martes, 23 de agosto de 2011

Lecturas Abandonadas IX

-Arturo Pérez-Reverte. La Reina del Sur
Qué tortura fue leer esta novela sobre la mexicana que se dedicaba al narcotráfico. Tiene un argumento tan simplón y que es narrado de una manera tan aburrida como para provocarte un ataque cataléptico.

La dejé porque parecía una sobredosis de somníferos en cada párrafo y viendo como escribe P.R. me ahorraré leer lo de su capitán Axila Triste.

Menos mal que el libro no era mío.


-Charles Bukowski. Se busca una Mujer
Relación de cuentos con detalles de lo más repugnantes.
Sinceramente me resbala el llamado realismo sucio que es tan desagradable de leer
Del puro asco en lo contado no pasé del primer cuento.

Salvo honrosas excepciones -Byron, Rimbaud, etc.- el dárselas de maldito no garantiza una buena obra sino todo lo contrario porque muchos hacen lo mismo como ese personaje de Baroja en su novela Silvestre Paradox: que iba al baño a botar lo único que sabía producir.


-William S. Burroughs. El Almuerzo Desnudo
Obrita tan repulsiva que produce arcadas por la maniática escatología que regalan los delirios del autor a lo largo de los capítulos.
Un "escritor" cuya fama, al igual que el anterior-, está apoyada en la pose de maldito y en la nada sobrevalorada de sus libros.
No voy a decir palabrotas pero qué repugnancia provocaban las descripciones de lo que ocurría en el hospital del dr. Bombay, digo, dr. Benway, y lo del otro sitio, Interz... que podríamos llamar Zona Vómito.



-Joseph Conrad. Lord Jim
Cómo aguantar la forma tan morosa en que se narran las aventuras del oficialito de la marina inglesa, James Burke, quien comete un acto de cobardía en plena tormenta y posteriormente es degradado.
El protagonista se refugia en Sumatra, luego sigue un terrible ataque de verborrea de cierto personaje y hasta nunca, Lord Jim.


-Lewis Wallace. Ben-Hur
Un libro con un comienzo medio lento en tiempos del Imperio Romano, acelera con el arresto de Ben-Hur quien jura vengarse de Messala; su vida como remero en las galeras y en pleno combate cuando rescata al cónsul Quinto Arrio quien lo adoptará como hijo suyo. La obra llega a su mejor momento con las carreras de cuadrigas para después de algunas otras escenas caer en la última parte que es de lo más tediosa.


-Alonso Cueto. El Tigre Blanco
Qué novelita tan insípida y tan provocadora de bostezos. Sí, con una evocación de esa Lima tan gris que te provocaba abandonar así como de no leer esta obrita.


-Iván Thays. Las Fotografías de Frances Farmer
Un librito con un tono tan onírico y tan intimista -con eso de mirarse el ombligo- que nos cura(ba) rápidamente el insomnio y también lo hacía su extinto programa de tv., Vano Ofi... Vano Suplicio (R.I.P.)


-Jaime Bayly y sus libracos

Bayly se repite y se repite en cada uno de sus "novelitas" (autobiografías) con la misma temática: el periodista o el joven limeño de familia acomodada, de padre tiránico, de madre santurrona, el colegio de hijos de ricachones, que estudió en la universidad pituca Mi Alma es Plateada (pituca: pija, fresa), que vive y trabaja en Lima, Miami y en la República Dominicana, que tiene su programa de entrevistas, que escribe en periódicos y blablabla.

En Yo amo a mi Mami: aunque parezca que haya querido imitar pues no le llega ni a los callos a Bryce y a su novela Un Mundo para Julius.

De repente, un Án... Fiasco: nos habla de lo mismo de siempre, de la sirvienta y blablabla.
Esto fue finalista del pobre premio Planeta de los simios o Premio Mar Muerto: elegido entre lo más depresivo y subterráneo.

Se pueden leer rápido los libracos de B. pero lo que cuenta no es nada del otro mundo y te parece que ya lo leíste antes... lo que es cierto si revisas y tu memoria no te falla por lo dañada que puede estar de la tortura de leer tanta mediocridad.

B. ha caído en estos años en un egocentrismo insoportable en donde habla y habla de su persona, familia y conocidos con pelos y señales en pésimos artículos "periodísticos" y en su programete de Tv, y luego cuando se aburre junta todo lo que se le ocurra y lo publica como otra de sus noveluchas.

No soportamos de B. sus temas egocéntricos, insípidos, vacíos, quemados, trillados, aburridos y si no lo lees pues no te pierdes nada.


A buen entendedor, pocas palabras.

Somos del partido antiladrillo (tocho).