando murió la escritora, había vivido ya bastante tiempo para ver la frase “un Agatha Christie” convertida en sinónimo de novela policíaca. De todos los continentes se recibieron homenajes en abundancia. Se dijo que era una leyenda, que su nombre sobreviviría a la gran mayoría de sus contemporáneos, que era una magnífica fuente de entretenimiento. 

Quizá la mejor expresión de este homenaje fue el editorial de un periódico que terminaba así: “Agatha Christie proporcionó más placer que la mayoría de los restantes autores de libros”.
Y eso no es un logro cualquiera.



Revista Selecciones del Reader’s Digest, Tomo LXXIII, Año 37 Número 438, Mayo de 1977, págs. 63-68,  Reader’s Digest México, S.A. de C.V., Ciudad de México, México

Fuente de la foto: Agatha Christie


Notas
*Publicada como Un Crimen Dormido, en español

*Publicada como Telón, en español.

*Un aproximado de más de 63 millones de libras esterlina para 2024.

*Murder in Mesopotamia: Asesinato en Mesopotamia; Death on the Nile: Muerte en el Nilo (o Poirot en Egipto); Death Comes as the End: La venganza de Nofret, en español.

*Lucrecia Borgia: Hija de Rodrigo Borgia (más adelante papa Alejandro VI) y de Vannozza Cattanei. Hermana de César, juan y Jofré. (…) su familia representó como ninguna las políticas del maquiavelismo y la corrupción sexual comúnmente asociadas a los papados renacentistas. Wikipedia

Atildado: Pulcro, impecable, elegante, minucioso, arreglado, etc. DLE RAE

Capirotazo: Golpe que se da haciendo resbalar sobre el pulgar la uña de otro dedo. DLE RAE

Inquisidor: Investigador, detective, indagador, averiguador, examinador, inspector, etc. wordreference.com

*Murder at the Vicarage: Muerte en la Vicaría, en español.

La advertencia y las notas son mías 

 

Comentario: Iba a poner este título en enero cuando se conmemoraban los 49 años de la muerte de la autora pero por razones x no se pudo en ese mes..

Iré rescatando artículos interesantes sobre escritores, inventores, artistas, etc. y ponerlos en el blog mientras sea posible.